sábado, 20 de diciembre de 2025

 

Juan Correa: El verdulero del barrio que arranca sus entrañas para pintar y escribir



El artista y poeta mercedario, recientemente distinguido por el Ministerio de Educación y Cultura, nos abre las puertas de su "santuario", “El Altillo del Loko” para hablar sobre la intensidad, el compromiso social y la necesidad imperiosa de encontrarnos en un mundo individualista.








Sobre un almacén de barrio Cerro está “El Altillo del Loko” un recinto cargado de pinturas, frases, colores y libros, donde Juan Antonio Correa convoca a amigos de diferentes latitudes a cantar, recitar poemas o simplemente a encontrarse en una charla.

Entre el trajín cotidiano de la balanza del almacén y la charla con los vecinos, late un universo de metáforas y colores vibrantes. Allí habita, trabaja y crea Juan, un hombre que se define con orgullo como "el verdulero del barrio", aunque su reciente mención en los Premios a Letras Inéditas del MEC y su proyección internacional en países como México, España e Italia, cuenten una historia mucho más profunda.







De la poesía social al impacto de un nombre

Tras años escribiendo poesía de corte social, Correa presenta una obra que marca un quiebre en su trayectoria. "Este es un libro diferente a lo que venía haciendo; habla más sobre el amor hacia una persona", explicó al dialogar con @gesor. El motor de este nuevo poemario fue "el impacto de un nombre": Anne-Marie, un disparador que se convirtió en un nombre propio y que funciona como el hilo conductor de una obra que cierra un círculo perfecto.

El libro contó con el "puntillazo final" del reconocido poeta Gerardo Ciancio, quien ayudó a extirpar y retocar textos para dar forma definitiva a un conjunto de poemas que Juan presentó sin ambiciones de concurso organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, sino como una vía para "lograr publicar y que la gente te reconozca", en un mercado editorial como el uruguayo donde el autor suele "bancarse" sus propias impresiones.




Internet como tabla de salvación

La historia de Juan con la literatura no fue lineal. Aunque llegó a la poesía de niño, se sintió "castrado por su entorno" en varias etapas de su vida. Tras dejar el liceo en tercer año —una de las cosas de las que más se arrepiente—, el destino lo puso a trabajar en una librería. "Me pagaron el despido con libros de Baudelaire, Bécquer y Machado", recuerda mientras asegura que aún los conserva como tesoros.

Fue la llegada de internet lo que rompió su aislamiento. Desde el anonimato de Facebook, sus textos viajaron a Ecuador y de allí al resto del mundo, antes incluso de ser conocido en Uruguay. "Internet es una herramienta, todo depende de cómo la usemos y con quién te juntes", reflexiona.



Pintura y escritura: El acto de "arrancarse las entrañas"

Para Correa, no hay división entre el pincel y la pluma. Ambos procesos nacen de la intensidad. "Si no me arranco las entrañas para escribir o pintar, no estoy siendo yo mismo", confiesa. Su pintura, de un fuerte impacto cromático y carácter abstracto, dialoga con una poesía que él define como "hermética" o surrealista, pero siempre cargada de "condimentos sociales".

A pesar de su bajo perfil, Juan ha transformado su espacio, "El Altillo Loko", en un centro de encuentros. Para él, el arte no es una búsqueda de rédito económico, sino una lucha contra la desigualdad y una forma de buscar justicia. "El motor es algo que me nace internamente; sería la persona más feliz del mundo viviendo de esto".



Contra el individualismo: La mística del encuentro

En un mundo que describe como lleno de ego e individualismo, Correa reivindica el contacto humano. "No es mirarnos, sino descubrirnos internamente, llegar a la necesidad espiritual del otro". Por eso, su almacén no es solo un comercio; es un lugar donde se escucha, se abraza y se conversa.

Dijo que prefiere la poesía femenina, por su profundidad, y que recurre constantemente a Alejandra Pizarnik. Mientras el vuelve a su esencia sencilla: el hombre que encuentra poesía en el sonido de la calle durante sus caminatas, o en la soledad de la madrugada. El que recolecta tornillos o palos para armar historias de vida, y el que cree, firmemente, que "estamos llenos de poesía", aunque muchos todavía tengan miedo de darla a conocer.




viernes, 19 de diciembre de 2025

 Infraestructura y descentralización

Fondos para cultura destinaron casi 60 millones de pesos a proyectos en 2025


La Dirección Nacional de Cultura presentó su balance anual, con una inversión que superó los 57 millones de pesos dirigidos al desarrollo de proyectos e infraestructura en todo el país, y con mayor inclusión y alta participación de mujeres. El ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, destacó el incremento en la participación de los fondos y la nueva partida presupuestal para el sistema de museos.

José Carlos Mahía y María Eugenia Vidal

En la instancia, además, se anunciaron los fallos de las convocatorias: el Fondo Concursable para la Cultura seleccionó 50 proyectos, mientras que el Fondo Regional para la Cultura eligió 73 propuestas. En tanto, el Fondo para el Desarrollo de Infraestructuras beneficiará a 27 proyectos, de los cuales 13 corresponden a obras edilicias y 14 a equipamiento.

Tras la presentación de los resultados, este viernes 19, el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, destacó la importancia de transparentar el uso de los fondos. Sostuvo que, aun con un presupuesto "heredado", la administración pudo marcar prioridades sobre cómo y dónde ejecutar los recursos.

Sobre los datos, destacó el aumento del 88% en las postulaciones en todo el país, lo que demuestra un alcance nacional efectivo. Asimismo, resaltó que el hecho de que un 63% de los ganadores haya accedido a los fondos por primera vez es un indicador de que el sistema no se limita a repetir un círculo cerrado de beneficiarios, sino que se abre a la sociedad en su conjunto.

Añadió que hubo un incremento significativo de los proyectos inclusivos, lo que garantiza que más personas accedan a las propuestas presentadas. El jerarca aseguró que, pese a las restricciones presupuestales, la prioridad de su gestión ha sido fortalecer la cultura en el interior del país bajo criterios de diversidad.

Por último, subrayó la inclusión del Fondo Nacional de Museos en el Presupuesto Nacional, como un paso clave para asegurar el financiamiento del sector y la consolidación de una política cultural de largo plazo.

La directora nacional de CulturaMaría Eugenia Vidal, informó que durante 2025 la unidad gestionó una inversión superior a los 57 millones de pesos. De ellos, el Fondo de Infraestructuras Culturales recibió la partida más significativa con 21,3 millones de pesos, seguido por el Fondo Concursable para la Cultura con 15,6 millones. Por su parte, el Fondo Regional para la Cultura y el Fondo de Estímulo a la Formación y Creación Artística (FEFCA) contaron con asignaciones de 10,5 y 10,2 millones de pesos, respectivamente. Los datos están incluidos en la presentación de los principales indicadores de gestión para este año.

