Cortázar:
"El mejor escritor para contar el alma"
El 12 de febrero de 1984 moría en París aquejado de
leucemia Julio Cortázar, abanderado entre los autores argentinos contemporáneos
y uno de los más innovadores de su época.
Algunos lo han calificado de revolucionario
intelectual, por su literatura desobediente a toda línea cronológica y de
continuos saltos entre realidad y fantasía. Una prosa con la que Cortázar
permite ver el mundo a través de un cristal muy particular.
Por todo ello es que en 2014, año en que se celebran
también los 100 años de su nacimiento, el autor y maestro del relato corto
sigue contando con fieles tanto en viejas como nuevas generaciones.
En BBC Mundo invitamos a todos los lectores a recordar
las obras y frases del autor que más les marcaron. Les proponemos navegar entre
sus impresiones.
Rayuela,
otra forma de leer
"No me gusta una frase, solo el hecho de que fue
el mejor escritor para contar el alma", le dice a BBC Mundo el lector Jair
García.
Y de entre todas las obras de Cortázar,
"Rayuela" es la más emblemática en este sentido. Una invitación a
recorrer el relato del mismo modo espontáneo en que los niños oscilan entre
recuadro y recuadro del conocido juego infantil.
"A mis 20 años, Julio me enseñó a ver la vida
desde distintos puntos de vista", dice Aníbal Isidoro, "a comprender
que somos un alma que ama más allá de las fronteras. Que la vida es un mar en
donde somos náufragos. Hay quienes se aferran a un tronco de conceptos
establecidos y hay quienes nadan hacia un horizonte lleno de ideas
nuevas".
Alicia Beatriz González Martino cita como favorito el
capítulo 99 de Rayuela: "Creer que lo que llaman materia, creer en lo que
llaman espíritu, ver el destino humano como un problema económico o como un
puro absurdo. La lista es larga, la elección múltiple".
"El problema de la realidad tiene que plantearse
en términos colectivos, no en la mesa de algunos elegidos. Hombres que han dado
el salto fuera del tiempo".
Sus
frases más recordadas
Sin duda la frase más recordada por nuestros lectores
es: "Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para
encontrarnos".
Y es que frases de amor y desamor imperan entre las
favoritas que nos mandaron.
Irma
Espinosa evoca la línea "vení a dormir conmigo: no haremos el amor, el nos
hará".
"Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días,
ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados
a no ser", cita Romina Rodríguez.
Jose Armando Kiyan recuerda: "Me miras, de cerca
me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada
vez más cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y
los cíclopes se miran, respirando confundidos".
Paola Medina remata con un "me basta mirarte para
saber que con vos me voy a empapar el alma".
"Mi diagnóstico es sencillo, sé que no tengo
remedio"
Esta es quizás una de las frases más conocidas de
Cortázar y que también repiten los lectores, junto con otras reflexiones del
autor.
Samuel Avalos nos mandó aquella que dice: "Nada
está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y
que hay que empezar de nuevo".
"Cada vez iré sintiendo menos y recordando más,
pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos", nos recuerda
Carlos Gabriel Tedeschi.
Denise Lozano resucita la línea: "Y allá en el
fondo está la muerte, si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no
importa".
"Temblaba el troc, se vencían las
marioplumas"
Además de por su irreverente literatura, Cortázar es
recordado por el Gíglico, el lenguaje inventado con el que el autor demostró al
mundo que con una acertada prosa no hacen falta palabras con sentido.
Si algo destaca en Rayuela es el uso de este lenguaje
capaz de retratar las más irreverentes emociones.
Muchos de nuestros lectores recuerdan por ello el
famoso capítulo 68, donde una escena erótica gana con el uso de palabras como
nóvalo, extrayuxtaba o esterfurosa.
"Le recordamos con mucho cariño", concluye
Juan Antonio Aguilera.
"Todo él es increíble", opina Yussif Gaviria,
"un cuento en especial 'Después del almuerzo', deja mucho en qué pensar...
Me encanta".
Así concluimos este recuerdo conjunto hilado con
palabras recordadas por nuestros lectores.
Cortázar, en protesta contra el gobierno argentino,
optó por la nacionalidad francesa y murió en el exilio. Hoy sus restos reposan
en el cementerio del barrio parisino de Montparnasse junto a los de grandes
como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Charles Baudelaire.
Cumplidos 30 años de su muerte y a pesar de la
distancia de su memoria corpórea, muchos lectores lo rememoran cercano como si
de un familiar se tratara.
Quizás porque como insinúa Jaír García, fue el mejor
escritor para contar el alma y por tanto invitado por todos para quedarse a
vivir por siempre en la suya.
Extraído de: http://www.bbc.co.uk/
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