24 de Agosto
“DIA NACIONAL DEL
TEATRO”
Enrique Sena de León
El 24
de agosto de 1815, el Cabildo artiguista de la patria vieja, concede a los
actores de la Casa
de Comedias el usufructo de los bienes de la misma.
Se
forma la primera cooperativa de teatro del Uruguay.
Como
un trozo de historia, mostramos a Uds. copia de la resolución del cabildo, su
aclaración y un fragmento del libro de Teodoro Klein: "El actor en el río
de la Plata "
en el que se hace mención al fundamental hecho.
"Ha
acordado este Cabildo Gobern.or desprenderse de los ingresos, gastos, y
mecanismo de la Casa
de Comedías, cediendo a los Actores el manejo, y beneficio de dha Casa; por lo
que V.S. tendrá á bien franquearles los vestuarios, y demas utiles
pertenecientes á ese objeto: quedando siempre V.S. como verdadero Juez de
fiestas al cuidado de revisar las Comedias, q.e se han de dar al Publico, y lo
demas anexo á las funciones de su empleo.
Dios
gue a V.S. m.s a.s Sala Cap.r y de Gob.no
Montev.o Ag.to 24 de 1815..
Pablo
Perez / Luis de la Roza Bl º
/ Antolín Reyna
Jose
Vidal / Juan María Perez
Pedro M.ª de Traveyro
Secc.º
S.r
Reg.or Juez de Fiestas D.n Ramon de la Piedra "
UN
TROZO DE HISTORIA
“Producida
la rendición de la plaza (de Montevideo) en junio de l814, una de las primeras
medidas del delegado bonaerense, el logista Nicolás Rodríguez Peña, es reabrir
el teatro. Dispone para ello la reparación del edificio (la Casa de Comedias) y encarga
al nuevo Cabildo la organización de las temporadas. La muerte de Cipriano de
Melo (el empresario portugués) y la ausencia de su viuda han dejado sin cabeza
al Coliseo.
El
Ayuntamiento nombra Juez de Fiestas al regidor Juan Benito Blanco, quién se
ocupa de reunir a los cómicos sobrevivientes y adelantarles 1400 pesos de los
fondos municipales para dar principio cuanto antes a las funciones. Así es que
a los dos meses apenas del flamante régimen, se da inicio a la primera
temporada el domingo 21 de Agosto con la ejecución previa del Himno Nacional
Argentino y la representación de “El hombre agradecido” de Comella.
Los
abonados no responden; apenas se recauda algo más de la mitad de los gastos. No
sólo el público español se ha alejado, como es obvio, sino también sectores de
la clase dirigente local enfrentados al Directorio de Buenos Aires. El
gobernador Ignacio Alvarez Thomas procura salvar las dificultades económicas
del Coliseo, contra la opinión del Secretario de Estado Nicolás Herrera, que
ordena desde Buenos Aires suspender las funciones. Alvarez Thomas ignora la
directiva e insiste en costear el teatro con los fondos municipales, pues lo
considera “fuente llena de morales riquezas y las mejores costumbres, que
perfecciona los talentos, purifica las virtudes, despeja las preocupaciones y
últimamente con el apacible estímulo de la diversión se fecunda la cultura de
los Pueblos, formando en él, el modelo más brillante de su educación”.
Retiradas
las tropas bonaerenses en febrero de 1815, quedan en manos del Cabildo las
responsabilidades de gobierno. Continúa la política de apoyo al Coliseo, aunque
sólo hasta mediados de agosto. Han cambiado los regidores y su enfoque: el
teatro es visto ya no como escuela o tribuna, sino como una vía de escape, una
diversión para distraer el peso de las preocupaciones del pueblo.
Terminan
por desprenderse de la Casa
de Comedias, cediéndola a los actores para su manejo y beneficio.”
(Del
libro de Teodoro Klein, El actor en el Río de la Plata )
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