viernes, 24 de agosto de 2012


La Catalina fue a la Escuela

 

 

 
 
Aldo Roque Difilippo
 
 
 
La Murga Agarrate Catalina realizó un par de talleres en las escuelas  N° 112 de Dolores y N° 65 de Mercedes. La idea se enmarca en un proyecto  avalado por Eduación Primaria financiado a través del Fondo de Incentivo Cultural, priorizando a los pueblos por encima de las capitales departamentales.
La Catalina va a la Escuela” es un proyecto acuñado por José Carbajal "El Sabalero",  trunco por su repentina muerte. La idea también parte de una experiencia realizada por la murga en uno de sus viajes a La Habana, Cuba. Allí ofreció su primer taller de murga para niños y el resultado fue tan bueno que surgió la necesidad de trasladarla a Uruguay.
Apoyado por el Consejo de Educación Inicial y Primaria, aprovechando la gira que permanentemente realiza La Catalina por el país se produjeron estos dos talleres en Soriano, el último de ellos al comienzo de esta semana en la Escuela N° 65 de Mercedes.
El amplio espacio de esta escuela mercedaria, también congregó a niños de la Escuela N° 24 de Mercedes, las dos escuelas de Rodó que llegaron especialmente a presenciar la actuación, y niños y adolescentes del Instituto Uruguay.
Por casi una hora los murguistas cantaron, jugaron con los instrumentos, y con el lenguaje en una comunicación  que cautivó a todos por igual.
Los murguistas llegaron a la escuela para  almorzar con los niños “unos tallarines con tuco que estaban riquísimos”, se encargó de destacar Cardozo en medio de la actuación, provocando  las risas y comentarios del auditorio.
Previo a esta actuación Yamandú Cardozo dialogó exclusiva con HUM BRAL sobre la experiencia que vienen recabando en estos talleres con los escolares, su visión de la murga en la actualidad, y especialmente del concurso oficial del Carnaval. Adelantando que La Catalina, con entrañablemente todos  se refieren a esta murga, no participará del certamen oficial del Carnaval 2013, pero que seguirán haciendo carnaval “para recordar por qué nos da tanto placer, nos hace tanto bien, nos alegra la  vida de verdad”.
 
¿Cómo vienen experimentando estos talleres en las escuelas?
-Muy lindo. Estamos en el medio de este proyecto que nosotros le pusimos La Catalina va a la Escuela, que es un esfuerzo y una parada muy importante  que nos jugamos desde lo organizativo, desde lo colectivo, de lo conceptual para la murga. Nuestra idea es salir a recorrer las escuelas del interior del país, y no solo  las de las capitales departamentales, sino el interior del interior y el más profundo de nuestro país. Queremos ir a más lugares,  a más rincones. Para eso se necesita una cantidad de cosas. Se golpearon una cantidad de puertas que por suerte se están abriendo, y es un proyecto que de acá a tres años se va a cumplir  en una cantidad de escuelas. Además nos emociona mucho, porque  es un proyecto que tomamos y aprendimos  a ver y a escuchar de José Carbajal “El Sabalero”, que era un plan que tenía en el 2009,  de juntar en una gira a artistas populares por las escuelas de manera gratuita. Cuando José no  lo pudo hacer nosotros tomamos la posta, sobre todo como una forma de agradecerle  y hacer una cosa que seguramente él hubiera querido hacer, y lo hubiera hecho notablemente. Estamos muy contentos.
 
La murga, para los veteranos, estaba como mal vista. Más pegada a la bohemia y el alcohol, y ustedes y otras murgas les han dado otro giro a la propuesta. ¿Cómo han vivido ese proceso?

-Por eso para nosotros es muy importante lo que pasa con los niños, que son una mezcla de función y acercamiento  a la murga. No le decimos taller porque no tenemos tanto tiempo como para estructurarlo con más horas. Si querés una iniciación, que los gurises le metan mano al  género, que lo ejecuten, que lo hagan,  que lo prueben. No solo es disfrutable  lo  que sucede con ellos, sino lo conceptual.  Hoy estamos golpeando puertas en Primaria  para contarles que teníamos ganas de hacer un proyecto, y nos encontramos con una tremenda predisposición, con una tremenda confianza, con un apoyo que multiplica nuestra responsabilidad.
Nosotros estamos entrando en el aula, al patio de la Escuela.  Conceptualmente cualquier cosa que suceda ahí, y que  los maestros o las autoridades de la Escuela les presenten a los niños, es como un evento pedagógico que generamos nosotros, y es una responsabilidad increíble. Porque estamos trabajando con un barro muy moldeable, y eso duplica nuestros ojos hacia la elaboración de las actividades  que teníamos. No solo que todo estuviera correcto, en su lugar, y el lenguaje desde lo corporal, desde como llegás, hasta los chiquilines que fuman que no fumen ni atrás del ómnibus, ni atrás de la escuela. De cómo dirigirnos a los niños. Toda una cantidad de cosas.
En la murga hay una varios compañeros que laburan en la educación, o que su preocupación y su pasión también es la educación. Victoria está terminando Literatura en el IPA , Rafa en Historia, Andrés en Matemáticas, Matías es maestro recibido. Varias de las esposas de los compañeros son maestras. Darío es Profe de música en varias escuelas…
 
