Roberto Sari Torres
En el asunto –y desde hace varios años- relacionado con la situación de poblamiento que ocupaba el rancherío de “Espinillo dentro de la Estancia de Aldao y Breixo” (21 mil Hect.) El Virrey Nicolás Arredondo resuelve amparar el derecho propietarista privado latifundista, sin solucionar el tema de dónde ir a vivir los que en “Espinillo” eran ocupantes de terrenitos de 16 por 16 varas, o 25 x 25 metros alrededor de la antigua pulpería de Manuel Sarambión y la capilla “Nuestra señora de los Dolores del Espinillo”. Comparado con las 21 hectáreas , la superficie ocupada por la gente era una miseria. El poblamiento se inicia en 1748 con el primer rancho que en la cumbrera de cota + 50 metros levantó la india charrúa Polonia Sandoval, y que para 1774 es capital del “Partido del Espinillo”. A partir de 1786 comienza la presión del cobro de arrendamientos de tales solares por Aldao, y despuntes por Pascual Vázquez de Noboa.
Maleable a la presión de los terratenientes, Arredondo le cierra todos los caminos a los pobres para poblar, y resuelve vender el terreno realengo a orillas del San Salvador en lugar de ponerlo al servicio de la gente. Ordena a la Comandancia de Colonia del Sacramento dé apoyo a la Comisión Agrimensora encabezada por Atanasio Albemí del Toro y el piloto Juan de Alsina. Estos mensuran y tasan un terreno realengo de unos 45 Kms cuadrados por lo menos. El trabajo técnico se hace en setiembre de 1794 y basado en sus datos, en diciembre del mismo año se adelanta el remate del terreno sansalvadoreño en el estanco de Buenos Aires; adquirido en 114 pesos y 3 reales por Félix Rodríguez, vecino arrendatario de “alrededores del Espinillo”. De esta manera el poblado queda condenado a muerte por decisión de tal estúpido Virrey enemigo de los pobres de esta “vanda”.
Cuando en 1779, Gabriel Avilés llega al Río de la Plata , inmediatamente recobra vigencia el reiterado pedido de traslado de los vecinos del Espinillo. En ese sentido, el nuevo Virrey ordena revisar los antecedentes, proponiendo a Félix Rodríguez el canje del Padrón sansalvadoreño adquirido en 114 pesos y 3 reales, por uno de similares características y área, en Cololó, al Este de la Capilla Nueva de Mercedes. Félix aceptó la propuesta y de esa manera el campo vuelve al status anterior, “quedando disponible para que el Virrey proyecte y ordene que dentro de su área se funde un pueblo que ampare con terrenos para vivienda y chacras en el ejido, como recurso sustentador de vida de los antiguos “espinilleros”, y de los que –en el futuro- lo requieran.
El Decreto virreinal está fechado el 22 de agosto de 1799 en Buenos Aires, expresando casi al final que: “vengo a conceder la licencia que pretenden los vecinos para trasladar y situar la iglesia y población del “Espinillo” a las márgenes del Río San Salvador en el terreno que designará y delineará el Comandante de la Colonia , cuidando que observen en lo que fueren adaptables las reglas que prescriben las Leyes de estos reinos, para todo lo cual, y así mismo para que señale ejido proporcionado a la población y solares y terrenos de labor de los vecinos…”
Tal tarea agrimensora y de asistencia en la mudanza e instalación en “San Salvador” le correspondió al Comandante Agustín de Pinedo. Hasta muy entrado el siglo XX todavía el municipio doloreño entregaba terrenos
-heredados de aquel realengo de 1801- por gracia de propiedad a vecinos pobres que lo requerían. El autor mismo vio y leyó la documentación municipal y notarial de un terreno de estas características históricas dado en 1919, y dentro de la planta urbana de la ciudad.
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