Respecto a las modificaciones implementadas, la directora explicó que aumentó a 400.000 pesos el monto máximo para proyectos profesionales y se asignaron 3,5 millones adicionales al Fondo Regional para priorizar la descentralización. Asimismo, destacó que en el fondo se eliminó la exigencia de presentar un proyecto de contraparte, por entender que no era coherente con la naturaleza de las becas.

En materia de género, la titular de la Dirección de Cultura resaltó que casi el 56% de las personas beneficiarias fueron mujeres. A su vez, mencionó el aumento en la cantidad y calidad de los proyectos inclusivos seleccionados. Según indicó, entre las instituciones que recibirán apoyo se encuentran las intendencias de Tacuarembó y Cerro Largo, además de la Universidad de la República, a través del Centro Universitario Regional del Este.

Proyecciones y compromiso para el 2026

Vidal anunció que en 2026 se sumará la gestión del Fondo Nacional de Museos, destinado al fortalecimiento de estos espacios culturales en el interior del país. También adelantó que en el primer cuatrimestre del próximo año se iniciará un proceso participativo por el 20.° aniversario del Fondo Concursable.

Para finalizar, sostuvo que, aunque la demanda siempre supera los recursos, la administración trabajará para que los fondos sean estímulos reales y sostenidos para el desarrollo cultural de Uruguay, reafirmando el compromiso con el Gobierno Abierto y la publicación de datos para el control ciudadano.

 

 Reactivación de la sala Artigas

La Biblioteca Nacional inició plan para restablecer servicios de forma gradual


La Biblioteca Nacional del Uruguay comenzó el Plan de Restablecimiento de los Servicios Básicos. La iniciativa permitirá recuperar y ampliar gradualmente la atención al público, tras las restricciones implementadas desde mayo por obras edilicias, de seguridad y conservación patrimonial. Comenzó con la reapertura de la principal sala de lectura, y prevé nuevas etapas de acceso para el público general y centros educativos durante el verano.

Sala Artigas de la Biblioteca Nacional del Uruguay

El plan de restablecimiento de los servicios básicos de la Biblioteca Nacional comenzó con la puesta en funcionamiento de la sala Artigas, el principal espacio público dedicado a la lectura, con atención al público general e ingreso con o sin agenda previa y habilitación para el estudio con material propio, en el horario de 09:00 horas a 15:00 horas, informó la referida dependencia en la jornada. 

Para esta etapa, se reforzó el equipo de atención, duplicando la cantidad de bibliotecólogas y  personal con perfiles de gestión cultural, añade un comunicado del organismo.

El proyecto prevé una reactivación progresiva de los servicios durante diciembre de este año y continuará en enero y febrero de 2026, con prioridad en el acceso al público, la lectura en sala y las propuestas educativas.

Durante enero, la sala Infantil y Juvenil funcionará como espacio cultural del programa Verano Educativo de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), con experiencias literarias a cargo de personal especializado destinadas exclusivamente a grupos participantes del programa.

A partir del 15 de febrero, los centros educativos de todo el país podrán acceder a la agenda para organizar visitas a la biblioteca, instancias que comenzarán en la segunda quincena de marzo e incluirán propuestas educativas y actividades de mediación de lectura para niños, niñas y adolescentes.

Continua el proceso de recuperación

Entre mayo y diciembre de este año, la Biblioteca Nacional mantuvo activos servicios como el área de Derecho de Autor, las agencias para el registro de los datos ISBN e ISSN, el trabajo con editoriales e imprentas para el trámite del depósito legal y las actividades del Archivo Sonoro Lauro Ayestarán-Centro de Documentación Musical (CDM)

Paralelamente, desarrolló acciones de reorganización interna que habilitan el inicio de esta nueva etapa, concebida como un proceso sostenido de mejora y transformación institucional, aseguró el comunicado.

Las tareas se concretaron en coordinación con Presidencia de la República, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), e incluyeron el apoyo técnico del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, la Facultad de Ingeniería de la Udelar y la Dirección Nacional de Bomberos. 

En este marco, la biblioteca fortaleció su equipo, que era integrado por un solo funcionario y ahora conforma un equipo estable de siete personas.

Entre las principales acciones realizadas se destacan la adecuación de salidas de emergencia, la reubicación de 70.000 ejemplares del archivo de Derecho de Autor, el reacondicionamiento integral de la sala Infantil y Juvenil, avances en protocolos de conservación patrimonial, así como mejoras en procesos administrativos y el inicio del proceso de adquisición de un sistema de climatización para la preservación de las colecciones.

Asimismo, la entidad concretó acuerdos con la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República, para retomar pasantías en 2026 y con el Centro Latinoamericano de Economía Humana (Claeh), para la incorporación de egresados en Gestión Cultural, además de avances en la planificación vinculada al proyecto de Ley de Presupuesto 2025–2029.

miércoles, 17 de diciembre de 2025

 Una “cápsula del tiempo” en las nalgas de Cristo





Se trata de dos pergaminos escritos por las dos caras en los que un capellán describió, en 1777, cómo vivía la gente de la época. El descubrimiento tuvo lugar en una iglesia de la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera (Castilla y León, España).
El documento, escrito con pulcra caligrafía, se extrajo del interior de las nalgas de la talla de un Cristo del siglo XVIII y está firmado por el capellán de la catedral de Burgo de Osma (Soria), Joaquín Mínguez. Las responsables del hallazgo son dos restauradoras de la empresa Da Vinci Restauro, que bajaron la imagen del Cristo del altar y retiraron un paño que protegía la parte trasera de la talla. Explican a la prensa que los pergaminos contienen información económica, política, religiosa y cultural.

https://www.facebook.com/Antropologiaytradicionespopulares


martes, 16 de diciembre de 2025

 Libros

Se presenta en Uruguay el programa internacional «25 para el 25», que distribuirá 2.5 millones de libros

La iniciativa surge del Fondo de Cultura Económica de México y prevé la entrega de 2.5 millones de libros de autores latinoamericanos a jóvenes de 15 a 30 años en México y 14 países, incluido Uruguay, con actividades que continuarán durante 2026.



El miércoles 17 de diciembre a las 16 h se presentará en el Instituto Nacional de la Juventud el programa «25 para el 25», una iniciativa del Gobierno de México a través de su Fondo de Cultura Económica (FCE) que tiene por objetivo la distribución de 2,5 millones de libros de literatura latinoamericana a jóvenes de 15 a 30 años en México y 14 países de América Latina, incluyendo Uruguay, para fomentar la lectura y reconocer grandes autores, lanzándose con eventos simultáneos en diciembre de 2025.

