JEAN HONORÉ FRAGONARD, CRONISTA DE SU
SIGLO
Jean
Honoré Fragonard nació en Grasse, el 5 de abril de 1732 y murió en París el 22
de agosto de 1806. Discípulo de Chardin y de Boucher, en 1752 obtuvo el gran
premio de Roma. Estudió a los grandes maestros del Renacimiento y, en especial,
a su contemporáneo Tiépolo.
A
su regreso a París, se dedicó a la pintura de temas galantes y sentimentales,
con los que alcanzó un éxito extraordinario. Entre sus obras maestras, destaca
la serie de pinturas que
le encargó madame du Barry para decorar su palacio,
conocidas como Los progresos del amor en el corazón de las jóvenes.
También pintó escenas familiares (Joven madre; Feliz fecundidad;
Visita al ama), paisajes y retratos (El abate de Saint-Non; Autorretrato).
En 1773 volvió de nuevo a Italia y realizó una serie de dibujos a la sanguina
de monumentos de aquel país, para los que se inspiró en los maestros italianos
y holandeses, aunque sin perder por ello originalidad.
Fragonard
es uno de los mayores representantes de la pintura del s. XVIII. Su estilo
fogoso, pleno de desenvoltura, y su vivísima sensibilidad se expresan con la
misma facilidad en las escenas galantes o morales que en los retratos y en las
composiciones o escenas de costumbres. La Revolución puso fin a la demanda de
obras del género galante y los últimos años de su vida transcurrieron en la
miseria. Este artista resume en su obra las aspiraciones del s. XVIII, con sus
contrastes y contradicciones.

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