viernes, 24 de febrero de 2012


Los bastoncitos de mimbre

Entre 1940 y 1950 en el carnaval mercedario estuvo de moda el “bastoncito de mimbre”, una diversión a la que el diario “El Radical” le dedicó un pequeño comentario (26/7/1941): “No podemos dejar pasar sin dedicarle algunas líneas a los bastoncitos de mimbre, tan bien formaditos y que otros años eran portados como una cosa original, pero que en este carnaval se presentan como un arma peligrosa en manos de quienes munidos de ellos los utilizan para el gracioso jueguito de darse bastonazos. No hay porque decir que los carnavales de ahora con sus modernos jueguitos son más alegres que los de antes. Ahora, terminado el carnaval, el Marqués de las Cabriolas volverá a ser el popular Pedro Marques”.


1 comentario:

Charo Saez dijo...

Recuerdo una nota del Prof.Washington Lockhart sobre ese personaje que era Pedro Márquez, alias Peluzón, que así se le conocía en la burlona Mercedes. El eminente sabio historiador encontró un extraño poema ( lo publicó en el diario "Acción" de Mercedes) que dudaba de atriburle paternidad del mismo al mencionado pues advirtió, en una segunda profundidad de lectura,logros filosóficos de llamativo nivel.Y se preguntaba el autor de "El MUndo no es Absurdo"si pertenecía en autoría intelectual a Peluzón o a un anómino que los producía para que Marquez los leyera tepado en el carro principal de la festividad ,coche insignia de febrero bacanal.Creí entender que Lockhart - esto va por mi- casi que veía en el personaje una misteriosa esencia humana de un hombre inteligente ,muy inteligente, mucho más que los que de él se burlaban, mofaban y le golpeaban impunemente con cobardia en ristre frente a la indefensión del infeliz, castigado por un feroz complejo o patologia psíquica, vaya uno a saber de cuál etiología existencial, responsable de su vida miserable.Todo un drama.Confío que podré recuperar ese poema y ponerlo a consideración de los amigos de Humbral pues me consta que lo archivé, mal archivé,...y ahora no sé donde ubicarlo en mis anaqueles testimoniales.