Reabre en Las Palmas la
Tras
dos años de tareas de ampliación y reforma, la Casa-Museo de Benito
Pérez Galdós reabrió a principios de este mes sus puertas en la zona de Triana,
el corazón de Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias, España), para ofrecer
al público una visión panorámica de la vida y obra del autor de los Episodios
nacionales.
El eje
principal de la intervención es la que fue la casa natal del escritor, en el
número 6 de la calle Cano, donde se exhibe más de un centenar de documentos,
entre papeles y libros, y piezas que antes estaban en depósito por falta de
espacio. De esta manera, el discurso museográfico del centro se divide en dos
bloques, uno dedicado a la trayectoria literaria y otro a los “espacios de la intimidad”
de Pérez Galdós, según la definición de sus responsables.
Es en
este espacio donde el visitante puede encontrar el encanto decimonónico de las
ocho salas en las que se recrea el lado doméstico de la existencia del
escritor, en las tres ciudades que marcaron su vida: Las Palmas, Santander y
Madrid.
Así,
aparece como ineludible pasar unos minutos en la “Sala Sorolla”, presidida por
el retrato del pintor valenciano; la sala “Aquí nació”, donde se muestra la
cuna original, donada por sus descendientes; y la sala de los últimos días, con
elementos rescatados de la austera vivienda madrileña donde residió y murió.
También
hay espacio para la representación de “San Quintín”, su elegante casa
santanderina, y todo salpicado por muebles con bajorrelieves de lemas
literarios, de cuyo diseño fue responsable el propio autor.
En las
salas documentales, un vídeo da cuenta del impacto que produjo el día de su
muerte, con imágenes de sus exequias en un Madrid que despedía a su mejor
cronista con la apoteosis de una verdadera multitud que, al paso de la comitiva
fúnebre, vitoreaba al literato, cuyo cuerpo era llevado en una berlina de gala
tirada por seis caballos.
Si
bien a Galdós no le gustaba hablar de sí mismo, fue suficientemente previsor
como para guardar abundante documentación privada derivada de su trabajo como
escritor profesional. De esa costumbre —y de la generosidad familiar al
cederlos para el museo— se deriva el valioso material que no solo es uno de los
atractivos de este centro grancanario, sino que se ha vuelto de imprescindible
consulta para los estudios sobre su vida y obra.
Extraído
de: www.letralia.com
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