1ª. NOTA
Juan Carlos di Nicola
Sería
imposible tratar de entender los motivos
que llevaron al desarrollo de la Guerra contra el Paraguay, sin asomarnos para ver
la situación particular, de aquellos países intervinientes en dicha guerra.
Es por
este motivo, que en el afán de lograr una exposición clara y sintética, nos
hemos trazado un hilo conductor del tema, que nos llevará a ver en primer
lugar, la situación político-económica-social, primero de Argentina, luego de
Uruguay, la de Brasil, y finalmente la de Paraguay.
En una
segunda etapa de estos trabajos, nos parece importante detenernos en la
actuación de las figuras más relevantes,
y los hechos más destacados de ese
período, en cada uno de los países.
A
medida que vayamos avanzando en el desarrollo del tema, llegaremos finalmente
al período concreto de la guerra que se desarrolla entre 1865 – 1870, para
detenernos en las consecuencias que trajo aparejada, y la situación en la que
quedaron, cada uno de los países intervinientes.
SITUACIÓN DE LA ARGENTINA
Ubicados
históricamente en esta región alrededor de los años mil ochocientos cincuenta,
vemos a las Provincias Unidas disgregadas, mientras que Buenos Aires, ha
preferido mantenerse separada de ellas, gozando del privilegio de su puerto y
aduana.
Enfrente,
la Confederación
intenta penosamente superar su debilidad financiera, ya que se le niegan los
derechos a compartir los beneficios emanados del comercio
Detengámonos
un instante para tratar de entender esta situación, porque marca un punto
crucial en el desarrollo de los acontecimientos ocurridos con posterioridad.
En el
año 1852 se produce la batalla de Caseros, que señala el fin del período
marcado por el accionar del caudillo federal Juan Manuel de Rosas, quien
gobernó el País desde 1835 al 52, surgiendo en la escena política la figura de
Urquiza . (1)
Atacado
por muchos, defendido por otros, Rosas
es un personaje controvertido de la Historia Argentina ,
pero relevante en cuanto a resoluciones que marcaron con fuerza, su accionar
político.-
Hay
que destacar de manera sustancial, el
fortalecimiento del nacionalismo por ejemplo, con la aplicación de su política
aduanera, medida que golpeaba fuertemente las importaciones extranjeras, en
defensa de la producción nacional.
Su
desaparición de la vida política marca un profundo cambio en la vida de la Argentina , pues
desaparece con él, el caudillo que hasta ese momento enfrentaba a los líderes
unitarios, y a toda su política afín al centralismo porteño y al
intervencionismo extranjero.-
Luego
de su derrota se derogan los impedimentos para el ingreso de mercaderías de
otros países, se libera el comercio con Londres promoviendo la importación de
capitales extranjeros en la economía.
El
Imperio de Brasil con su intervención militar apoyando a las fuerzas que
derrotan a Rosas en Caseros, consigue “la apertura de los ríos a todas las
naciones a fin de que los barcos puedan libremente remontarlos y cargar sin
traba la mercaderías”.
El
porvenir económico de Buenos Aires dependía más del fortalecimiento de sus
relaciones comerciales con Europa que de la expansión de las provincias del
Interior, es por ese motivo que nunca compartió las ganancias obtenidas por las
rentas obtenidas por su puerto y aduana.-Más aún, para incrementar las
ganancias, trató que las manufacturas extranjeras entraran en mayor cantidad
posible, sin importarle que esa competencia arruinaría la artesanía y la
industria de tierra adentro.
Vinculados
al Puerto estaban los grupos sociales individualizados dedicados al tráfico
exportador e importador; son principalmente los comerciantes; también
vinculados a esto está los poderosos hacendados, en cuanto dedicados a la
crianza de ganado y su explotación, comercializaban sus productos principales,
como el cuero y el tasajo, en el exterior del país.
Este
grupo social, va a contar siempre con sus
aliados; serán aquellas figuras
políticas que en su representación, van a estar actuando permanentemente con la
sola finalidad de mantener sus interese bien protegidos, enfrentado cualquier
obstáculo que pudiera ponérseles enfrente, y contando con ello con el ejército
a su mando.
Piedra
angular de su poder es la dictadura mono-portuaria, Buenos Aires es el único
puerto de ultramar de la nación y su aduana es la principal fuente de recursos
financieros del gobierno.
El
punto de vista unitario es que el manejo del puerto y las rentas de la aduana
son patrimonio exclusivo de Buenos Aires, o mejor, de sus clases dominantes.
Esto
significa que la producción exportable de las otras provincias ha de pasar,
inexorablemente por el puerto único y ha de rendir su tributo
impositivo en la aduana correspondiente. Lo mismo acontece con el flujo de
importaciones destinadas al Interior.
La
dictadura mono-portuaria actúa pues como una bomba de succión financiera sobre
las restantes provincias. Traspasa recursos del interior a Buenos Aires, empobrece al interior para
enriquecer a la Ciudad.
Fue
así como el Puerto para disimular la imposición política y la expoliación
económica, se auto-invistió de una
“misión”: debía llevar la civilización al interior bárbaro, debía liberar a su
gente del despotismo de los caudillos, enarbolando la bandera de la libertad.
Cuenta para ello, con abundantes recursos
financieros y ello explica que hagan la guerra civil con ejércitos de línea,
uniformados y pertrechados a la europea: mientras el interior pelea con
montoneras, lanzas y viejas armas de fuego. No es la guerra entre los
“civilizados” y los “bárbaros”, sino la guerra entre los “ricos” y los “pobres”.
Nota
(1) En notas posteriores nos
referiremos con detenimiento, sobre Mitre- Rosas- Urquiza, y otros personajes
relevantes.
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