sábado, 1 de junio de 2013

El nazismo y la familia Wagner: un manto de dudas sin música



Un bisnieto del genial músico Richard Wagner acusa a su propia familia de querer esconder los vínculos explícitos de la hermana del compositor con Adolf Hitler

 
Hitler con las nietas de Wagner, en Bayreuth

Uno de los bisnietos de Richard Wagner, el historiador Gottfried Wagner, acusó hoy al resto de su familia de “esconder” los vínculos pasados del Festival de Ópera de Bayreuth, fundado por su bisabuelo, con el nazismo.
Las actuales codirectoras del festival, Eva Wagner-Pasquier y su hermanastra Katharina Wagner, practican la misma disciplina de silencio que aplicó su padre y responsable del certamen durante más de medio siglo, Wolfgang Wagner.
“Se presentan como corderillos políticamente inocentes”, apuntó el historiador, en declaraciones a la revista femenina alemana Bunte, y defienden esa imagen a base de “medias verdades”.


El eterno rebelde
Según el descendiente de Wagner, uno de los eternos “rebeldes” en la saga familiar, si los aliados hubieran sabido la verdad de los vínculos con el nazismo no habrían confiado en el patriarca la refundación del festival, tras la Segunda Guerra Mundial.
El Festival de Bayreuth quedó, en los años del nazismo en el poder, convertido en apéndice operístico de Tercer Reich y de Adolf Hitler, quien admiró al compositor de El anillo de los Nibelungo, tanto en lo musical como por su declarado antisemitismo.
La nuera de Richard Wagner, Winnifred Wagner, era una ferviente admiradora del Führer, con el que mantuvo una intensa correspondencia hasta ahora solo revelada parcialmente.
En una reciente entrevista, Katherina Wagner apuntaba que, si por ella fuera, toda esa correspondencia y resto de material de archivo se habría publicado ya o al menos abierto a la consulta, pero que para ello era preciso lograr un consenso familiar.
Wolfgang y su hermano Wieland asumieron las riendas del festival en los años cincuenta, en plena posguerra alemana.
A la muerte de Wieland, en 1966, Bayreuth quedó bajo la dirección en solitario de Wolfgang, quien tras un largo litigio por su sucesión lo traspasó a sus dos hijas Katharina y Eva.
El certamen quedó, tras la capitulación del Tercer Reich bajo custodia de los ejércitos aliados, que confiaron en los dos hermanos, hijos de Winnifred, para reflotar la prestigiosa cita operística, pese a que los fantasmas del pasado de su abuelo. Gottfried Wagner sostiene que es hora de que las descendientes del compositor cumplan con el compromiso repetidamente expresado de dejar estudiar el pasado de la casa. El historiador considera que eso daría realmente “rango histórico” al bicentenario del nacimiento del compositor que se conmemora por estos días, en lugar de los conciertos extraordinarios que se están programando, tanto en Bayreuth como en el resto de Alemania.

Hiper exclusivo
El Festival de Bayreuth es el evento musical más exclusivo del mundo. Para tener una idea cabal de la dimensión de este festival basta consignar que la lista de espera para conseguir entradas  tiene entre nuevo y once años.
O sea, si usted desea escuchar una ópera de Wagner en Bayreuth ejecutada, digamos, por la Filarmónica de Berlín o Viena, dirigida obviamente por los mejores directores de la actualidad, y consigue sacr una entrada hoy, si no le sucede nada en el lapso intermedio, podrá admirar y escuchar esto en la edición del año 2022.




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