La iniciativa entregará 25 títulos de autores latinoamericanos, acercando a la juventud a referentes de nuestra literatura y fortaleciendo el acceso a la cultura en la región. Entre los autores seleccionados se encuentran los uruguayos Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti y Eduardo Galeano.

En Uruguay, el lanzamiento del proyecto se realiza en el INJU con jóvenes que participan de los talleres de escritura y poesía de esa institución, quienes recibirán libros que forman parte de la colección «25 para el 25». El proyecto continuará implementándose durante 2026, e incluirá actividades y entrega de libros a jóvenes en todo el país. 

Participarán de la oratoria la jefa de División Participación del INJU, Florencia Argul; el encargado de Negocios a.i. de la Embajada de México en Uruguay, Jonathan Elías Álvarez Alzúa; la coordinadora del Instituto Nacional de Letras, Valeria Tanco; el ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin y el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía.

jueves, 11 de diciembre de 2025

 Ceremonia de nominación del Jardín de Infantes N° 220 en honor a la pintora “Amalia Nieto”

 

La Administración Nacional de Educación Pública, a través de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria, realizará la ceremonia de nominación del Jardín de Infantes N° 220 del barrio Piedras Blancas en Montevideo con el nombre “Amalia Nieto”, el próximo sábado 13 de diciembre, a las 18:00 horas, en el centro educativo (Bv. Aparicio Saravia 3300).


 

Amalia Nieto (1907-2003) fue una pintora, grabadora y escultora uruguaya de extensa trayectoria, pupila de Joaquín Torres García. Nieto construyó un estilo propio de pintura que se destacó en el siglo XX.

 

Tempranamente manifestó su gusto por la plástica y en 1925 ingresó al Círculo de Bellas Artes, donde estudió pintura con el profesor Domingo Bazzurro durante el auge del planismo en la pintura uruguaya.


Estimulada por sus padres, emprendió su primer viaje de estudios a Europa en 1929. En París asistió a la Academia de André Lothe y a la Academia de la Grande Chaumière. En 1955 regresó a París para tomar cursos de mosaico con Gino Severini y grabado con J. Friedlander.


En la década de 1930, comenzó a asistir al taller de Joaquín Torres García como discípula. En mayo de 1936 ofreció una muestra de sus pinturas constructivas en Amigos del Arte y, a partir de entonces, realizó 33 muestras individuales y 37 premios en salones nacionales y municipales, destacándose el Gran Premio Pintura en el XXXI Salón Nacional de Artes Plásticas de 1967, el Gran Premio Escultura en el XXXIII Salón Nacional de 1969 y el Premio Pintura del Concurso de Caja Notarial de 1991.


Asimismo, Nieto representó al Uruguay en las bienales de San Pablo, Córdoba, San Marino y Spoletto en Italia. En 1995 fue invitada a participar en el Concurso Premio Figari. En diciembre del mismo año se realizó la retrospectiva de sus setenta años de pintura en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo.


martes, 9 de diciembre de 2025

 Escuela Especial N° 84 celebrará nominación “Concepción 'China' Zorrilla de San Martín”



 

La Administración Nacional de Educación Pública, a través de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria, realizará la ceremonia de nominación de la Escuela Especial N° 84 de Maldonado, con el nombre “Concepción 'China' Zorrilla de San Martín”, el próximo jueves 11 de diciembre, a las 10:00 horas, en el centro educativo (San Martín s/n).

 

Concepción Matilde Zorrilla de San Martín y Muñoz del Campo (Montevideo, 14 de marzo de 1922-Montevideo, 17 de setiembre de 2014), conocida como China Zorrilla, fue una actriz y directora uruguaya que desarrolló una prolífica carrera internacional.

 

Además de actriz y directora fue guionista, productora, traductora y adaptadora y una de las personalidades artísticas más populares del Río de la Plata.

 

Su trayectoria fue altamente valorada en el Uruguay. Cuando falleció, el gobierno uruguayo decretó duelo nacional. Sus restos fueron velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo de Montevideo y el cortejo fúnebre pasó frente al Teatro Solís.​ El sepelio tuvo lugar en el panteón de la familia Zorrilla de San Martín del Cementerio Central de Montevideo.

 

La Escuela N° 84 para Personas Sordas y con Alteraciones de Lenguaje fue fundada en 1973, en el Club de Leones (Barrio Jaurena). El centro educativo, que funcionaba en dos salones cedidos por Club, surgió a partir de la inquietud de los padres de los alumnos sordos. Se trata de la primera escuela de sordos del interior del país.

 

En la actualidad, el centro educativo cuenta con maestros capacitados en el área, personal sordo, un instructor que transmite su lengua y cultura a los alumnos y que brinda talleres de Lengua de Señas Uruguaya a los padres, profesor de Educación Física y profesor de Tecnología.


 Museos en la noche

Toda la programación para esta edición  2025 en Soriano



Fecha: 12 de diciembre de 2025
Organizan: Intendencia de Soriano – Departamento de Cultura – Museos y Patrimonio Soriano
Apoyan: Ministerio de Educación y Cultura – Dirección Nacional de Cultura.

MUSEO ALEJANDRO BERRO

  • 20:00 a 00:00 hs – Exposición: Un río de aves modeladas

PINACOTECA EUSEBIO GIMÉNEZ

  • 20:00 hs – Instalación artística Rancho de Glicinas de Florencia e Isabel Cabezudo

  • 20:00 hs – Exposición de Victoria Verdier y Hugo Sosa

  • 21:00 hs – Presentación del libro Mercedes Histórica. 8 Relatos Ilustrados por Santiago Zefferino, Pío Mezquida y Juan Ignacio Sáez

  • 22:00 hs – Espectáculo musical: Negra Chau

MUSEO DE LA INDUSTRIA

  • 20:00 a 00:00 hs – Exposición: Mercedes y el río

CASA DE LA CULTURA

  • 19:00 a 21:00 hs – Muestra: Entre Puertas

MUSEO MAESO

  • 20:00 a 00:00 hs – Exposición: Arcilla, piedra y hueso a orillas del Hum

  • 22:00 hs – Espectáculo musical: Trastornados

MUSEO REGIONAL

  • 20:00 a 00:00 hs – Exposición permanente

CENTRO CULTURAL NACIONAL DOLORES

  • 18:00 hs – Muestra artística de Julio Sosa

  • 18:30 hs – Actuación de la Orquesta Juvenil Dolores

MUSEO ESCOLAR RURAL

  • 21:30 hs – Recorrido por el Perdido con antorchas

MUSEO LACAN GUAZÚ

  • 19:00 hs – Apertura y visitas guiadas

  • 21:00 hs – Actuación: Samba Reggae

CENTRO HISTÓRICO Y GEOGRÁFICO

  • 20:00 hs – Apertura de muestra permanente

ESPACIO EL REENCUENTRO

  • 19:00 hs – Apertura y visita guiada con actividades interactivas de época

  • 20:00 hs – Iluminación del Rancho con sorpresas

ESPACIO COCOA CULTURAL

  • 20:00 a 00:00 hs – Exposición fotográfica: Una mirada al pasado de Álvaro Grasso


