Historia
del San Salvador
Del marino Agricultor
Luis Ramírez
Roberto
Sari Torres

Al no
encontrar el país de los caciques chibchas de Guatavita –Bogotá- que se
“bañaban” en oro, el almirante retorna al fortín de los ríos Carcarañá y
Paraná. Ramírez es desembarcado y Gaboto vuelve a explorar otros ríos de la
cuenca (¿el río Salado? ¿el río Bermejo? ¿el río Gualeguay?). Durante su
ausencia los indios Timbúes destruyen el fortín Sancti Spíritus y matando a
varios, entre ellos a Luis Ramírez (tal afortinamiento fue construio en junio
de 1527, un mes después del de San
Salvador). La destrucción tuvo lugar en setiembre de 1529.
En esta
segunda fase de u inteacción alrededor del río Paraná, Luis describe aspectos
del área de visita y se refiere: 1)sobre la
vida y costumbres de los indios “tupinambá”, guaraníes y querandíes. 2)
que utilizaban arcos y flechas y piedras atadas a una ucerda que arrojaban con
gran puntería. 3) que dormían sobre hamacas (hamaca paraguaya) 4)que encuentra
hombres con “patas de avestruz”. Este fenómeno se debería (digo yo) a la
estructura familiar, de reproducción entre hombres y mujeres consanguineos
directos. De estas características trata un documental de hace 25 años más o
menos, presentado por Jack Palance, en que aparecen hombres de un poblado
mexicano (aislado y no muy lejos de algún poblado mexicano moderno) donde, por
la “endogamia” nacen seres con pies igual a las patas de un avestruz (ñandú).
Se dice que Ramírez cuenta que los indígenas corrían y agarraban de la pata a
un venado. Lo mismo decía el cura Lozano de los charrúas, corriendo a la par de un
gamo o de un ñandú. Yo digo que la historia es evidencia, imaginario, documento
y teoría, pero no ficción, que mucho de ello hay en antiguos documentos.
“la carta
de Ramíres”, 325 años después fue copiada por el brasilero Adolfo Vamhagen y de
esta recopiada por Francisco Bauzá (uruguay 1856-1899) y otros. Para el
suscrito, a falta de otra teoría y resumen, al encontrar destruido el fortín,
arrastrando a popa el fracaso y desacato al Rey, Caboto llega a “San Salvador”
y en reunión de oficiales propone el retorno definitivo a España. Ahí el
maestre de la “Santa María del Pinar”, Nicola de Nápoles, aboga por hacerlo
después de la trilla de diciembre de 1529. Gaboto acepta y así, a principios de
1530 la expedición que había partido el
3 de abril de 1526 de Sanlúcar de Barrameda, repasa el mar llevando en su bodegas la primera exportación del cereal
de esta tierra doloreña a España.
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El Fortin de San Salvador (1527). Ilustración de HD en Ensayo de Historia Patria. |
Antes
(para el suscrito) la nave de Fernando Calderón, que lleva las cartas de Luis
Ramíres pasa huyendo con los sobrevivientes del Sancti Spíritus a bordo. Y mientras el trigo “San Salvador”
cruza el Atlántico, quedan aquí los restos de Antón de Grajeda y de un
calafate, velados por la soledad y la incógnita de 485 años que han pasado
desde 1527.
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