sábado, 28 de abril de 2012

EDITORIAL

Hay que bajar la edad





 Matías Rótulo



HAY QUE BAJAR LA EDAD, Y VOY A EXPLICAR POR QUÉ.

Hasta ayer éramos un país tranquilo. Una sociedad solidaria. Una nación que crecía y crecía. Un pueblo que creía, que estaba convencido de que la paz era el mejor camino. Nadie se enojaba con nadie, todos vivíamos cultivando nuestro jardín. Pues teníamos a los "menores" infractores más peligrosos encerrados bajo el cuidado del INAU. Y lo mejor de todo: sabemos que en el INAU no se la pasa bien, y por lo tanto, por suerte estaban siendo castigados por sus delitos, porque son irrecuperables.
Todo venía bien, incluso entregamos miles de firmas para asegurarnos que estén por fin todos encerrados, lejos de nosotros.
¿Quiénes somos nosotros? Nosotros somos la sociedad educada y trabajadora que no comete ninguna falta y que pide que nadie nos moleste, que esos niños, niñas y adolescentes (en realidad son "menores") que nacieron y no supieron ver por sí solos que para ser buenas tenían que trabajar y estudiar y no delinquir... Qué pibes nabos, tuvieron que haberse dado cuenta que si seguían por el camino de sus padres, o de su barrio terminarían igual. ¿Cómo alguien no puede darse cuenta de eso?
Bueno, no pensemos más en ellos, hagamos como bien hace Pedro que pide olvido del pasado, nosotros debemos ser igual. Lo hecho, hecho está.
Ayer escaparon trece, o doce, según las versiones de prensa. Desde ayer volvimos a ser una sociedad bárbara. Ayer éramos un paraíso (porque los menores estaban encerrados) y hoy somos un infierno.
De hecho, hoy vi a dos conductores peleándose, algo que nunca ocurre en Montevideo. Una señora tiró mugre por la ventana de un ómnibus, jamás había visto un acto así en esta ciudad. Algunos otros estafaron a clientes, y clientes a contratantes y empleados a patrones, y patrones a empleados, y tal vez, en muchos de los casos nunca nos enteraremos. ¿Todo por qué? Porque desde ayer están sueltos estos salvajes que vienen a molestarnos a nosotros que trabajamos y estudiamos mientras ellos hacen nada más que daño.
Por eso ayer en el Parlamento algunos legisladores se gritaron, en el medio de un homenaje de ocho comunistas asesinados. Por eso la interna de un partido político en elecciones presiona a trabajadores, por eso los ómnibus de Montevideo no pueden llevar en hora a la gente de mañana porque ya está colmada la capacidad aunque pagamos uno de los boletos más caros del mundo, con la nafta más cara del mundo: y TODO POR LA CULPA DE LOS MENORES QUE SE ESCAPARON DEL INAU.
Hay que bajar la edad, de una vez por todas HAY QUE BAJARLA. Permitir que alguien menor de 35 años se postule a Presidente de la República, que alguien menor de 25 se postule a diputado, para que no sean los mismos viejos de siempre los que toman las decisiones por los jóvenes de hoy. Esos viejos (no digo viejos de forma despectiva), los que generan opinión, los que votamos o no votamos, algunos son mis propios colegas.
Esos viejos liberales, neoliberales, modernos, que no entendieron todavía las teorías liberales y modernas que explican que la educación de los más jóvenes, la educación de la sociedad, la formación de los ciudadanos, depende de los adultos, de lo contrario no pedirían castigo para los más jóvenes, porque de esa forma, están pidiendo que se les adjudique la responsabilidad a ellos mismos, a esos viejos, que no supieron hacer bien su trabajo.


NO A LA BAJA DE LA EDAD DE LA IMPUTABILIDAD (aunque lo de bajarla es una mentira legal, ya que los menores desde los 13 años ya son responsables legalmente por sus delitos).
NO A LA ESTIGMATIZACIÓN DE LOS JÓVENES.
LOS PIBES NO NACEN CHORROS. 

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