Sobre la obra plástica de Vicente Forte Sillié
Por Luis Benítez
“Maja deconstruida”. |
Pocas veces una obra
plástica provoca de tal manera al espectador como para que sus imágenes queden
tan firmemente grabadas en las retinas y puedan ser rememoradas tal como cuando
uno recuerda lo que ha leído, al tiempo que le encuentra nuevos y mayores
significados. Esta polisemia de la imagen tiene un potente referente en la obra
del maestro venezolano Vicente Forte Sillié (ver: http://vforte.tumblr.com), que hace poco tuve el placer de conocer y admirar.
Vicente Forte Sillié es una
artista polifacético, pues su intereses creativos abarcan también otras
disciplinas, como el cine, la fotografía y la literatura, mas ciñéndonos en
este breve espacio a su trabajo plástico, apreciamos que en él tiene un espacio
preferencial el empleo de las técnicas mixtas y el collage. En referencia a
ello, de una conversación personal con el artista se desprende que éste se
siente más cómodo empleando estas técnicas que otras, como el dibujo. Asimismo,
para Forte Sillié tanto el collage como las técnicas mixtas resultan desafíos
relacionados con la búsqueda y la colección de imágenes, pues gracias a su
empleo la apropiación, la improvisación, la sorpresa, el reemsablaje y el
decollage son factibles. Como señaló alguna vez Forte Sillié: “Cada una de mis obras es un Frankeinstein y
la técnica mixta y el collage son el doctor perfecto”. Esto nos remite de
inmediato a sus mismos inicios como artista, cuando en su primera etapa sus
trabajos tenían una fuerte impronta naive, minimalista, abstracta e intuitiva.
Aquellos trabajos eran fuertemente abstractos y en ellos lo fundamental para
Forte Sillié eran la dimensión y el color. Luego las dimensiones pasaron a un
plano secundario y se produce un cambio importante, pues el artista comienza a
incorporar textos y metamensajes cortos, los que había publicado antes en su
cuenta de Twitter. O sea que fue la palabra el elemento que empezó a originar
imágenes. El artista (¿por juego? ¿con otras intenciones?) suele denominar a estos
trabajos sus “tuipinturas”. Dado que pasado un tiempo comenzó a necesitar
emplear otros elementos, además de la pintura, el camino quedó franco para que
se abocara a la técnica mixta y al collage. Como todos los grandes creativos,
Vicente Forte Sillié vive atento a las modificaciones de su sensibilidad y a
las necesidades de nuevas técnicas y medios de expresión para esos cambios
interiores: de hecho, ha experimentado con la serigrafía y supone que
paulatinamente irá sumando también esta técnica en la elaboración de nuevas
obras.
Pero deteniéndonos en la tour de
force, hasta ahora, del maestro venezolano residente en Miami, las técnicas
mixtas y el collage, vienen muy bien a cuento las consideraciones sobre esta
etapa de su obra, publicadas en la revista estadounidense Nagari, Vol. 2-2013: “Vicente
Forte Sillie en la serie “Azul”: las tiras del comic se
resquebrajan y las letras se sobreponen imitando en algún momento al que
pudiera ser de una forma deliberadamente desordenada, a los iconos del alfabeto
ruso. En un arrebato de sensualidad, una mujer se tumba bajo el azul, Azul 1, y
se posa como si fuera una Maja, atrapada por unos muros amarillos que componen
las letras en mayúscula de nuestro abecedario. En Azul 2 la mujer está alterada o fenecida por algún tipo de
fármacos y en Azul 3 alguien la ha poseído mientras besa bajo el efecto de la succión una parte
difícil de precisar del cuerpo de la víctima. Un estilo que bien podría
ilustrar cualquier portada de novela policiaca de Raymond Chandler o Dashiell
Hammet. Tiene otra serie, “El Rey de la Nada ”, donde la omisión del
rostro es patente. Lo dará a sobreentender algunas veces como en el retrato de
Winston Churchill sosteniendo su famoso habano
y lo hará también –aunque en otra serie- con el retrato de Sigmund Freud
pero esta vez con el antifaz de Batman. Esta
última serie es un alegato contra el ser humano en sí mismo, no sé si
haciendo referencia al hombre como sujeto histórico o al hombre de hoy por su
desfachatez política ante el mundo para resolver sus problemas más primarios”.
Estas apreciaciones nos dan la clave para comprender y adentrarnos en la
compleja relación que la obra de Forte Sillié mantiene con lo real. El artista
entiende la realidad, como una superposición de capas apoyadas las unas sobre
las otras, carecientes de significación esencial, ya que significado y
significante no pueden separarse y consecuentemente la interdependencia resulta
ser total. De manera que ni las cosas, ni las imágenes, ni las formas, poseen
significado independiente sino que éste es más bien extrínseco, codependiente
del ojo que mira y el cerebro que piensa. Manifestó el maestro venezolano,
a este respecto en cierta ocasión, que: “Tendemos
a olvidar esta relación dinámica y condicional entre el afuera, como realidad
externa, y el adentro, como realidad interna. Hemos sido entrenados para
ejercitar y endosar a la realidad nuestros conceptos, creencias, prejuicios y
paradigmas. Damos por sentado que lo que vemos y el cómo lo vemos obedece
a una interpretación sólida, única y veraz; obviamos el prodigio de lo
cotidiano y la relatividad y, en consecuencia, evitamos confrontarnos,
cuestionar, dudar sobre lo que damos por sentado y cierto”. De tal manera,
cada vez que Vicente Forte Sillié escribe, filma, fotografía o pinta, tiene la
intención de usar “lo real” para desmitificar “lo real” mismo. Toda
manifestación del
arte es a su entender una vía, una de tantas, para despertar,
para arrancarse de sí mismo, para cuestionarse y cuestionar. Una terapia de
choque que amablemente y sin prejuicios sirve para que el individuo vea
nuevamente lo que lo rodea, con los mismos ojos pero con otra mirada. Es por
ello que su trabajo se basa en un permanente devenir perceptual, en la
exploración continua del mundo y los sentidos; ello enraizado en la más
profunda duda que prevalece ante cualquier certeza, verdad impuesta y
paradigma establecido. La expresión de ese proceso infinito e interminable de
búsquedas y objeciones intenta un significado mediante la
obra artística de Vicente Forte Sillié, quien de tal modo busca en el
texto los contrasentidos, los eufemismos, los metamensajes, las contradicciones
y las referencias; en la imagen, lo semiótico, lo minimalista, lo infantil y lo
sencillo. Todo ello esperando alcanzar un resultado propagandístico que resuene
en quien mire y perciba, en quien esté dispuesto a ver más allá de lo aparente,
algo que, como un koan, retumbe hasta
convertirse en eco del propio pensamiento.
“Sigisbatmund Freud” |
Sin duda, se trata de una obra para seguir en su promisorio desarrollo y
que dará más que hablar (y mucho), tanto a la crítica especializada como el
conocedor y el público en general.
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