Cementerio clandestino
Foto extraída de www.eldiario.com.uy |
El nuevo hallazgo de restos óseos
en las entrañas del Batallón de Paracaidistas Nº 14 de Toledo, a escasos metros
de la fosa donde se encontraron los restos del maestro Julio Castro, abrió la
posibilidad de que la zona sea un cementerio clandestino de la dictadura.
El trabajo del Equipo de
Antropología Forense de la
Udelar en una zona situada a los fondos del Batallón Nº 14,
conocida como “los campos de Vidiella”, permitió el hallazgo en octubre de 2011
de los restos de Castro y en marzo de 2012 de los restos de Blanco.
En este sentido, el jefe del
equipo de antropólogos, José López Mazz, aseguró que el nuevo hallazgo
demuestra que “esta zona es importante y posiblemente sea el cementerio
clandestino del cual hablaban los represores”. López Mazz refiere al posible
hallazgo de “Arlington”, denominación utilizada por los militares para señalar
un cementerio clandestino de la dictadura.
Los trabajos en el Batallón Nº 14
comenzaron tras una disposición del juez Penal de 2º Turno, Pedro Salazar. El
magistrado valoró diversas pruebas que daban cuenta de posibles enterramientos
en la zona, como el hallazgo en 2009 de pequeños fragmentos óseos y la
constatación de movimientos de tierra. Asimismo, los antropólogos recibieron la
versión de vecinos de Toledo “que vieron las máquinas trabajando entre 1984 y
1985, buscando cuerpos”, señaló López Mazz.
La búsqueda de restos por parte de
militares sería la conocida “Operación Zanahoria”, por la cual se procuró el
desenterramiento de los cuerpos de los desaparecidos. “Las expectativas bajan
en la medida que, según numerosas versiones, fueron retirados muchos cuerpos,
pero nos interesaba encontrar restos residuales o cuerpos que se les hubieran
escapado”, afirmó. Los trabajos permitieron recuperar dos cuerpos completos.
Mismo patrón
Foto extraída de www.subrayado.com.uy |
López Mazz explicó en el momento
del hallazgo, que los dos cuerpos hallados en el Batallón Nº 14, el de Castro y
el de Blanco, tenían “el mismo patrón de enterramiento”, situándose a solo
cincuenta metros de distancia uno de otro. En este sentido, destacó que la fosa
de Blanco, de un metro de profundidad, fue excavada en la piedra (“cuando
hicieron la fosa llegaron a la piedra y siguieron con alguna herramienta unos
30 o 40 centímetros ”).
El enterramiento fue similar al de
Castro: la excavación conformó un lecho de roca, lo cubrieron con cal, tras lo
cual se arrojó el cuerpo y nuevamente cal, como forma de acelerar el proceso de
descomposición del cuerpo.
Extraído de: www.diariolarepublica.net
Foto extraída de AFP |
No hay comentarios:
Publicar un comentario