EDITORIAL

Lo que está mal, está mal

* Si la calidad fuera de la mano del poder adquisitivo o del precio, los productos culturales serían exclusividad de las clases pudientes.

Aldo Roque Difilippo

El Intendente  Guillermo Besozzi dijo que “Tierra de Libertad” no es un documental (pese a que la propia Intendencia de Soriano lo promocionó como tal), y que con él se pretendió simplemente exaltar el  espíritu patriótico en la población. Dijo también que quienes criticamos tiramos para el fondo buscando ahogar a alguien. Pero también se desdijo cuando afirmó que es bueno que nos ocupemos del tema.  Dijo que “Tierra de Libertad” no es un documental, y que no es un cortometraje y a mi me quedó la duda si no sabe la diferencia entre uno y otro, o si aparenta no saberla para no hablar del tema de fondo, o sea los gruesos errores en los que incurre. Después afirmó, en dos oportunidades que filmarlo y producirlo costó $ 3 mil, y sobre la marcha se rectificó y rebajó la cifra “me hablaron de U$S 2.400”; y con esa cifra pretendió justificar que como es barato puede tener errores.  Si la calidad fuera de la mano del poder adquisitivo o del precio, los productos culturales serían exclusividad de las clases pudientes. Si para hacer un buen trabajo  dependiera únicamente del costo, mucho de los que están leyendo este texto seguramente no podrían hacerlo, ya que nunca habrían recibido ninguna instrucción, porque  es muy probable que hayan concurrido a una Escuela pública, con un montón de carencias, y que hayan tenido que estudiar en libros prestados o concurrir a la biblioteca pública para tomar apuntes y dar la lección.

Entonces ese no es justificativo para avalar lo que está mal.

Pero aparte de todo eso dijo “nadie cobró un mango”; entonces ¿en qué se gastaron  los U$S 2.400 que costó filmar “Tierra de Libertad”?