Un indignado
(Desde Francia)
Los poderosos conservadores nos muestran los culpables de la crisis: los
que trampean con la seguridad social, los que aprovechan la ayuda de alquiler,
de enfermedad, de seguro de paro o ayuda al empleo, o sea: el pueblo.
Gente que esa 99% honesta y derecha...
Nos arman con odio contra ese enemigo que poco a poco toma forma en la
cabeza de una multitud con cerebro lento.
Les alcanzaría con darse vuelta para admirar la cara de los verdaderos
delincuentes.
Gente a 99%deshonesta y haragana...
Se pretende desviar nuestra atención como si fuéramos niños, explicándonos
que las causas de la crisis son los pobres : trabajamos mal, trabajamos poco,
exigimos demasiado, somos laxistas y caprichosos.
Ya sabemos lo que piensan de los de abajo: si son pobres es porque son
boludos... es la selección natural, no le parece ?
Pronto habremos olvidado los delitos y el fabuloso enriquecimiento de
los Bancos, Compañías de Seguros y especuladores para atacarnos a los mas
miserables, pero como esto no solucionará nada, habrá que buscar nuevos
culpables. Apuntaran entonces a los sindicalistas, los comunistas, los socialistas,
los centristas, y un día te tocara a vos.
Mientras tanto los tenientes de la riqueza, la nebulosa ciega de
pequeños y grandes accionarios, través del FMI y de las agencias de notación,
dictan la orientación política de los paiíses, sustituyen primeros ministros,
indican orientaciones sociales.
Ya robaron billones de nuestros bolsillos, ahora se la agarran con
nuestro derecho a la democracia sustituyéndose al derecho de voto popular.
En la cumbre están los mandatarios de la nebulosa que piden cada
vez mas beneficios sin tener en cuenta las consecuencias.
Al medio, un coqueto equipo de delincuentes de cuello blanco,
charlatanes que despliegan tesoros de imaginación para embaucar la gente
honesta, llamando abiertamente a la xenofobia, al desprecio del pueblo y de sus
valores pacientemente construidos durante siglos de lucha.
Debajo de todo, en un callejón sin salida, tenemos cajeras de
supermercados despedidas por haber osado juntar del suelo un cupón de reducción
de un euro, miles de obreros despedidos porque en otros lados –allí donde los
derechos del hombre están prohibidos- los salarios son rentables; cientos de
personas en la calle (como mujeres que parieron sin asistencia medica) y todo
un pueblo que pierde el acceso a la salud de base.
En tiempos de nuestros padres y abuelos, y con una sorprendente
regularidad, las mismas nubes negras se acumularon, pero siempre hubo hombres y
mujeres lúcidos que previnieron a los demás de la inminencia de la tormenta,
y que a pesar de todo se vieron al final reducidos a recurrir a medidas
extremas cuando todo estaba ya perdido.
Hoy la tormenta ya esta formada, el viento sopla, la copa de
vino que quedó sola en la gran mesa amenaza de volcarse, el vino se desparramará
siguiendo como siempre los restos del banquete, ineluctablemente.
Una vez volcado el vino no podrá jamás volver a la copa.
La mas alta autoridad del estado se permite de condenar, públicamente, un componente
de la sociedad francesa subrayando su pertenencia etnica,despues de haber
organizado homenajes de carnaval a resistentes de la ultima guerra, con
lagrimas en los ojos...
El suelo vomita vapores de otros tiempos, tiempos de peste mental, el
ruido del astillero donde construyen navíos de guerra nos llega, pero no lo
escuchamos: si construyen naves, es que se piensan largar pronto en guerra.
Es urgente desarmarlos.
No es un cuento para niños.
Los provocadores de hecatombes ponen en marcha la implacable
maquinaria una y otra vez mas, como niños idiotas.
Sin embargo nunca mueren asfixiados en su propio odio gracias a algún
milagro, no antes de hacer morir cientos, miles, millones de inocentes, quienes
no tendrán derecho a ningún miramiento.
Todavía estamos a tiempo de hacer que esto no pase.
A.P.
Absoulisl'Abscons
imaginante'patafisico
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