Julio Cortázar, Luis
Buñuel y Pablo Neruda en la obra póstuma de Carlos Fuentes
A casi dos meses de la muerte del escritor mexicano, se
lanzó un volumen que con el título "Personas" reúne una veintena de
semblanzas en las que evoca sus encuentros con figuras como Cortázar, Buñuel,
Neruda, Arthur Miller, François Mitterrand y Susan Sontag.
"Lo escuché antes de conocerlo. Llegué de noche a
Concepción. El poeta daba una lectura junto al mar. La voz del hombre y la del
océano parecían fundirse en una sola, vasta y anónima, salida del mar ceñido y
filoso de Chile al encuentro de la tierra", inicia el autor de "La
muerte de Artemio Cruz" su retrato de Neruda.
"Sin la aventura poética de Neruda, no habría
literatura moderna en América Latina. Su enorme alcance se debe a que asumió
los riesgos de la impureza de la imperfección y, también, de la
banalidad", sostiene Fuentes en el flamante volumen lanzado
simultáneamente en Latinoamérica y España por el sello Alfaguara.
Con el chileno ganador del Premio Nobel de Literatura, el
mexicano selló una amistad duradera y especial: "Si sus disputas con los
hombres de su generación fueron a menudo amargas, con nosotros, los escritores
entonces jóvenes, siempre fue generoso, abierto, inteligente, capaz de diálogo,
razón y disensión", escribe el autor fallecido el pasado 15 de mayo.
En el capítulo dedicado a Cortázar, el escritor cuenta
que fue justamente el autor de "Rayuela" uno de los primeros en
ponderar su primera novela, "La región más transparente" (1958),
cuando todavía ni siquiera se conocían.
En 1960, el mexicano llegó a París y fue a la casa del
hombre que le había enviado una carta plagada de elogios sobre la novela:
recuerda que le abrió la puerta “un joven desmelenado, pecoso, lampiño,
desgarbado” al que confundió con un posible hijo del autor de
"Bestiario", aunque se trataba del propio escritor ("Así nació
la leyenda de un Cortázar que era la versión risueña de Dorian Gray”).
"Cuando Julio murió, una parte de nuestro espejo se
quebró y todos vimos la noche boca arriba. Ahora, queremos que el Gran Cronopio
compruebe, como lo dijo entonces Gabo, que su muerte era una invención
increíble de los periódicos y que el escritor que nos enseñó a ver nuestra
civilización, a decirla y a vivirla, está aquí hoy, invisible sólo para los que
no tienen fe en los Cronopios", evoca.
En pleno estallido del boom latinoamericano, Fuentes
conoció al realizador español Luis Buñuel, que tenía una colección de armas de
los siglos XVII y XVIII y tras ganar el León de Oro en el Festival de Venecia
1967 le confesó al autor que derretiría el premio “para fabricar balas”.
El escritor no se olvida de "Buñueloni", la
bebida favorita que le preparaba el cineasta cada vez que se reunían en su casa
ubicada en la colonia Del Valle, los viernes por la tarde, de cuatro a siete.
¿La receta del trago? "Mitad ginebra, un cuarto de cárpano y cuarto de
Martini dulce", evoca Fuentes.
Con un prólogo dedicado al periodista francés Jean
Daniel, a lo largo de 259 páginas el autor de "Aura" evoca a
distintas personalidades que resultaron centrales en su vida, como Alfonso
Reyes, Francois Mitterrand, André Malraux, Fernando Benítez, Susan Sontag,
Pablo Neruda, Manuel Pedroso y Lázaro Cárdenas ("el México de hoy no
existiría sin Lázaro Cárdenas, fue fiel a sus obligaciones y no olvidó su
origen", retrata).
"Nada lo ha rebajado. Ni la tragedia personal. Ni el
desafío político. Ni la moda intelectual. Ni, acaso, sus propios errores.
Miller creía en la capacidad humana para salir de `las piscinas del instinto` y
de los oscuros atavismos de la sinrazón y la guerra. Sin embargo, al conocer la
desaparición de John F. Kennedy, sintió angustia de saber que la muerte puede
atravesar con un dedo `la delicada red del porvenir", dice Fuentes sobre
el autor de "Panorama desde el puente".
Fuentes recrea también la multitudinaria asunción
presidencial de Mitterrand, para la cual cruzó el Atlántico con Miller, William
Styron y Elie Wiesel. En un "caos digno de los Marx", lograron su
objetivo siguiendo a la actriz griega Melina Mercouri, que supo abrirse paso
hábilmente entre el gentío: "Detrás de ella cuatro ignorados escritores
con impermeables a lo Bogart, gafas oscuras y cabezas gachas", recuerda.
Fuentes también se muestra sorprendido por la cultura literaria
del ex presidente norteamericano Bill Clinton, a quien conoció junto al
colombiano Gabriel García Márquez: Una noche en Martha`s Vineyard, lo
escuchamos a Bill Clinton recitar de memoria pasajes enteros de Faulkner,
demostrar que había leído el Quijote y por qué Marco Aurelio era su autor de
cabecera".
"Personas" fue lanzado en paralelo con la
decisión del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México de crear el Premio
Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español, que será
entregado al conjunto de una obra y tendrá una de las mayores dotaciones para
un premio literario hispano: 250.000 dólares.
Además de este libro, el ganador del Premio Cervantes
también dejó otra obra inédita titulada “Federico en su balcón” -donde plantea
un diálogo con el filósofo alemán Friedrich Nietzche- que también será
publicada por el sello Alfaguara en los próximos meses.
Extraído de:
http://www.diariodecultura.com.ar
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