 El Vitral expuso sus trabajos en rambla El Camoatí

Como se ya tradicional, esta muestra al aire libre, congregó a numeroso público doloreño.



domingo, 7 de diciembre de 2025

jueves, 4 de diciembre de 2025

 

´Las ganas de que todos podamos disfrutar del Museo tienen que estar´


Andreina Bazzino, referente de los Museos del departamento de Río Negro, comparte la experiencia de accesibilidad e inclusión desarrollada en el Museo Arqueológico de Young. Con el trabajo conjunto de educadores, familias e instituciones, los museos se transforman en espacios vivos y co-creados, donde la inclusión real supera las limitaciones físicas y se convierte en un desafío constante de ensayo y aprendizaje.




En la sala multimedia de la Biblioteca Eusebio Giménez de Mercedes se desarrolló una charla donde se contaron experiencias desarrolladas en los Museos de la región. La actividad tiene como cometido conformar la Agenda de accesibilidad para Museos 2026-2027, permitiendo con ello que los Museos modifiquen sus propuestas, o las ajusten, permitiendo que sean disfrutables por las personas con discapacidad, y especialmente los niños. No solamente la accesibilidad a esos espacios públicos, sino que adecuen sus propuestas para que puedan ser de facil acceso para todos.

Una de las exponentes fue Andreína Bazzino, referente de Museos del departamento de Río Negro que contó la experiencia desarrollada en el Museo de la ciudad de Youg, que tiene trabajando con niños autistas, entre otros.

Los Museos tienen que ser espacios vivos co-creados entre la población, la comunidad y los que trabajamos en los Museos”, enfatizó Bazzino al dialogar con @gesor.





Los espacios públicos, los espacios culturales y los Museos en particular tienen el desafío de abrir sus puertas a toda la población y a la población con discapacidad. ¿Eso no significa un limitante?

-”No, para nada. No significa un limitante en cuanto nosotros tengamos claro que a pesar de que a veces no tenemos una accesibilidad plena, es decir, que tenemos limitantes físicas, tenemos que tener una inclusión real en cuanto a nuestra manera de pensar y de abrir los espacios. Es decir, con lo que tenemos, lograr que la mayor cantidad de personas puedan acceder y que puedan disfrutar de los espacios de los museos”.



Pero cuando se piensa en eso, se piensa en falta recurso, falta capacitación al personal.

-”Es verdad, siempre nos va a seguir faltando recursos, siempre nos va a seguir faltando capacitación. Yo creo que nadie, o al menos yo cuando me enfrenté sobre todo a empezar a trabajar con el Centro Autista en Young, uno piensa, me faltan herramientas, ¿cómo hago? No tengo plata para cambiar el Museo en este momento, o es muy difícil cambiarlo, o no tengo la capacitación.

Y creo que lo fundamental está en trabajar en equipo, poder trabajar con las instituciones, con los educadores, entender que uno no va a tener un espacio 100% accesible, pero sí 100% inclusivo. Es decir, que las ganas de que todos podamos disfrutar del Museo tienen que estar, y eso es lo fundamental para que todos podamos acceder de los Museos, y sobre todo también trabajar con los actores que ya están vinculados en el área, que nos pueden dar herramientas para volver más accesible e inclusivo el Museo.

En el caso del Museo de Río Negro, además de trabajar activamente con las educadoras del Centro de Niños Autistas de Young, trabajamos también con el Sistema Nacional de Museos, específicamente con Silvana Tanca, que es la encargada del Área de Accesibilidad e Inclusión. Eso nos brindó muchísimas herramientas para poder trabajar en el Museo, y de a poquito empezar a aprender que nosotros abrimos las puertas y que las instituciones proponen y nosotros tenemos que aprender a escuchar como Museo. Empezar a modificar nuestra manera de actuar. Por ejemplo, nosotros cuando trabajamos con el Centro Autista, cerramos el Museo. Es decir, que se aprenda que determinadas actividades van a llevar a que el Museo cambie su dinámica”.



Me supongo que eso implica ensayo y error, y trabajar en conjunto con las docentes, con la familia, con las personas responsables, en el caso de que sean niños pequeños.


-”Exactamente. En el caso de las Escuelas, los niños que tienen acompañantes. Con las maestras, con los profesores, con los docentes en general, con los padres, como decías tú; o sea, con las familias, hace que el museo deja de ser un espacio que simplemente se visita, que se va a ver cosas antiguas y uno se va, y pasan a ser espacios vivos donde la comunicación y el intercambio entre los que estamos es fundamental para que todos disfrutemos. Es decir, que el Museo ya no es un lugar donde yo voy, veo algo y me retiro, sino que yo voy, propongo, cuento también mi historia, intercambio con las personas que están en el Museo, y de esa manera también se construye un Museo más accesible e inclusivo”.



En la charla tú mencionabas que dentro de los trabajos que hacen en el Museo también los niños trabajaron en la cartelería y la infografía, para que ese lenguaje también los involucre, que no sea solo una cosa del mundo adulto.

-”Exactamente, y no sea solamente la visión de los que trabajamos en el Museo, como tiene que estar señalizado. Esa parte vino de ellos, la señalética, ellos trabajan con pictogramas, que está bueno que todos aprendamos lo que son los pictogramas, son imágenes que nos muestran lugares o nos enseñan cosas, es decir, a partir de una imagen nos evoca una acción o nos evoca un lugar, por ejemplo. La que siempre tenemos es la imagen del baño, uno ya la ve y ya sabe que ahí hay un baño, bueno, los pictogramas funcionan así para montones de acciones. Y bueno, ellos no solo eligieron qué pictogramas, qué lugares eran necesarios señalizar o qué cosas eran necesarias decir en el Museo a partir de los pictogramas, sino que también las colocaron en los lugares que ellos creían que eran los adecuados, y eso es fundamental. Co-crear los espacios con toda la población, es decir, los Museos tienen que ser espacios vivos co-creados entre la población, la comunidad y los que trabajamos en los museos.



Un lindo desafío.

