Sea la pintura un idioma que diga, denuncie, rechace, o exalte las acciones del hombre
Ángel Juárez Masares
“La pintura es un instrumento de guerra para atacar al enemigo y defenderse de él”, dijo Pablo Picasso en una entrevista publicada en “Lettres françaises” en París el 24 de marzo de 1945.
"Los fusilamientos del 3 de mayo", Francisco Goya y Luciente. |
Más adelante dice que “el enemigo es el hombre que explota a sus semejantes movido por el interés egoísta y el lucro”.
Quizá estas declaraciones puedan hoy parecer sacadas de contexto si pensamos en el momento histórico en que fueron hechas, teniendo en cuenta que el “Guernica” aún no había terminado de secarse.
Recordemos que esta obra fue creada como reacción inmediata a la destrucción de la Villa de Guernica por parte de bombarderos alemanes el 28 de abril de 1937.
Sin embargo, quienes procuramos que la pintura no sea un simple elemento decorativo, sino un idioma visual que diga, denuncie, rechace, o exalte cosas, no podemos sino sentirnos identificados con lo dichos por el malagueño hace 66 años.
¿Es el pintor un hombre como todos?
Quizá no. Al hombre común que muestra la fachada del pintor se le agrega otro. Uno que convive en su interior, y viaja del estómago al cerebro en una constante búsqueda de sensaciones. Que lo impele a crear, y que por lo general es un eterno desconforme.
¿Significa esto que el artista es un ser que habita un mundo inexistente?
Si bien a veces ocurre que el hombre “de adentro” devora al “de afuera”, no se puede decir que sea una constante, sino más bien una excepción.
Lo cierto es que más allá de tendencias y búsquedas de nuevas formas de expresión, la pintura continúa teniendo en su esencia el mismo objetivo. Ya no de hace 66 años. El mismo que tuvo cuando el hombre dibujó en la pared de la caverna con la propia sangre del animal que había matado para alimentarse.
Bansky, un artista de la actualidad, inglés e irrevetente. |
Hoy formas y colores ya no denuncian la destrucción de Villa Guernica, pero sí la muerte de inocentes en Irak, Afganistán, Haití, Libia, Grecia, y el lugar del mundo que usted elija; por balas, hambre, tiranías, o contaminación.
Hoy formas y colores rechazan la violencia en todas sus manifestaciones, porque siempre en algún lugar del orbe habrá alguien pintando, lo que es igual a decir, denunciando, rechazando, o exaltando las acciones de otros hombres.
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