GIAMBATTISTA
TIEPOLO, ARTE MAYOR
Giambattista o
Giovanni Battista Tiepolo, nació en Venecia el 5 de marzo de 1696 y murió en
Madrid el 27 de marzo de 1770. Estudió las obras de Sebastiano Ricci, el
Veronés y Piazzetta, e imitó el cromatismo, con sus violentos efectos de
claroscuro, de este último. En sus primeras pinturas para techos (palacios
Archinti y Dugnani, en Milán) reafirmó su talento decorativo, basado en las
perspectivas arquitectónicas, las pinturas en trompe-l'oeil y las muchedumbres
en movimiento.
Su primera obra
importante, el ciclo decorativo del palacio arzobispal de Udine (1727-1728),
compuesto de narraciones bíblicas, denota ya, en la conformación de las
figuras, de gran naturalismo, y en la composición de las mismas, aportaciones
del propio artista, aunque se detecten todavía ciertas influencias de Ricci y
el Veronés.
En Milán
trabajó en el palacio Clerici; en Venecia lo hizo en la iglesia de los Scalzi y
en el palacio Labia, cuya decoración constituye una obra maestra de fantasía y
de audacia barroca (Festín de Antonio y Cleopatra y Embarque de
Cleopatra). Reconocido internacionalmente, fue llamado a Würzburgo para
decorar la residencia del príncipe obispo con escenas de la Vida de
Federico Barbarroja (1751-1753). De regreso en Venecia decoró el salón
de la villa Contarini con La recepción de Enriqu
e III (1755-1756).
En 1757
emprendió, junto con su hijo Giandomenico, la decoración de la villa Valmarana
(Vicenza), para la que adoptó la temática mundana y áulica del arte germánico,
creando, mediante el uso de tonos azules, morados, amarillos y grises, un
universo de sensualidad y belleza que constituye su aportación a la pintura del
siglo XVIII.
En 1762 fue
llamado a Madrid para decorar el palacio Real, en el que pintó varios lienzos
espléndidos (La gloria de España, Apoteosis de la Monarquía
española y Triunfo de Eneas). Para la iglesia de San Pascual de
Aranjuez realizó siete grandes lienzos (La Purísima Concepción, Ángel
portador de la Eucaristía, San Pascual Bailón, San
Francisco de Asís recibiendo los estigmas, etc.).
Aunque los
grandes ciclos de frescos constituyen la parte central de la obra de Tiepolo,
su intensísima actividad comprende, además de numerosas telas de tema religioso
y profano, bellos retratos y figuras aisladas, bocetos y dibujos de asombrosa
vivacidad, así como los aguafuertes de los Caprichos, concebidos
hacia 1740 y publicados más tarde por Zanetti, y los de las Chanzas.
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