Tienen claro lo delicado que es dar un mal mensaje en estos ámbitos.
-Totalmente. Y lo que vos decís, un mal mensaje de un evento artístico popular como es la murga,  que en muchos momentos fue super mal visto. Entonces hoy no solo está viniendo La Catalina a la Escuela, detrás de ella están todas las murgas. Si nosotros damos un paso en falso, dejamos pegada a toda esa conquista que ha hecho el género, no nosotros. De llevar la murga todos los lugares, llegar a ser reconocida, querida, aceptada  y agradecida en lugares donde era criticada, sentenciada  y desplazada. Entonces una movida en falso de nuestra parte  da por tierra todo; y para todas las murgas. Y cerramos de un plumazo una cantidad de puertas. Entonces le pusimos mucho énfasis en eso, en la preparación. E0n estas primeras 15 o 20 escuelas,  nos permite una prueba de la planificación de todo lo que habíamos hecho. Ver cómo se  adapta, cómo se recorta, cómo se alarga; estamos muy contentos.
 
Sacarnos  la guillotina artística del concurso
   
¿La Catalina va a estar en el Carnaval 2013?
-Probablemente si, pero sin concursar. Ya decidimos que no vamos a concursar  en Carnaval, tenemos ganas de tomarnos un descanso…
 
¿Por algo personal, o por temas con la organización?
-Se mezclan todas las cosas. Cansancio personal mío y de algunos compañeros, pero además de concepto grupal. De ganas de parar  de concursar un poco. Con esto no tiene nada que ver los fallos del concurso del año anterior, ni con cómo nosotros creemos que debe ser un concurso. Hoy  estamos sin ganas de presentar un espectáculo a un concurso.
 
Hacer murga pero no concursar
-Exactamente. Sacarnos  la guillotina artística del concurso. Si me preguntás, personalmente creo que el concurso está ganando una omnipresencia que se está devorando a la fiesta. Está bien, me encanta el concurso. He concursado, seguiré concursando…
 
Algunos referentes del Carnaval han sido críticos con eso. Años atrás el Canario Luna decía que el Carnaval se había convertido en super profesional y que no quería saber ya más nada con eso.
-Si. Por ejemplo, si ceñimos solo la fiesta al concurso, corremos el riesgo de ir solo por ese camino.  De tener periodistas especializados, ultra críticos del concurso  y críticas del espectáculo para el concurso. No del espectáculo en general. ¿Vamos a medir todos los espectáculos en base al concurso? Está bien para una parte del Carnaval, no para todo el Carnaval. Espectadores que en vez de ir a presenciar un espectáculo con el alma dispuesta a dejarse encandilar y emocionar  van a practicar una autopsia artística.  Eso a mi ya no me da ganas, por ahora…
 
 
Como ir a descubrirle el secreto al mago.
-Claro, y además compararlo. Está bien. No lo criticamos al concurso como está, lo hemos disfrutado, creo que en algún momento lo volveremos a disfrutar,  pero hoy no nos sentimos con la fuerza  de participar. No tiene nada que ver con los fallos, ni de haber ganado o perdido. Tiene que ver con sacar la cabeza un ratito de esa noria.
 
Y ese respiro a ustedes les va a servir además para sacarse de encima las críticas por ser la murga oficialista.
-(se ríe) Eso puede ser. Eso sabemos que pasa. Ya asumimos que La Catalina se transformó, sin ninguna falsa humildad, en un evento social para muchos uruguayos mas allá del Carnaval.
El año pasado los tres o cuatro temas más tocados  fueron  el intento de ley de baja de la imputabilidad de Bordaberry. Alguna cosa de fútbol. Alguna cosa de Mujica;  y La Catalina.  De 23 murgas, 16 nombraban a La Catalina en su repertorio. Nosotros ya lo tenemos claro que la lupa sobre la murga está, y también se parece a cierto trofeo en decir, bueno, te ganaste esa atención artística que la gente esté pendiente de lo que vos hacés.  A veces siento que es demasiada, pero no importa, está bien la asumimos, no nos quejamos. Pero sabemos que salgamos o no salgamos los militantes anti Catalina, que quieren liberar el mundo del maleficio de La Catalina, y los  amantes a ultranza que solo piensan que lo único bueno es La Catalina, van a discutir y van a discurrir sobre todo lo que hagamos. Si salimos, si no salimos. Si salimos va a estar mal o bien, si no salimos va a estar mal o bien. Si ganamos, si perdimos; entonces a los que estamos muy dedicados a la murga nos encanta este proyecto de La Catalina va la Escuela. Que es un proyecto largo, de dos a tres años. Vamos a disfrutar mucho lo que hacemos y lo que nos hace felices. Para no olvidarnos por qué nosotros estamos juntos haciendo murga. Nos encanta el género. Eso es lo primero. Somos gente que ama la murga. Además nos encanta hacerlo entre nosotros, con este sistema, con nuestra organización cooperativa, con estos compañeros que elegimos, con nuestros amigos. Nos encanta hacerlo si estamos felices y frescos para hacerlo. Si estamos agobiados y todos cascoteados por las exigencias de  un concurso y empezamos a perder el disfrute, capaz que nos viene bien parar, sacar la cabeza, respirar y volver a refrescarnos para recordar por qué nos da tanto placer, nos hace tanto bien, nos alegra la  vida de verdad, hacer murga.

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