MEC
trabaja en
crear
espacios de encuentro en los predios militares
donde fueron enterrados los presos políticos
·
Para “que ese nunca más que surge desde muchas
gargantas se pueda transformar en unanimidades”
Aldo
Roque Difilippo
Los
sitios militares donde fueron encontrados los cuerpos de Ricardo Blanco, Julio
Castro, Ubagesner Chávez Sosa, y
Fernando Miranda, pueden convertirse en memoriales, lugares donde la
sociedad civil pueda concurrir a
visitarlos. Porque “la
construcción de la memoria y la justicia van en paralelo”, comentó Oscar Gómez. El sub secretario del Ministerio
de Educación y Cultura (MEC) en diálogo
con HUM BRAL adelantó esta iniciativa,
“quizá como novedad”, y en la que se pretende involucrar también al Ejército
porque “son espacios
comunes”.
El
maestro Oscar Gómez estuvo en Mercedes en el homenaje realizado a Ricardo
Blanco en oportunidad del regreso de sus
restos, que fueron inhumados en el Cementerio local.
Hay
información que aún falta conocerse, y
un reclamo permanente hacia quienes conocen esa información para que la aporten...
-Lo
dijo el Comandante en Jefe del Ejército, que si hubo alguna vez alguna orden de
ocultamiento de la verdad, queda en este
momento eliminada y se compele a que aporten datos. Creemos que eso está en camino, por tanto hacer
retroceder la impunidad es un trabajo contante. Queda mucho por hacer. Quedan
muchas familiar por reencontrarse con sus seres queridos, queda mucha justicia
por establecer, pero también miremos con
optimismo el camino recorrido. Miremos con satisfacción que los uruguayos están
encontrando no solamente los restos de sus seres queridos, sino pueden
establecer las condiciones y los
momentos; y por lo tanto que ese nunca
más que surge desde muchas gargantas se pueda transformar en unanimidades.
¿Ud.
cree que la sociedad ha evolucionado? Se lo pregunto en base a las divisiones
que siempre ocurren de mirar o no hacia atrás.
-Hace
tiempo atrás estuvimos trabajando en el MEC en temas de discriminación, y en la
reivindicación de la cultura afro, y
veíamos como todavía no hay en el Uruguay una auténtica integración. Los afro descendientes están muchas veces en
los salarios menos pago, en las formas de estudios más precarias. Porque nunca
hubo una condena enérgica al esclavismo. Porque quienes construyeron el Uruguay
como Estado, provenían de las capas sociales que se habían apropiado de la riqueza generada por los esclavos, y no
hubo una condena enérgica, contundente. Simplemente hubo una abolición de la
esclavitud, que fue un avance, pero no hubo una condena a la situación. Porque se habían beneficiado
del trabajo de los afro descendientes,
que les permitía acumular la riquezas donde se asentó su poder y grandeza.
Si
no atamos con firmeza las causas que llevaron a que existiera fascimo en el
Uruguay, difícilmente no se podrá construir
una sociedad armónica . Y esas divisiones se dan porque no hay la
suficiente información, y esto que hoy estamos viviendo en Mercedes, con esta
reconstrucción de la verdad y del estado de ánimo, que contribuya a que no haya divisiones, sino acercamiento; porque seguramente no hay
ningún oriental honesto que pueda decir que la muerte de Blanco Valiente fue un
acto de guerra. Fue un acto de barbarie.
Por
eso, los otros días el MEC y el Parlamento entregaron la acreditación de que el Estado había
incurrido en excesos violando los
Derechos Humanos desde 1968 hasta 1984.
Es
una señal importante. No este gobierno
ni el anterior, ni el otro, ni el otro. El Estado; pensando en las generaciones
futuras.
¿Qué
va a pasar con los sitios del Estado donde fueron encontrados estos restos? ¿Se
va a tratar de preservarlos pensando también en preservar la memoria?
-Estoy
trabajando intensamente, desde el mismo día de mi asunción como Subsecretario
del MEC, en que los sitios de memoria, tal como lo señala la Comisión de Derechos
Humanos del Mercosur, deben ser un tema de atención y de preservación, porque desde ahí también se
construye la memoria.
Hace un tiempo visité la Catedral de Lima, que
había estado sacudida por un sismo y hubo que re cimentarla. Al hacerse las excavaciones, se dan cuenta
que hay más de 50 cráneos, que en la época de Pizarro habían sido objeto del
saqueo de la vida a los Incas. Inmediatamente se preservó, tal como estaba
eso. Porque 5 siglos en Derechos
Humanos son dos días; y por lo tanto no
podemos nosotros quitarle conocimiento de las generaciones que nos sucedan del
acontecimiento y la preservación del lugar donde fueron encontrados Chávez Sosa
(Ubagesner) , Miranda (Fernando), el maestro Julio Castro, Blanco Valiente (Ricardo).
¿Eso
quiere decir que esas fosas van a ser preservadas para que en algún momento la
sociedad pueda ir a visitarlas?.
-Estoy
estimulando encuentros de diferentes espacios institucionales, y de la sociedad
civil para que se promueva una ley al respecto. Ya obtuve, y lo puedo decir
hoy, quizá como novedad, la aprobación de familiares de desaparecidos y de
Crysol, para una iniciativa al respecto. Queda mucho por transitar, pero
creemos que es un espacio que a la sociedad no se le puede negar. Tener esos
sitios de memoria intacta para las generaciones
que, como en Lima, hoy ven la masacre de los Incas hace más de 500 años,
donde también se pueda ver para aprender
las cosas que no deben suceder.
¿Por
consiguiente significa expropiar o sacar de la órbita militar esos espacios?
-Es
una etapa formidable de reconciliación y
de encuentro entre el Ejército y la sociedad. Creo que son espacios que no son
de unos o de otros, son comunes. Por eso habrá que ver la forma jurídica en que
se encuentran y puedan ser patrimonio de
todos; accesibles a todos.
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