Hallan ofrenda prehispánica con
más de 50 mil objetos en Teotihuacán
Más de 50 mil objetos con
un gran valor económico y simbólico conforman la majestuosa ofrenda que
investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
hallaron al final del túnel que se encuentra bajo el Templo de la Serpiente Emplumada
en la la zona arqueológica de Teotihuacán.
En una rueda de prensa
esta mañana, la directora del INAH, Teresa Franco, dio a conocer el
descubrimiento que forma parte del proyecto Tlalocan. Camino bajo la tierra que
se desarrolla en el sitio desde hace 5 años.
La hipótesis principal es
que la rica ofrenda antecede el sitio donde estarían los restos de un
importante dignatario teotihuacano. No obstante, será hasta enero, cuando
inicie una nueva temporada de exploración, cuando se compruebe o deseche esa idea.
Por el momento, se han
recuperado materiales únicos y preciosos entre los que destacan cuatro
esculturas labradas en piedra, una masculina y tres femeninas, ornamentadas con
joyería prehispánica elaborada en jade y piedra verde.
También hay decenas de
grandes caracoles procedentes del Golfo de México y el Caribe, miles de cuentas
de diversos materiales, pelotas de hule, huesos de grandes felinos, discos de
pirita y una caja de madera conteniendo decenas de conchas trabajadas y los
esqueletos de escarabajos.
Ha sorprendido el hallazgo
de abundantes restos de aves, así como más de 15 mil semillas de tuna,
jitomate, maíz y restos de flores de calabaza. Hay piezas elaboradas en ámbar,
unos 4 mil objetos de madera en excelente estado de conservación, cuchillos de
obsidiana, espejos de pizarra y pirita labrados por una de sus caras, y unos
pequeños restos de piel, que está por definirse si corresponden a algún animal
o un humano.
El equipo de trabajo
encabezado por el arqueólogo Sergio Gómez han confirmado que el túnel no solo
se utilizó como repositario de ofrendas, sino que es una metáfora del acceso al
inframundo, por lo que la probabilidad de hallar restos de un alto dignatario
son muchas.
Lo anterior contribuye a
entender que Teotihuacán fue construida como una réplica de la manera como se
concibió el cosmos en la época de su fundación (alrededor de los años 150 y 200
de nuestra era): arriba la región celeste, en medio el plano terrenal y abajo
el inframundo.
Extraido de: http://www.jornada.unam.mx/
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