La mujer sin madre
Mariana Zaffaroni, hija de uruguayos desaparecidos durante la dictadura (1973-1985), se reunió este jueves durante más de dos horas con el coronel retirado Jorge Silveira. Se trata del primer encuentro entre una víctima de la dictadura y un ex militar acusado por delitos de lesa humanidad. “Antes de darle la mano quiero decirle que no maté a sus padres”, le dijo Silveira a Zaffaroni, según el relato que publica este viernes el matutino La República del encuentro que se produjo en la cárcel de Domingo Arena.
El ex militar le entregó a Zaffaroni una foto de 1976 para que ella “la mostrara” en Argentina y pudiera comprobar si alguien lo identificaba como parte del personal que actuaba en el centro clandestino de detención, Automotores Orletti.
“Me vuelvo a Buenos Aires como llegué. Sin datos sobre mis padres o sobre mi posible hermano”, señaló Zaffaroni al matutino Últimas Noticias. La posibilidad de que la muchacha no fuera hija única fue descartada por Silveira, indica La República.
El ex militar le entregó a Zaffaroni una carta del policía retirado Ricardo Medina, en la que afirma que no intervino en el asesinato de sus padres.
Zaffaroni fue secuestrada junto con sus progenitores en Buenos Aires el 27 de setiembre de 1976, cuando tenía 18 meses. Sus padres, Jorge Zaffaroni y María Emilia Islas, integran la nómina de uruguayos desaparecidos en Argentina luego de haber sido enviados a Orletti.
Desde el momento del secuestro, las dos abuelas de la niña organizaron la búsqueda de Mariana, respaldadas en la capital argentina por las Abuelas de Plaza de Mayo. Tras una serie de peripecias, la joven fue ubicada 16 años después, en junio de 1992, y un fallo del juez federal de San Isidro, Roberto Marquevich, le restituyó su verdadera identidad.
Durante todo el tiempo en que Zaffaroni estuvo desaparecida y viviendo con otra identidad, su caso fue emblemático para los familiares de los desaparecidos.
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