-”Un lindo desafío. Como vos decías, es mucho de ensayo y de error. Uno tiene que aprender que se va a equivocar, que está bien, que el proceso de la inclusión y la accesibilidad es un proceso que es siempre lamentablemente. Alguien va a quedar afuera, pero con el desafío de también incluirlo. Es decir, bueno, me di cuenta que en esta actividad este niño no disfrutó, algo faltó, en la siguiente ver cómo soluciono eso. Como les contaba lo de los colores, nosotros sin saber poníamos para pintar muchos colores, sin saber que estábamos sobre estimulando a esos niños con autismo. Cambiamos la dinámica, ahora ponemos pocos colores y uno se da cuenta que los niños disfrutan mucho más de la actividad. Es decir, es un ensayo y error, pero que siempre tiene que estar pensado a mejorar y a que el Museo se vuelva un lugar más acogedor para todos y todas”.



Y que estas herramientas no solo pasen por lo lúdico, por lo histórico, por lo cultural, sino que también significan herramientas para el niño, para la vida cotidiana, para moverse en su entorno.

-”Exacto. Y eso me encanta porque el Museo ya no solamente es un espacio que simplemente se visita, sino también es un espacio que nos permite trabajar otro tipo de cosas. Como el moverse en la ciudad, por ejemplo. Como el aprender que cuando voy a un lugar voy a ver personas que no conozco y cómo me relaciono con esas personas que no conozco, por ejemplo. Entonces creo que también el Museo pasa a ser una herramienta para los educadores y educadoras como insumo para utilizarlo como laboratorio. Más controlado, para que puedan aprender cosas de la vida cotidiana”.



miércoles, 3 de diciembre de 2025

Grupo Arte expone


Lugar: En lo de Carlos – Artigas 1145, Mercedes
Fecha: 6 de diciembre
Horario: De 20:00 a 23:00 hs

Disciplinas artísticas:

  • Pintura
  • Cerámica
  • Fotografía
  • Dibujo
  • Textiles

Artistas participantes:

  • Elbio Altieri
  • Aldo Difilippo
  • Nancy Fierro
  • Leticia Gómez
  • Nora Modernell
  • Luján Sagardía

 

 Candombe

Día Nacional del Candombe, la Cultura Afrouruguaya y la Equidad Racial

El candombe constituye una de las expresiones más significativas de nuestra identidad nacional: nació de procesos de resistencia y transmisión comunitaria afrodescendiente, y hoy integra el patrimonio cultural del Uruguay y el patrimonio inmaterial de la humanidad.


La Comisión Interministerial de Apoyo al Tango y al Candombe (CIATyC) saluda este 3 de diciembre, fecha en la que el país reconoce el valor histórico, cultural y social del candombe, la cultura afrouruguaya y la equidad racial.

El candombe constituye una de las expresiones más significativas de nuestra identidad nacional: nació de procesos de resistencia y transmisión comunitaria afrodescendiente, y hoy integra el patrimonio cultural del Uruguay y el patrimonio inmaterial de la humanidad.

Su vigencia reafirma la fuerza de las memorias que lo sostienen y el aporte fundamental de las comunidades que lo han preservado a lo largo del tiempo. Reconocemos al candombe como territorio de expresión, construcción colectiva y afirmación cultural; un espacio que interpela nuestras prácticas, invita a profundizar en la equidad racial y nos recuerda la importancia de garantizar el pleno ejercicio de derechos para todas las personas.

En esta fecha, la CIATyC invita a honrar su historia, valorar su presente y reafirmar el compromiso institucional del Estado uruguayo con el cuidado, la promoción y el respeto de estas manifestaciones culturales que nos definen como sociedad. Todas las actividades mencionadas a continuación —excepto la propuesta dirigida a centros educativos de la RedPEA— son abiertas a todo público.
 

Actividades con apoyo de la CIATyC

Canelones – Actividad educativa (no abierta al público)

La CIATyC, junto a Rutas UNESCO, conmemora la fecha con actividades en las escuelas de la RedPEA:

● Escuela 171 Dinamarca (Barros Blancos)
● Escuela 267 (Villa El Tejado, Colonia Nicolich)

Se realizará un taller de percusión para todas las niñas y niños a cargo de C1080, el miércoles 3 de diciembre.

Salto – Jornada Cultural Abierta

3 de Diciembre 2025 en el Espacio Puerto

Salto conmemora el Día Nacional del Candombe con una jornada abierta a toda la comunidad que incluirá:

● Desfile de Llamadas
● Intervención artística
● Lectura de proclama
● Espectáculos musicales

La actividad es organizada por Espacios MEC, la Intendencia de Salto, el CCDAI, comparsas de candombe del departamento y el Espacio Mulonga, con el apoyo de la CIATyC en el marco de las políticas culturales orientadas a la protección y promoción de estas expresiones patrimoniales.

Montevideo – Paseo Sur Palermo

13 de diciembre 2025

Apoyo a la feria y actividades culturales realizadas en el marco del Día Nacional del Candombe y la Cultura Afrouruguaya.
 

Colonia del Sacramento – Plaza de Toros

Fecha 21 de Diciembre del 2025

Conmemoración del Día Nacional del Candombe con Desfile de Llamadas, intervención artística y música en vivo.

La Comparsa La 10 de Mayo del barrio El General celebrará esta fecha con una intervención especial, en el marco de la actividad declarada de Interés Departamental por la Resolución N.º 1103/025

martes, 2 de diciembre de 2025

 

Gestión cultural en Uruguay: territorios que resisten, comunidades que crean



El relevamiento muestra que, aun en condiciones de precariedad, la creatividad uruguaya se despliega con fuerza. Esa creatividad está presente en cada ensayo, en cada feria, en cada festival autogestionado, en cada banda juvenil que aprende a tocar en un salón prestado, en cada teatro barrial que se ilumina con esfuerzo propio, en cada proyecto cultural que emerge donde menos se espera.




(escribe Sergio Pérez) La gestión cultural en Uruguay transita un momento decisivo. Entre el legado histórico de políticas institucionales, la expansión de nuevas prácticas comunitarias y los desafíos que trae la digitalización, el ecosistema cultural se mueve en un equilibrio delicado que revela fortalezas profundas y fragilidades estructurales. Basta observar lo que ocurre en los territorios para advertir que la cultura uruguaya se sostiene gracias a una trama de actores que actúan muchas veces en silencio, lejos de los centros de decisión y con recursos siempre insuficientes.

Este artículo nace del cruce entre la investigación académica en el marco de la materia Metodología y Técnicas de la Investigación en Ciencias Sociales y Humanas del segundo semestre de la Tecnicatura Universitaria en Bienes Culturales de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de Udelar que venimos realizando, la necesidad de aportar al desarrollo y profesionalización de la gestión cultural y el relevamiento directo de organizaciones culturales de distintos puntos del país, cuyos testimonios ofrecen una radiografía precisa y humana de la gestión cultural contemporánea. Las voces recogidas permiten comprender cómo se construye cultura en Uruguay hoy, qué tensiones la atraviesan y cuáles son las oportunidades que podrían abrirse si se fortalecieran ciertos procesos clave.

