sábado, 8 de marzo de 2014

ACUSADO DE SONADOS ROBOS EN ESPAÑA, PARAGUAY Y URUGUAY

Niegan la extradición del célebre ladrón uruguayo de mapamundis



La Justicia argentina desestimó el pedido de extradición realizado por España y Uruguay de quien es sindicado como el autor del robo de 11 mapas españoles del siglo XVI y de otros materiales de la Biblioteca Nacional y museos de Uruguay.



ANDRÉS LÓPEZ REILLY



Un juez del vecino país desestimó la extradición de "El Negro" César Ovilio Gómez Rivero, quien robó un valioso conjunto de mapamundis de 500 años de antigüedad de la Biblioteca Nacional de Madrid y habría dejado sus huellas al menos en Uruguay, Paraguay y probablemente en Argentina.
Tras pagar una fianza de unos US$ 6.000 hace 7 años, este uruguayo de 67 años (nacionalizado español) se quedó a vivir en su lujoso chalé del barrio bonaerense de Pilar.
Según informó el portal de información jurídica de Argentina Infojus Noticias, España requirió la extradición de Gómez Rivero por "daño agravado, hurto agravado, robo agravado y contrabando", delitos con penas de hasta 8 años de prisión.
El expediente que se inició en Argentina fue derivado al Juzgado Federal de Campana a cargo del juez Adrián González Charvay. Recién a fines de diciembre del año pasado y principio de febrero de 2014 se hizo el juicio oral de extradición.
España solicitó la indagatoria de Gómez Rivero, aunque la pidió a través de una rogatoria, es decir que el juez argentino haga la indagatoria para el magistrado español.
El 5 de febrero de este año el juez González Charvay finalmente rechazó la extradición a España por considerar que, aunque por las leyes argentinas el caso no se encontraría prescripto, sí había prescripto en España por la "falta de actividad judicial en tiempo oportuno". El fiscal no apeló la decisión, y el rechazo quedó firme.
Al mismo tiempo, el juzgado argentino recibió otro pedido de extradición solicitado por Uruguay. En este caso, por el robo de "libros, manuscritos, sellos, mapamundis y objetos de arte", sustraídos entre 1998 y 2007 de la Biblioteca Nacional y de "diversas bibliotecas".
Esta denuncia se adjuntó a la extradición pedida por España y tuvo el mismo final. Pero a diferencia de la extradición de España, el fiscal apeló y ahora deberá ser la Corte Suprema la que resuelva el rechazo.
Según el abogado Fernando Soto, su defendido (Gómez Rivero) cometió un delito "menor", devolvió lo robado y se disculpó. Soto, quien cobró notoriedad en la vecina orilla por representar a un grupo de víctimas de la tragedia de Cromañón, dijo en 2007 a El País que fue él mismo quien devolvió a la Justicia argentina ocho piezas históricas que, con otras halladas en Australia y EE.UU., completarían las que su cliente reconoce haber robado de la biblioteca madrileña.
Entre estos documentos, estaban dos incunables del astrónomo y geógrafo greco- egipcio del siglo II Claudio Ptolomeo, impresos 12 siglos más tarde, en 1482, utilizados por Cristóbal Colón para emprender el viaje a "las indias".
El escándalo desatado en España por el robo de los mapas históricos le costó el cargo a la exdirectora de la Biblioteca Nacional de Madrid, la escritora Rosa Regás, quien renunció tras enfrentarse públicamente con el entonces ministro de Cultura, César Antonio Molina.
Pero el episodio llevó a que los fondos de la biblioteca española comenzaran a ser inventariados después de décadas. Y a que otros acervos -de Uruguay por ejemplo- comenzaran a atar cabos y a pensar en otros robos que habrían sido cometidos por Gómez Rivero.

Primeros pasos.
César Ovilio Gómez Rivero nació el 22 de mayo de 1947 en Uruguay. Su Cédula de Identidad es la 1.119.436-1 y su domicilio, según acreditó en algunos registros, era San José 1044, en el centro de Montevideo, una dirección que no existe. De todos modos es probable que esa Cédula de Identidad sea real, puesto que denunció su extravío en la Seccional 2ª el 15 y el 19 de agosto de 2007. También habría tramitado una libreta de conducir poco antes que se conociera lo del robo en Madrid, según información que manejaba Interpol Uruguay.

Utilizando un documento de identidad paraguayo número 30.831-29-1 se acreditó en noviembre de 2003 como lector en la Casa de Lavalleja, una dependencia del Museo Histórico.
Presentó además una tarjeta de investigador del Archivo Nacional de Paraguay, siempre usando el nombre de César Gómez Bullrich. La agregada cultural de la Embajada de Paraguay en Uruguay, Lourdes Ogado, confirmó en ese momento que la tarjeta de investigador era real pero que ya había caducado, y que el número del documento de identidad no existía en su país. Además, Gómez Rivero (o Bullrich en ese caso) declaró su domicilio en Punta del Este, calle Gorlero 429 apartamento 002, otra dirección que no existe.
De todos modos, la dirección más insólita que aportó como "investigador" para llevarse los incunables fue Serrano 52, Madrid, donde se encuentra "El Corte Inglés". Algo así como declarar que vive en el Punta Carretas Shopping.

Guante blanco.
Existen indicios de que Gómez Rivero robó documentos en dependencias del Museo Histórico Nacional en 2003. Su accionar obligó además a abrir una investigación en la Biblioteca Nacional, donde se lo vinculó con otros hurtos ocurridos en 2001. Fuentes allegadas a la dirección de la biblioteca de aquel entonces indicaron a El País que probablemente Gómez Rivero formaba parte de "una organización internacional" dedicada al robo de materiales históricos.
Aunque parezca curioso, en la principal biblioteca del Uruguay puede ser más fácil acceder a un material restringido que a un libro escolar. Basta con falsear la identidad y el currículum al momento de hacer el registro (donde se pide una fotocopia de la cédula) para obtener un carné de investigador.
El 13 de octubre de 2001, un funcionario de la Sala de Materiales Especiales de la Biblioteca Nacional encontró que un "investigador" había dejado un estuche de lentes. Pero adentro no había lentes, sino navajas de afeitar. Se presume que esas navajas podrían pertenecer a Gómez Rivero, quien cortó con un elemento similar los mapamundis incunables en España.
En 2003, un grupo de personas se presentó en la Biblioteca Nacional como "enviados de la Biblioteca del Vaticano". Esto resultó ser falso, y coincidió con robos en bibliotecas de Mendoza y en la Biblioteca Nacional de Argentina, también vinculados a individuos con las mismas "credenciales". El paso de Gómez Rivero por la Biblioteca Nacional de Uruguay ocurrió en ese período, por lo que no se descartó su vinculación.
Sin embargo, en muchas ocasiones habría entrado a la Biblioteca Nacional sin presentar documentos, cosa que disparó una investigación interna.



Extraído de: http://www.elpais.com.uy/



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