ACUSADO DE SONADOS
ROBOS EN ESPAÑA, PARAGUAY Y URUGUAY
Niegan la extradición del célebre ladrón
uruguayo de mapamundis
La Justicia argentina
desestimó el pedido de extradición realizado por España y Uruguay de quien es
sindicado como el autor del robo de 11 mapas españoles del siglo XVI y de otros
materiales de la Biblioteca Nacional y museos de Uruguay.
ANDRÉS LÓPEZ REILLY
Un juez del vecino
país desestimó la extradición de "El Negro" César Ovilio Gómez
Rivero, quien robó un valioso conjunto de mapamundis de 500 años de antigüedad
de la Biblioteca Nacional de Madrid y habría dejado sus huellas al menos en
Uruguay, Paraguay y probablemente en Argentina.
Tras pagar una fianza
de unos US$ 6.000 hace 7 años, este uruguayo de 67 años (nacionalizado español)
se quedó a vivir en su lujoso chalé del barrio bonaerense de Pilar.
Según informó el
portal de información jurídica de Argentina Infojus Noticias, España requirió
la extradición de Gómez Rivero por "daño agravado, hurto agravado, robo
agravado y contrabando", delitos con penas de hasta 8 años de prisión.
El expediente que se
inició en Argentina fue derivado al Juzgado Federal de Campana a cargo del juez
Adrián González Charvay. Recién a fines de diciembre del año pasado y principio
de febrero de 2014 se hizo el juicio oral de extradición.
España solicitó la
indagatoria de Gómez Rivero, aunque la pidió a través de una rogatoria, es
decir que el juez argentino haga la indagatoria para el magistrado español.
El 5 de febrero de
este año el juez González Charvay finalmente rechazó la extradición a España
por considerar que, aunque por las leyes argentinas el caso no se encontraría
prescripto, sí había prescripto en España por la "falta de actividad
judicial en tiempo oportuno". El fiscal no apeló la decisión, y el rechazo
quedó firme.
Al mismo tiempo, el
juzgado argentino recibió otro pedido de extradición solicitado por Uruguay. En
este caso, por el robo de "libros, manuscritos, sellos, mapamundis y
objetos de arte", sustraídos entre 1998 y 2007 de la Biblioteca Nacional y
de "diversas bibliotecas".
Esta denuncia se
adjuntó a la extradición pedida por España y tuvo el mismo final. Pero a
diferencia de la extradición de España, el fiscal apeló y ahora deberá ser la
Corte Suprema la que resuelva el rechazo.
Según el abogado
Fernando Soto, su defendido (Gómez Rivero) cometió un delito "menor",
devolvió lo robado y se disculpó. Soto, quien cobró notoriedad en la vecina
orilla por representar a un grupo de víctimas de la tragedia de Cromañón, dijo
en 2007 a El País que fue él mismo quien devolvió a la Justicia argentina ocho
piezas históricas que, con otras halladas en Australia y EE.UU., completarían
las que su cliente reconoce haber robado de la biblioteca madrileña.
Entre estos
documentos, estaban dos incunables del astrónomo y geógrafo greco- egipcio del
siglo II Claudio Ptolomeo, impresos 12 siglos más tarde, en 1482, utilizados
por Cristóbal Colón para emprender el viaje a "las indias".
El escándalo desatado
en España por el robo de los mapas históricos le costó el cargo a la
exdirectora de la Biblioteca Nacional de Madrid, la escritora Rosa Regás, quien
renunció tras enfrentarse públicamente con el entonces ministro de Cultura,
César Antonio Molina.
Pero el episodio llevó
a que los fondos de la biblioteca española comenzaran a ser inventariados
después de décadas. Y a que otros acervos -de Uruguay por ejemplo- comenzaran a
atar cabos y a pensar en otros robos que habrían sido cometidos por Gómez
Rivero.
Primeros pasos.
César Ovilio Gómez
Rivero nació el 22 de mayo de 1947 en Uruguay. Su Cédula de Identidad es la
1.119.436-1 y su domicilio, según acreditó en algunos registros, era San José
1044, en el centro de Montevideo, una dirección que no existe. De todos modos
es probable que esa Cédula de Identidad sea real, puesto que denunció su
extravío en la Seccional 2ª el 15 y el 19 de agosto de 2007. También habría
tramitado una libreta de conducir poco antes que se conociera lo del robo en
Madrid, según información que manejaba Interpol Uruguay.
Utilizando un
documento de identidad paraguayo número 30.831-29-1 se acreditó en noviembre de
2003 como lector en la Casa de Lavalleja, una dependencia del Museo Histórico.
Presentó además una
tarjeta de investigador del Archivo Nacional de Paraguay, siempre usando el
nombre de César Gómez Bullrich. La agregada cultural de la Embajada de Paraguay
en Uruguay, Lourdes Ogado, confirmó en ese momento que la tarjeta de
investigador era real pero que ya había caducado, y que el número del documento
de identidad no existía en su país. Además, Gómez Rivero (o Bullrich en ese
caso) declaró su domicilio en Punta del Este, calle Gorlero 429 apartamento
002, otra dirección que no existe.
De todos modos, la
dirección más insólita que aportó como "investigador" para llevarse
los incunables fue Serrano 52, Madrid, donde se encuentra "El Corte
Inglés". Algo así como declarar que vive en el Punta Carretas Shopping.
Guante blanco.
Existen indicios de
que Gómez Rivero robó documentos en dependencias del Museo Histórico Nacional
en 2003. Su accionar obligó además a abrir una investigación en la Biblioteca
Nacional, donde se lo vinculó con otros hurtos ocurridos en 2001. Fuentes
allegadas a la dirección de la biblioteca de aquel entonces indicaron a El País
que probablemente Gómez Rivero formaba parte de "una organización
internacional" dedicada al robo de materiales históricos.
Aunque parezca
curioso, en la principal biblioteca del Uruguay puede ser más fácil acceder a
un material restringido que a un libro escolar. Basta con falsear la identidad
y el currículum al momento de hacer el registro (donde se pide una fotocopia de
la cédula) para obtener un carné de investigador.
El 13 de octubre de
2001, un funcionario de la Sala de Materiales Especiales de la Biblioteca
Nacional encontró que un "investigador" había dejado un estuche de
lentes. Pero adentro no había lentes, sino navajas de afeitar. Se presume que
esas navajas podrían pertenecer a Gómez Rivero, quien cortó con un elemento similar
los mapamundis incunables en España.
En 2003, un grupo de
personas se presentó en la Biblioteca Nacional como "enviados de la
Biblioteca del Vaticano". Esto resultó ser falso, y coincidió con robos en
bibliotecas de Mendoza y en la Biblioteca Nacional de Argentina, también
vinculados a individuos con las mismas "credenciales". El paso de
Gómez Rivero por la Biblioteca Nacional de Uruguay ocurrió en ese período, por
lo que no se descartó su vinculación.
Sin embargo, en muchas
ocasiones habría entrado a la Biblioteca Nacional sin presentar documentos,
cosa que disparó una investigación interna.
Extraído de: http://www.elpais.com.uy/
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