Excluido
"Escritor al margen de grupos, tradiciones y tendencias (...) no parece importarle demasiado la comunicación con el prójimo (...)
[sus personajes] son excluidos, expulsados, echados; todos sufren de alguna forma de compulsión y padecen amenazas e iras que no comprenden ni cabalmente merecen y así se advierte por la frecuencia en el texto de las formas imperativas".
* Ruben Cotelo, en "Nuevo, o viejo narrador etc.", diario El País, 5/7/1964.
Cubista
"Los textos de L. S. Garini "son una invitación a otra forma de la aventura, más o menos perversa que el simple deseo de saber.
La reiterada predilección de L. S. Garini por la pintura cubista -Cézanne, Picasso, Juan Gris- y por una literatura pura, si la hay -Falubert-, es una valiosa pista para acercarse a su obra. En ella, la inmisericorde reducción de la realidad a unos pocos tonos, predominantemente grises, hace destacar el dibujo y el juego con la perspectiva.
Sus personajes presentan una sola cara, o dos supuestas pero previamente simplificadas. Sin nombre, aparecen limitados a su condición social: el "señor", la prostituta, el mozo, el ladrón, la dueña de la pensión, etc.
Paralelamente también están vistos desde un revés que presenta su lado animal, su sometimiento absurdo a sus necesidades fisiológicas -una y otra perspectiva, la social y la animal, los hace igualmente genéricos e intercambiables.
La anécdota es otro elemento que pasa por la misma tendencia a esquematizar. Las historias son absurdas en su simplicidad, contadas a veces con la rapidez o morosidad de un niño que maneja a su antojo un mundo por él creado".
* Carina Blixen, "Una forma de la aventura" en el País Cultural, Montevideo, 11/12/1992.
Gravitante
"Su frecuentación en el campo de las letras es tardío (1963-1979), pero la originalidad de su obra narrativa es tal, el interés que despierta su construcción, la agudeza e ingenio de los ambientes, tipos y situaciones que escoge para dar forma a sus cuentos, tiene tales insólitas raíces como las de uno de los personajes del relato Equilibrio que juzga al otro de esta manera:
"Tal vez hace quinientos o seiscientos años, estaban formándose los elementos que irían a integrar el carácter de este hombre: leyes misteriosas que, vaya uno a saber a qué fines responden".
No pueden existir opiniones en contrario sobre la gravitación que Garini -y lo tendrá más aún- en la narrativa contemporánea uruguaya.
Decir que carece de antecedentes -y por ahora consecuentes- es afirmar que no está inscripto en las corrientes dominantes (urbana-criolla), por su poder de independencia, de "desorden" en el "orden" humano, por las formas de tratar "las desventuras", "el equilibrio" y los "desequilibrios", en que suelen incurrir sus seres racionales y los otros (...)"
* Walter Rela, en "Diccionario de escritores uruguayos", Ediciones de la Plaza , Montevideo, 1986.
Parco
"Gran lector y conocedor de la narrativa de los siglos XIX y XX, recién se decidió a publicar en 1963 a pesar que escribiendo desde hacía muchos años cuentos que guardaba y cuyo secreto custodiaba tan celosamente como su identidad. Es el mayor en edad de los narradores de la década del 60 y su mundo narrativo es personal e inconfundible. (...)
En 1966 Garini suma a su parca producción un nuevo libro de cuentos que contiene apenas cinco, como si la necesidad de dar a conocer lo que escribe disminuyera en lugar de aumentar o por lo menos como si esa necesidad (perentoria en otros autores) estuviera contenida ¿por exceso de autocrítica? ¿Escasez de inspiración? Esta vez se trata de "Equilibrio", título sugestivo y muy revelador de este orbe peculiar donde el desvalimiento de la condición humana parece llegar a los límites más extremos. (...)
Insondables las razones de su ocultamiento, así como su paulatina e inevitable voluntad de no volver a publicar, sólo nos deja un puñado de cuentos -huella perdurable de su tránsito por el mundo y de su incidencia en las letras nacionales- donde un universo inquietante no nos permite sentirnos demasiado cómodos".
* Elvira Boibo de Barrios, "L. S. Garini: relator de la desventura", en El Libro del Bicentenario, Diario Crónicas, Mercedes, 4/2/1988.
Genial
"Una noche de 1988, en su segunda estadía fugaz en Montevideo, (el escritor venezolano) Salvador Garmendia afirmó que si L. S. Garini «hubiera nacido en País, estaría traducido a todas las lenguas».
* Comentario de Pablo Rocca en El País Cultural, Montevideo, 11/12/1992.
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