Los cuestionarios aplicados revelan una constante: la cultura se produce incluso en escenarios adversos, sostenida por la convicción, la creatividad y el compromiso comunitario. Una banda juvenil que funciona gracias al aporte de madres y padres, un teatro barrial que se multiplica para llegar a zonas periféricas, una cooperativa que ofrece servicios culturales a costos accesibles, un festival de ilustración autogestionado que genera redes entre artistas jóvenes, hasta coordinadores y directores departamentales de cultura. Cada uno de estos casos narra una forma de resistencia cultural que convive con dificultades económicas, brechas territoriales y falta de reconocimiento profesional.

La investigación documental aporta otro plano de lectura. El Plan Nacional de Cultura 2015–2025, los repositorios del Sistema de Información Cultural y los proyectos emergentes del Sexto Plan de Gobierno Abierto trazan un mapa institucional que, aunque valioso, no alcanza todavía a responder a las desigualdades detectadas en el territorio. La ausencia de un nuevo PNC actualizado deja un vacío estratégico que se percibe de forma directa en la planificación local y departamental.

Los resultados del relevamiento confirman lo que diversos autores han señalado: la cultura es una construcción colectiva que depende tanto de las políticas públicas como de las prácticas sociales que ocurren en la vida cotidiana. La noción de “ecosistema cultural”, desarrollada por Gonzalo Carámbula, se vuelve una herramienta útil para comprender cómo se articulan —y a veces chocan— los intereses del Estado, de la sociedad civil, del mercado cultural y de los territorios.

En definitiva, lo que aparece ante nuestros ojos es un país culturalmente vibrante, sostenido por personas que encuentran en la creación, la gestión y el trabajo colectivo una manera de fortalecer sus comunidades. Este artículo busca honrar esas experiencias, analizarlas con profundidad y poner en valor su aporte a la vida cultural del Uruguay.

El relevamiento confirma que la gestión cultural en Uruguay se apoya en estructuras múltiples y, en muchos casos, frágiles. Una banda juvenil del interior relata que su financiamiento proviene de aportes familiares, socios colaboradores y apoyos puntuales de la Alcaldía o la Intendencia. “Los obstáculos más importantes son locativos y económicos”, señala su presidente, en una frase que se repite de manera casi idéntica en distintas respuestas y que expone un problema estructural: la precariedad en la base del sistema.

La carencia de recursos no impide el impacto social. Incluso sin condiciones ideales, las organizaciones culturales generan transformaciones reales en sus comunidades. En el caso de la banda juvenil, el acceso a la música se convierte en una herramienta de encuentro, contención y desarrollo para niños y jóvenes, especialmente en lugares donde las opciones culturales son escasas.

Otro entrevistado, coleccionista y expositor, subraya que el mayor desafío es conseguir auspiciantes privados. Su experiencia evidencia una tensión persistente: la distancia entre las iniciativas culturales independientes y el sector empresarial. La publicidad cultural, salvo excepciones, continúa dependiendo de relaciones personales más que de políticas de incentivo claras.

Un testimonio especialmente revelador proviene de una gestora que administra un teatro en Las Piedras. Relata que han recibido varios fondos y que han logrado descentralizar actividades hacia los barrios. Sin embargo, advierte dos tensiones significativas: la falta de coordinación con autoridades locales y la dificultad para difundir actividades en una ciudad extensa. La ausencia de políticas de formación de públicos complejiza aún más el escenario, ya que limita el crecimiento sostenido de la actividad cultural.

Las políticas culturales, para ser efectivas, requieren continuidad. La gestora lo expresa con claridad: “Necesitamos políticas establecidas más allá del cambio de gobierno”. Su frase sintetiza una demanda recurrente entre los actores consultados y dialoga con lo expresado en el Plan Nacional de Cultura 2015–2025, cuya vigencia culminó sin que surgiera aún un documento equivalente que diera continuidad estratégica.

Una organización civil sin fines de lucro dedicada a actividades culturales destaca que sus proyectos tienen impactos muy positivos, aunque enfrenta la limitación común: la falta de presupuesto. Su pedido es simple y contundente: mayor apoyo económico para sostener actividades que benefician a la comunidad. La valorización del trabajo cultural sigue siendo un tema pendiente.

Tatuteatro, un colectivo que se define itinerante y autogestionado, ofrece una mirada distinta, casi filosófica. Hablan de reciclaje, de energía renovable y de la necesidad de “acallar el odio y estimular la convivencia”. En sus palabras aparece una dimensión ética de la gestión cultural que suele quedar fuera de las planillas de evaluación: la construcción de comunidad a partir del arte. Su visión evidencia que la cultura también es una forma de habitar el mundo y de resistir frente a lógicas individualistas.

Una cooperativa de gestión cultural aporta otro ángulo al problema. Relata que desarrollan actividades comunitarias desde su área social y que suelen ofrecer servicios a costos accesibles. Sin embargo, advierten una situación preocupante: la competencia entre colectivos y municipios por la obtención de apoyos públicos. La percepción de que el Estado prioriza unos actores sobre otros genera tensiones que podrían evitarse con políticas de cooperación más claras.

En contraste con esta competencia indeseada, la cooperativa subraya un valor decisivo del ecosistema cultural: el trabajo colaborativo. “Nos conocemos todos”, afirman, reconociendo la fuerza de una red que, aunque informal en muchos casos, permite sostener proyectos y circular saberes. La colaboración, más que una metodología, se vuelve una forma de sobrevivencia cultural.

La experiencia de los gestores independientes dedicados a la ilustración ofrece un ejemplo contundente del impacto social de la cultura. El festival Artist Alley Uruguay surge como un espacio de encuentro entre jóvenes creadores que, a través de la feria, construyen amistades, alianzas y nuevas oportunidades creativas. A lo largo de los años, la demanda creció y se multiplicaron las iniciativas derivadas. Esta expansión demuestra que la autogestión puede generar ecosistemas creativos potentes, aunque siempre dentro de los límites que impone la falta de apoyos económicos estables.

Una de las frases más reveladoras de esta organización resume un dilema central: “No podemos sostener la actividad si no nos da un ingreso significativo por nuestro trabajo como gestores”. La afirmación no expresa resignación; expresa dignidad. La cultura uruguaya se sostiene por pasión, pero también requiere trabajo digno para quienes la hacen posible.

Desde la Dirección General de Cultura de Canelones se aporta una mirada institucional que dialoga con las demás voces. Subraya que el mayor obstáculo es “el poco conocimiento de la gestión cultural como profesión” y propone fortalecer la formación y el reconocimiento del rol. Esta afirmación es congruente con las recomendaciones de diversos estudios sobre el sector cultural en Uruguay, y confirma la necesidad de incluir la gestión cultural en agendas educativas y políticas.

