AUGUSTO ROA BASTOS, EL
ETERNO EXILIADO
Augusto
Roa Bastos nació en Asunción, Paraguay, el 13 de junio de 1917 y murió el 26 de abril de 2005. Narrador y
poeta, sin
En 1936 trabajó en Asunción como periodista para El
País, del que fue luego director. Por entonces, con J. Pla, H. Campos
Cervera y otros pocos, inició la que sería la renovación poética paraguaya de
la década de 1940. En 1944 viajó a Gran Bretaña, con una invitación del Consejo
Británico, y trabajó allí como corresponsal para su periódico y también en la
BBC de Londres, donde fue el primer locutor paraguayo.
Poco después de regresar al país, fue forzado al exilio
tras la Revolución de 1947, cuando se ordenó su arresto, hecho que lo obligaría
a vivir en el exterior por más de cuarenta años, de los cuales los primeros
treinta transcurrieron en Buenos Aires.
Durante este largo período trabajó entre otras cosas como
guionista cinematográfico, una profesión que calificaría como "de supervivencia"
pero que sin embargo influyó en su "estilo descriptivo", tras haber
estructurado los argumentos de una docena de películas. En 1953 publicó su
colección de cuentos El trueno entre las hojas, libro al que le
siguió, en 1960, la novela Hijo de hombre, por la que recibió el
unánime reconocimiento de la crítica. De modo fragmentario, esta obra abarca
cien años de historia paraguaya, y en ella hay que destacar el rigor técnico
con que el autor traza su complejo relato y la fuerza expresiva de una prosa mestiza
(Más tarde dio a conocer El baldío (1966), Madera
quemada (1967) y Moriencia (1969). Pero su fama
internacional no llegaría hasta 1974, cuando publicó Yo el Supremo,
novela histórica que protagoniza el dictador Gaspar Rodríguez de Francia, obra
que lo estableció definitivamente en la vanguardia de los escritores del
continente y por la que pasó a formar parte del llamado boom latinoamericano.
Figura siniestra y a la vez fascinante, con visos de
déspota ilustrado, Gaspar Rodríguez de Francia encerró materialmente a su país
dentro de un círculo de autoritarismo y de aislamiento. En la novela, el
narrador queda sustituido por un compilador que proporciona materiales al
lector para que sea éste quien la monte o construya. Como obra del lenguaje,
profundiza en las raíces del español paraguayo, en busca de lo que se ha
calificado de "oralidad escrita", lo cual potencia la creación de
neologismos, deformaciones y continuos juegos tanto léxicos como sintácticos.
En 1976 se integró al plantel de profesores de la
Universidad de Toulouse, en Francia, donde enseñó literatura y guaraní hasta
1984. En 1982, durante una visita que realizó a su país, fue expulsado del
Paraguay y se le confiscó el pasaporte, acusado por el régimen de Stroessner de
adoctrinar a la gente joven con la ideología marxista. Como única prueba se
presentaron documentos que demostraban que había estado en Cuba.
De 1985 en adelante fue un opositor activo al gobierno de
Stroessner y actuó como embajador no oficial del Acuerdo Nacional en Europa. En
febrero de 1986 publicó una Carta Abierta al pueblo paraguayo, que circuló
ampliamente dentro del país y en la que se exigía una transición a la vida
democrática. Poco después de la caída de Stroessner regresó al Paraguay. En
noviembre de 1989 recibió el Premio Cervantes.
Sus publicaciones posteriores incluyen las novelas Vigilia
del almirante (1992), El fiscal (1993), Contravida (1994)
y Madama Sui (1995). También publicó piezas de teatro y
numerosas antologías de relatos como Los pies sobre el agua (1967), Cuerpo
presente y otros cuentos 1971), Lucha hasta el alba (1979), Antología
personal(1980), Contar un cuento y otros relatos (1984).
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