sábado, 9 de abril de 2011

De luto
Falleció Elena Zuasti


Falleció este viernes la actriz, una de las figuras más destacadas del teatro nacional. Elena Zuasti murió cuando estaba maquillándose para salir a escena en el Teatro Victoria, con la obra "Barranca abajo".
La artista había llegado al teatro a las 19.15 horas y pasó al camarín, donde se vistió con la indumentaria de Martiniana, el personaje que tenía a cargo representar. Cuando se estaba maquillando, a eso de las 19.45 horas, sufrió un infarto cardíaco, y pese a que fue asistida rápidamente por una unidad de emergencia móvil, falleció.
Había nacido en Montevideo el 18 de mayo de 1935. Elena Zuasti dedicó toda su vida al arte escénico, iniciando su carrera a los 15 años de edad en la obra “Jinetes hacia el Mar”, con el elenco El Anglo. A los 16 años comenzó su formación artística en la Escuela de Arte Dramático, y en 1956 ingresó a la Comedia Nacional, donde permaneció por más de dos décadas. Trabajó en obras presentadas en Buenos Aires, París, España.
"Ella parecía estar bien de salud, aunque el año pasado había tenido problemas cardíacos. Cuando ensayamos esta obra, trabajé con ella de manera muy delicada, porque ella fue mi profesora de arte escénico en la EMAD, y es muy especial dirigir a alguien que fue tu profesor. Era siempre la primera en llegar al teatro, tanto que yo siempre le decía que era imposible ganarle. Como docente era muy capaz, clara, era parca: hablaba poco pero lo que decía era lo importante. Y como actriz, manejaba muy bien los tiempos en escena: todo el mundo decía que en el personaje de Martiniana estaba brillante", comentó a El País Ernesto Clavijo, director de Barranca abajo.
Más allá de su trabajo como actriz de teatro y docente (actividades que también desempeñó sostenidamente en el Interior), Zuasti se había sumado a varios emprendimientos televisivos (como A cara o cruz, y El año del dragón) y cinematográficos (como La espera, dirigida por Aldo Garay en 2002). También había divulgado sus profundos conocimientos de teatro en radio, además de participar en la introducción de la vanguardia teatral europea a principios de los años ´60, con la escenificación de Samuel Beckett. "Nosotros pensábamos que se iba a llenar de gente, pero no fue nadie", rememoró con humor poco tiempo atrás en una entrevista con El País. "Estoy en paz conmigo misma. No hice nunca nada que alterara mi paz interior. En ese sentido estoy bien. Los sueños no se me realizaron todos. No llegué a ser todo lo que quería, ni en el teatro ni en la vida", comentó en una ocasión.



Fuente: El País, La República, y Montevideo.com



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