Desde un centro cultural municipal llega otra perspectiva valiosa. Su coordinadora observa que los proyectos generan impactos positivos, pero subraya que cerca del final del año los fondos se vuelven escasos. La fluctuación presupuestal afecta la planificación y dificulta la continuidad de actividades culturales que requieren tiempo, recursos y seguimiento.

Las fortalezas del ecosistema cultural uruguayo aparecen en múltiples respuestas. Los actores mencionan la fuerte institucionalidad cultural, la alta producción artística, la profesionalización creciente, la identidad cultural asociada a expresiones como el candombe y el carnaval, y la reputación positiva del país en el exterior. Este conjunto de atributos constituye un potencial estratégico que podría potenciarse mediante políticas más estables y articuladas.

La digitalización aparece como un horizonte posible, aunque desigual. Mientras algunos utilizan herramientas de diseño, edición, redes sociales y plataformas digitales, otros apenas incorporan tecnología básica por falta de recursos o de infraestructura. La brecha digital atraviesa el sector cultural del mismo modo que atraviesa otros ámbitos de la vida social.

Las iniciativas del Sexto Plan de Gobierno Abierto, como Abrí Cultura y Mestiza, introducen un eje novedoso: el acceso a datos abiertos, la interoperabilidad y la participación digital. Si estos proyectos logran consolidarse y llegar efectivamente a los territorios, pueden constituirse en un punto de inflexión para democratizar el acceso a la información cultural.

El análisis articulado de estos resultados permite identificar una tensión estructural: la distancia entre la política cultural nacional y las prácticas culturales territoriales. Mientras la primera avanza hacia la digitalización y la apertura de datos, la segunda continúa lidiando con necesidades básicas: espacios adecuados, financiación estable, formación profesional y articulación institucional.

Esa distancia no implica contradicción; implica desafío. La gestión cultural uruguaya podría fortalecerse enormemente si lograra integrar ambas dimensiones: la innovación tecnológica y la realidad cotidiana de quienes sostienen proyectos culturales en localidades pequeñas, barrios periféricos o ámbitos independientes.

La noción de ecosistema cultural ayuda a iluminar esta situación. Los actores culturales se relacionan entre sí, con las instituciones públicas, con los mercados creativos y con los territorios que habitan. Cuando una de estas dimensiones se debilita, las demás deben compensar. En Uruguay, la compensación suele venir del lado comunitario: familias, colectivos y organizaciones que trabajan sin descanso para sostener espacios culturales que, en muchos casos, cumplen funciones sociales esenciales.

Los relatos del relevamiento dejan claro que la cultura no es algo que “ocurre” espontáneamente: es un trabajo. Trabajo físico, trabajo emocional, trabajo técnico, trabajo administrativo. Y como tal, requiere reconocimiento profesional. La falta de remuneración adecuada no debería naturalizarse como parte inherente de la tarea cultural. Cada uno de los testimonios apunta hacia la misma necesidad: dignificar la labor de quienes gestionan cultura.

A su vez, el análisis de políticas culturales evidencia que la ausencia de un nuevo Plan Nacional de Cultura genera incertidumbre. La planificación cultural no es un ejercicio meramente administrativo; orienta prioridades, define rutas y permite establecer criterios para la asignación de recursos. Sin un marco estratégico actualizado, cada territorio debe interpretar las necesidades desde su propia lógica, lo que profundiza las desigualdades.

Los territorios del interior reflejan esta situación con particular claridad. Allí donde la institucionalidad es débil o inexistente, son los colectivos culturales quienes sostienen la vida comunitaria. La falta de infraestructura cultural adecuada se traduce en desafíos logísticos permanentes que se suman a los problemas económicos. Aun así, los proyectos se sostienen, crecen y transforman.

La cultura uruguaya tiene una fuerza silenciosa que no siempre se ve desde la capital: la capacidad de crear comunidad en lugares donde las opciones son limitadas. Esa fuerza debería ser reconocida como un valor estratégico del país.

Las políticas culturales orientadas al territorio suelen ser más efectivas cuando escuchan a los actores locales. El relevamiento demuestra que las voces del interior tienen diagnósticos claros y propuestas concretas: apoyo económico, formación profesional, continuidad de programas, articulación institucional y acceso a tecnología adecuada.

Esta claridad contrasta con la inestabilidad de algunas políticas nacionales. Sin embargo, también evidencia una oportunidad: la posibilidad de avanzar hacia modelos de cogestión y de construcción conjunta de políticas culturales que integren perspectivas desde múltiples escalas territoriales.

El relevamiento muestra que, aun en condiciones de precariedad, la creatividad uruguaya se despliega con fuerza. Esa creatividad está presente en cada ensayo, en cada feria, en cada festival autogestionado, en cada banda juvenil que aprende a tocar en un salón prestado, en cada teatro barrial que se ilumina con esfuerzo propio, en cada proyecto cultural que emerge donde menos se espera.

Las prácticas culturales del Uruguay contemporáneo tienen una raíz común: la convicción de que la cultura mejora la vida. Esa convicción no proviene solo del discurso oficial; proviene de la experiencia cotidiana de quienes ven cómo un taller, un espectáculo, una feria o un ensayo transforman una comunidad.

Este artículo busca contribuir a esa comprensión ampliada de la cultura. Comprender no es justificar; comprender es empezar a construir soluciones. La gestión cultural uruguaya necesita políticas más sólidas, pero también necesita seguir escuchando las voces que la sostienen desde abajo.

Los datos recogidos muestran que el ecosistema cultural es diverso y complejo. No hay una única forma de hacer cultura en Uruguay; hay muchas. Cada una responde a su territorio, a su historia, a sus posibilidades. Sin embargo, todas coinciden en un deseo compartido: que la cultura sea un derecho y una oportunidad para todas las personas.

Este deseo debe convertirse en una brújula para las políticas del futuro.

ANÁLISIS DE RESULTADOS DEL MODELO PLS-SEM

Con el objetivo de comprender las relaciones entre los factores que condicionan la gestión cultural en Uruguay, se estimó un modelo PLS-SEM que integró cinco constructos latentes: Financiamiento (FIN), Obstáculos (OBS), Políticas Públicas (POL), Tecnología (TEC) e Impacto Cultural (IMP), además del constructo dependiente Formación y Desarrollo (FOR). La estructura propuesta buscó modelar cómo los recursos económicos, las tensiones institucionales, la articulación política y las capacidades tecnológicas influyen en el impacto generado por los colectivos culturales, y cómo dicho impacto se traduce posteriormente en procesos formativos, creatividad e identidad dentro de los territorios.

