viernes, 1 de junio de 2012

Los uruguayos de la diáspora también tienen opinión

Derechos humanos para
los humanos derechos







Álvaro Parés
(desde París con la mirada  en Uruguay)



Desde hace unos días recibo cantidades de mails con este título, sigue un texto destilado con odio hacia cierta «clase» de gente, donde se explica, con gran emoción y lágrimas en los ojos, la desdicha de gente «honesta» que ve su casa robada, familiares golpeados, asaltados, etc...
No dudo que los haya.
Ver que en Uruguay se llegó a tales extremos da más bien vergüenza, y por varias razones.
La primera reflexión es evidente y derriba este «título-declaración» por su propio peso: Si otorgamos Derechos Humanos a ciertos humanos y no a otros, establecemos categorías de humanos, establecemos que hay «sub-humanos» que no merecen ningún tipo de respeto, ala par de un animal.
Esto recuerda muchos episodios oscuros de la historia, no solo uruguaya sino mundial, los que pensaron así siempre llegaron a resultados apocalípticos, alcanza con abrir cualquier libro de historia.
Difícil creer que tengan tal ignorancia, se ve mas bien que el objetivo es infundir un «odio tripal» que siempre favorece a la misma ideología: la de la extrema derecha, especialista en proponer «cabezas de turco» en lugar de ideas.
La segunda reflexión es que tienen la memoria corta y muy subjetiva, desconectada de toda realidad. Durante años la dictadura uruguaya, dirigida por los verdaderos delincuentes, llevó a cabo la destrucción sistemática de la educación nacional, de la salud pública, de los derechos políticos y sindicales, dejó desarrollarse en el país toda una generación sin cultura y sin valores humanos, generación que a sus vez transmitió ese vacío mental a sus hijos, ocupándose al mismo tiempo de inculcaren lugar del humanismo universalista (del que el Uruguay tenía mucho orgullo) un «patriotismo» estéril (ningún patriotismo fue ni pudo remplazar una ideología) vacío y pobre en ideas,  que solo sirve a crear el «odio del otro», de lo «foráneo», ¡gran demostración de debilidad mental y triste payasada de la historia si las hubo!
Se educó a todo un pueblo demostrándole todos los días que la violencia bruta gana, que la razón es la del más fuerte, que la honestidad no vale nada delante de una arma. ¡Cuando el ejemplo viene de arriba, queda impreso por mucho tiempo en el imaginario popular!
Uno de los volantes intimidatorios que
circulaban en Mercedes en los años
previos a la dictadura.
Hoy se está pagando el precio de esta empresa de demolición que llevaron a cabo los verdaderos reos, concientes y mayores, que estuvieron en el poder.
Estos mismos no se acuerdan del Uruguay en el cual todos tenían un buen nivel de instrucción y era citado como ejemplo como el país más pacifico de America Latina ¿No ven en esto una relación de causa a efecto?
¿No se acuerdan que después vino (la misma) gente diciendo que el problema del país era que había «sub-uruguayos»? Resultado: Decapitaron al Uruguay, mataron y desterraron a los maestros y profesores, y formaron varias generaciones de delincuentes a su imagen y semejanza...
¿Como se puede, después del desastre histórico que sufrió el país, pensar que los mismos métodos  podrían dar algún resultado positivo ?
Es impactante ver las pocas conciencias que se levantan contra estas desviaciones mentales, y el incremento notable de las malas hierbas que, olvidándose de la vergüenza, vuelven a la carga e invaden el terreno.
¿En un terreno en donde no hay placas conmemorativas en homenaje a los muertos por la libertad, donde en lugar de museos del horror fascista hay shopping, no le resulta más fácil a estas ideologías de volver?
«Un pueblo que olvida su pasado se condena a revivirlo» Winston Churchill).

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