VÍCTOR HUGO, MAS ALLÁ DE “LOS
MISERABLES”
Víctor Hugo nació en
Besançon, Francia, en 1802, y murió en París el 22 de mayo de 1885.
La infancia de Victor Hugo
transcurrió en Besançon, salvo dos años (1811-1812) en que residió con su
familia en Madrid, donde su padre había sido nombrado comandante general. De
temprana vocación literaria, ya en 1816 escribió en un cuaderno escolar:
«Quiero ser Chateaubriand o nada».
En 1819 destacó en los
Juegos Florales de Toulouse y fundó el Conservateur littéraire, junto con sus
hermanos Abel y Eugène, pero su verdadera introducción en el mundo literario se
produjo en 1822, con su primera obra poética: Odas y poesías diversas. En el
prefacio de su drama Cromwell (1827) proclamó el principio de la «libertad en
el arte», y definió su tiempo a partir del conflicto entre la tendencia
espiritual y el apresamiento en lo carnal del hombre.
Pronto considerado como el
jefe de filas del Romanticismo, el virtuosismo de Victor Hugo se puso de
manifiesto en Las Orientales (1829), que satisfizo el gusto de sus
contemporáneos por el exotismo oriental. La censura de Marion Delorme retrasó
su aparición en la escena teatral hasta el estreno deHernani (1830), obra
maestra que triunfó en la
Comédie Française.
En 1830 inició una fase de
singular fecundidad literaria, en la cual destacaron, además de distintos
libros de poesía, su primera gran novela, Nuestra Señora de París, y el drama
Ruy Blas. En 1841 ingresó en la Academia Francesa pero, desanimado por el rotundo
fracaso de Los burgraves, abandonó el teatro en 1843. La muerte de su hija
Léopoldine, acaecida mientras él estaba de viaje, sumada al desengaño por la
traición de su esposa con su amigo Sainte-Beuve, lo sumieron en una honda
crisis.
Entregado a una actividad
política cada vez más intensa, Victor Hugo fue nombrado par de Francia en 1845.
Pese a presentarse a las elecciones de 1848 en apoyo de la candidatura de Luis
Napoleón Bonaparte, sus discursos sobre la miseria, los asuntos de Roma y la
ley Falloux anticiparon su ruptura con el Partido Conservador. El 17 de julio
de 1851 denunció las ambiciones dictatoriales de Luis Napoleón y, tras el golpe
de Estado, huyó a Bélgica. Si bien es cierto que no publicó ninguna obra entre
1843 y 1851, concibió su novela Los miserables y compuso numerosos poemas que
aparecieron posteriormente.
En 1852 se instaló, con su
familia, en Jersey (Reino Unido), de donde pasó en 1856 a Guernesey. Allí
permaneció, en su propiedad de Hauteville-House, hasta 1870. Republicano
convencido, denunció sin tregua los vicios del régimen conservador de su país y
en 1859 rechazó la amnistía que le ofrecía Napoleón. De este exilio de veinte
años nacieron Los castigos, brillante sarta de poesías satíricas, la trilogía
de El fin de Satán, Dios y La leyenda de los siglos, ejemplo de poesía
filosófica, en la que traza el camino de la humanidad hacia la verdad y el bien
desde la época bíblica hasta su tiempo, y su novela Los miserables, denuncia de
la situación de las clases más humildes.
De vuelta a París, tras la
caída de Napoleón III (1870), Victor Hugo fue aclamado públicamente y elegido
diputado. Fue derrotado en los comicios siguientes, pero en 1876 obtuvo el
escaño de senador de París, posición desde la que defendió la amnistía de los
partidarios de la Comuna.
Sin embargo, desengañado por la política, regresó a
Hauteville-House (1872-1873).
El ritmo de su producción
disminuía, pero su prestigio se acrecentaba sin cesar: un banquete conmemoró el
quincuagésimo aniversario de Hernani; en 1881, su cumpleaños fue celebrado
oficialmente y los senadores, en la tribuna, se levantaron sin excepción en su
honor. A su muerte, el gobierno francés decretó un día de luto nacional y sus
restos fueron trasladados al Panteón. Considerado como uno de los mayores
poetas franceses, su influencia posterior sobre Baudelaire, Rimbaud e incluso
Mallarmé y los surrealistas es innegable.
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