Los resultados obtenidos revelan un modelo robusto y estadísticamente consistente. El coeficiente de determinación del constructo Impacto Cultural (R² = 0,651) indica que el 65% de su varianza puede explicarse por los factores FIN, OBS, POL y TEC. Esta magnitud es considerable en investigaciones sociales, donde la complejidad contextual suele reducir la varianza explicada. Por su parte, el constructo Formación y Desarrollo alcanzó un R² = 0,559, lo que significa que más de la mitad de sus variaciones se deben al impacto cultural generado por las organizaciones. Ambos valores confirman la adecuación del modelo para describir los procesos estudiados.

En cuanto a los efectos directos, el predictor con mayor incidencia sobre el impacto cultural fue Obstáculos (OBS), con un coeficiente positivo y muy elevado (β = 0,818). Este resultado, lejos de ser contradictorio, refleja un fenómeno recurrente en el campo cultural: los desafíos estructurales —económicos, locativos, tecnológicos o institucionales— suelen activar respuestas creativas, estrategias adaptativas y dinámicas colaborativas que fortalecen el impacto hacia las comunidades. Así, las organizaciones culturales tienden a intensificar su acción precisamente donde los recursos son más escasos y las necesidades más apremiantes.

El constructo Tecnología (TEC) presentó un efecto positivo moderado (β = 0,313) sobre el impacto. Este dato coincide con los testimonios recogidos en el relevamiento: la incorporación de herramientas digitales mejora la capacidad de difusión, gestión, registro y profesionalización de los proyectos, ampliando la llegada territorial y la diversidad de públicos. Aunque no todas las organizaciones acceden a la tecnología en igualdad de condiciones, quienes logran incorporarla tienden a mejorar su impacto cultural.

Los constructos Financiamiento (FIN) y Políticas Públicas (POL) mostraron efectos negativos sobre el impacto cultural (β = –0,486 y β = –0,476, respectivamente). Estos resultados sugieren tensiones estructurales dentro del ecosistema cultural uruguayo. Por un lado, la dependencia de ciertos tipos de financiamiento puede generar rigideces, incertidumbre o sobrecarga administrativa que limita la capacidad de acción. Por otro, la percepción sobre las políticas públicas actuales indica que no alcanzan a potenciar el trabajo territorial ni a responder con eficacia a las necesidades reales de los colectivos, lo cual se ve reflejado en las respuestas cualitativas del relevamiento. Este hallazgo dialoga directamente con las reflexiones de Jazmín Beirak en Cultura ingobernable, donde se problematiza la distancia entre las lógicas institucionales y las prácticas culturales efectivas.

Finalmente, el modelo confirmó la relación central que estructura todo el estudio: el impacto cultural ejerce un efecto directo, positivo y muy fuerte sobre Formación y Desarrollo (FOR) (β = 0,742). Esto significa que las organizaciones que generan mayor incidencia en sus comunidades —ya sea a través de actividades, aprendizajes, vínculos o participación— son también aquellas que impulsan procesos de formación, creatividad, identidad y consolidación institucional. El capital cultural producido retorna como fortalecimiento interno, dando lugar a un círculo virtuoso entre acción e identidad colectiva.

Las cargas externas de los indicadores oscilaron entre 0,70 y 0,91, valores adecuados que confirman la validez convergente de los constructos. No se registraron problemas de colinealidad que afectaran la estimación final.

En síntesis, el modelo PLS-SEM revela un ecosistema cultural donde la creatividad y el impacto emergen, en gran medida, de la tensión entre carencias estructurales y resiliencia comunitaria. La tecnología actúa como un potenciador, mientras que el financiamiento y las políticas culturales continúan siendo áreas críticas que requieren revisión. El impacto, a su vez, constituye el motor fundamental de los procesos formativos y de fortalecimiento organizacional, mostrando que la cultura se sostiene y se expande allí donde logra transformar la vida cotidiana de las personas

El análisis PLS-SEM permitió identificar con precisión los factores que estructuran la gestión cultural en Uruguay desde la perspectiva de los actores territoriales. Los resultados obtenidos muestran un ecosistema cultural dinámico, activo y resiliente, pero atravesado por tensiones estructurales que condicionan su sostenibilidad.

El constructo Impacto Cultural se posiciona como eje central del modelo, explicándose en un 65% por la interacción entre obstáculos, financiamiento, políticas públicas y capacidades tecnológicas. Este valor, elevado para un fenómeno social complejo, confirma la consistencia del modelo y su pertinencia para comprender la realidad cultural del país.

Uno de los hallazgos más relevantes es el peso extraordinario de los obstáculos como predictor del impacto. Lejos de bloquear la acción cultural, los desafíos económicos, locativos, tecnológicos e institucionales parecen activar procesos de creatividad, solidaridad y adaptación en los colectivos culturales. Este fenómeno coincide con la literatura iberoamericana que describe a la gestión cultural como práctica de resistencia, sostenida por redes colaborativas y trabajo comunitario.

En contraste, el financiamiento y las políticas públicas muestran efectos negativos sobre el impacto. No se trata de rechazar su importancia, sino de evidenciar que los marcos actuales generan más fricción que impulso: burocracia, discontinuidad, desigualdad territorial y falta de articulación con las prácticas reales del sector. Esto confirma la brecha persistente entre planificación institucional y vida cultural efectiva, una tensión ampliamente problematizada por la teoría contemporánea.

La tecnología, aunque desigual, aparece como un factor modernizador que amplifica el impacto cuando está disponible. Las prácticas digitales, la edición audiovisual, las redes sociales y la gestión en línea se consolidan como herramientas indispensables para el desarrollo cultural.

Finalmente, el impacto cultural demuestra un efecto decisivo sobre los procesos de Formación y Desarrollo, explicando más de la mitad de su variabilidad. Esto significa que allí donde la acción cultural logra generar vínculos, participación, identidad y comunidad, también produce aprendizajes, creatividad y fortalecimiento institucional. La cultura no solo transforma el entorno: transforma a quienes la producen.

En conjunto, los resultados muestran que la gestión cultural en Uruguay sigue siendo un campo sostenido por la convicción y el compromiso social, más que por estructuras formales. El fortalecimiento del ecosistema cultural requerirá políticas más coordinadas, financiamiento estable, democratización tecnológica y reconocimiento del gestor cultural como figura estratégica del desarrollo territorial.

El modelo no solo describe una realidad: sugiere un rumbo. Allí donde el impacto es más fuerte, también lo es la capacidad de formar, sostener, imaginar y crear futuro en los territorios.

Uruguay posee un ecosistema cultural vigoroso, profundamente arraigado en sus comunidades y sostenido por una red diversa de actores que trabajan con compromiso y creatividad. Si las políticas públicas logran acompañar esa energía social con financiamiento estable, reconocimiento profesional y herramientas tecnológicas adecuadas, el país podrá proyectar un futuro donde la gestión cultural sea un motor de desarrollo, cohesión y construcción democrática.