Resuelven los misterios del entierro de
Mozart
¿Su cuerpo fue
transportado en un ataúd reutilizable? ¿Fue enterrado desnudo y en una fosa
común? El genial músico murió a los 35 años en la extrema pobreza. El
musicólogo austríaco Michael Lorenz reconstruyó el entierro de Mozart.
Quienes han visto la
película Amadeus (Milos Forman,1984), recuerdan la escena en la que el genio de
Salzburgo era enterrado en las afueras deViena un día nublado y lluvioso del
invierno austríaco. A poco de morir, el cuerpo del compositor es envuelto en un
saco de tela. Varios allegados lo despiden en una iglesia de la ciudad y un
coche de caballos transporta su cuerpo en un ataúd. El féretro tiene una
compuerta en su extremo, de tal manera que el cadáver puede ser arrojado
fácilmente a una fosa común. La caja está lista para usarse de nuevo.
Si bien es cierto que
Wolfgang Amadeus Mozart no fue enterrado con los honores de los que años más
tarde sí disfrutaron Haydn y Beethoven, hay ciertos detalles de su entierro que
son ficticios y que contribuyen a ampliar la leyenda del genio romántico que
muere joven e incomprendido en condiciones de extrema pobreza.
El musicólogo
austríaco Michael Lorenz investiga meticulosamente desde hace años los archivos
de la ciudad de Viena y es un estudioso infatigable de todo aquello que tenga
que ver con Mozart. Lorenz ha reconstruido el entierro del compositor.
El mito parte de las
regulaciones oficiales publicadas por el emperador José II pocos años antes de
la muerte de Mozart. José II sentía rechazo por todo aquello que supusiera
pompa y boato superficial. Por razones de salubridad, redactó una serie de
ordenanzas con el fin de conseguir una mayor celeridad en la descomposición de
los cadáveres. Según estas disposiciones, los ciudadanos fallecidos debían ser
envueltos en bolsas de tela, transportados en ataúdes reutilizables y arrojados
a fosas comunes en las afueras, según relata una nota de María Santacecilia y
Enrique López para Deutsche Welle.
Sus ordenanzas causaron
un gran rechazo entre el pueblo, sobre todo entre los vieneses, que aún
recordaban las fosas comunes de las epidemias de principios de siglo. Aquellas
disposiciones tropezaron con una fuerte protesta ciudadana.Por ese motivo,
varios párrafos hubieron de ser eliminados y nunca llegaron a aplicarse en
Viena.
La orden de envolver
los cuerpos en sacos de tela fue revocada y los ataúdes reutilizables no
llegaron a esta ciudad. El escritor austríaco describe el revuelo entre la
población en su libro ¿Por qué no quiere el pueblo al emperador José II?
Las aclaraciones de
Michael Lorenz aportan luz sobre las circunstancias del entierro de Mozart.
Ahora sabemos que el genio de Salzburgo se marchó vestido al otro mundo -no
desnudo y envuelto en un ignominioso saco de tela-, y dispuso de su propio
ataúd. Fue enterrado en el cementerio de St. Marx en Viena, donde recibió
sepultura en una tumba comunitaria, no en una fosa común.
Su entierro fue, sin
embargo, muy solitario para un compositor del renombre del que Mozart gozaba en
vida. Su fama no hizo sino crecer con el tiempo y actualmente no sólo las
ciudades de Salzburgo y Viena hacen negocio con el nombre del músico, sino toda
Austria. Tras su muerte a los 35 años, dio comienzo el mito.
Extraído de : http://www.diariodecultura.com.ar/
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