Desmitificando
a Míster Darcy
(sin
orgullo ni prejuicio)
Constanza Hola Chamy
Es alto y atractivo.
Popular, buen bailarín y un poco bruto. No tiene pelos en la lengua y
claramente no es el estereotipo gentil y caballero del príncipe azul que
nuestras madres nos metieron en la cabeza.
Cumple con un requisito,
eso sí: cuenta con una abultada billetera que lo transforma en el "macho
proveedor" que cualquier mujer del siglo XIX esperaba. Cualquiera, menos
Elizabeth Bennet, la protagonista de "Orgullo y prejuicio".
El final feliz de Orgullo y Prejuicio sólo fue posible tras una desafiante y políticamente incorrecta relación. |
El 29 de enero se
cumplieron 200 años de la primera
publicación de la novela más popular de Jane Austen.
Y Míster Darcy, su
personaje principal, pareciera haberse convertido en el amante deseado de
cualquier mujer que ha leído una de las 20 millones de copias publicadas en
todo el mundo desde el 28 de enero de 1813.
El antihéroe ideal
Llevo media hora
discutiendo con mis colegas sobre por qué Míster Darcy parece hoy seguir siendo
el hombre-no-ideal favorito de muchas mujeres, incluida la que escribe.
"Mi hombre ideal es
bien parecido a Míster Darcy", contesta mi vecina de escritorio. "Al
final es un caballero, un buen proveedor", agrega otro de los oyentes.
"No hay estereotipos. Darcy es el hombre ideal de Elizabeth, no tiene por
qué serlo del resto", afirma tajante un representante masculino que se
niega a creer en el fenómeno Darcy.
Colin Firth, el Darcy más famoso, en la serie de la BBC realizada en 1995. |
No hay consenso sobre la
existencia del hombre ideal. Pero de existir, se parecería a Míster Darcy.
¿Qué tiene este hombre
clasista y pedante, acostumbrado a sacar en cara su superioridad económica, que
rechaza bailar con aquellas que no son "lo suficientemente bonitas" y
que desafía constantemente la paciencia y el intelecto de quien supuestamente
ama, que lo hace tan adorable? ¿Nos gustan los malos? ¿Los toscos? ¿Los
discapacitados emocionales?
Yo, Darcy
Austen describe a Darcy
como "fino y alto, buenmozo, de noble semblante" que se muestra
orgulloso y desafiante con la protagonista, Elizabeth Bennet.
No muy aficionado a las
palabras bonitas, y torpe en el arte de la socialización, Darcy no tiene ningún
interés en ser amable si no le nace. "Ciertamente no poseo el talento de
conversar fácilmente con aquellos que no he visto nunca antes en la vida",
declara el mismísimo Darcy.
Daphne Slater y Peter Cushing en 1952. |
"Darcy es descrito
como 'alto y apuesto', pero también es estirado, agrandado, arribista, esnob y
con poco tacto. Tiene un tremendo arrastre porque es rico, posee una mansión y
tiene ingresos por más de 10.000 al año, es decir, hoy sería un
multimillonario, no necesita trabajarle un peso a nadie", le comenta a BBC
Mundo Johanna Trollope, escritora británica actualmente dedicada a reescribir
"Sensatez y sentimientos" , otra de las novelas de Austen, la cual
estará ambientada en 2012.
Pero sigue gustando. Sólo
en 2012 se vendieron 190.000 copias en papel, entre Estados Unidos y Reino
Unido, según cifras de Nielsen BookScan (empresa que recopila estadísticas de
ventas de libros alrededor del mundo).
Orgullo valorado,
prejuicio positivo
"Las mujeres se
sienten más atraídas por hombres taciturnos o fanfarrones que por aquellos que
parecen más felices", aseguró un estudio de la University of British
Columbia (UBC) publicado en 2011 por la Asociación Estadounidense
de Psicología (APA, por sus siglas en inglés).
David Rintoul en su versión de Fitzwilliam Darcy, 1980. |
A su favor hay que decir
que se reivindica. Es cierto. Y a través de las casi 500 páginas de la novela,
Darcy termina por mostrar su lado amable, humano, capaz de sacrificarse por
Elizabeth como por nadie en la vida. Nula inteligencia emocional para algunos,
honestidad brutal –y adorable– para otros.
"Es el que sabemos
que nos va a cuidar, independiente de lo que hagamos. No es alguien con el que
se pueda jugar o manipular, pero por otro lado podemos confiar en él, porque no
nos pondrá en peligro. Es completamente honesto", le explica a BBC Mundo la
psicóloga Jane McCartney.
No es un galán. Lo de
Darcy es un tira y afloja, un coqueteo parte sexual, parte intelectual muy bien
retratado por Austen.
"Es la vieja entrega
de una historia de amor. La clásica situación romántica. No tiene nada de nuevo
el juego sexual de discutir y competir con quien te quieres acostar. La
diferencia es que acá ella es claramente más inteligente que él", asegura
Trollope.
Según la escritora, el
cine y la televisión han ayudado a barnizar de romanticismo la figura del Darcy
original de Austen.
Sin embargo, las múltiples
versiones en la pantalla, desde la televisión inglesa hasta Bollywood -la
industria cinematográfica india-, con una gama de Darcys que incluyen a
Laurence Olivier y Colin Firth, han aportado a popularizar y masificar al
personaje al borde de convertirlo en un ícono pop.
De multimillonario a
rockstar
Parte del poder seductivo
de Darcy en el siglo XVIII era su riqueza. "En la época de Elizabeth,
casarse bien era la única posibilidad de tener una carrera y ser aceptada
socialmente. No era una cosa de riqueza o pobreza, era una cosa de riqueza o
destitución", explica Trollope.
En otras palabras, Darcy
era para Elizabeth su pasaporte a la aceptación social.
Antes del abucheo
feminista o la pérdida del 50% de las lectoras de este artículo, permítanme
aclarar: Elizabeth sí fue una mujer exitosa y visionaria para su época.
La 1ª edición de "Orgullo y prejuicio" |
Su gracia, según Tropolle,
fue precisamente poder casarse con quien eligió y de quien estaba enamorada.
Toda una novedad en la sociedad inglesa del siglo XIX.
Eso, y haber logrado
conquistarlo. "Lo que llama tanto la atención de un Míster Darcy es que,
pudiendo estar con la que quiera, nos elija a nosotras", le dice McCartney
a BBC Mundo.
En 200 años las cosas han
cambiado un poco. Las mujeres no sólo estudian carreras universitarias, sino
que también pueden votar, dirigir sus vidas y, por qué no, convertirse ellas
mismas en líderes sociales, políticos o culturales.
La riqueza del antiguo
Darcy podría extrapolarse a lo que ahora sería el éxito o la fama. "Darcy
sería hoy algo así como un rockstar", afirma Trollope.
"El dinero, o el
éxito hoy en día, es parte del paquete", explica McCartney.
Lo que parece permanecer a
través de los años es su rol proveedor. "Darcy es un buen proveedor, no
sólo desde el punto de vista financiero, sino también sexual", agrega.
¿Macho alfa o disléxico emocional? La
discusión puede durar horas. Lo innegable, eso sí, es que es uno de los
personajes más reconocidos y atemporales de la literatura universal.
Extraído de: http://www.bbc.co.uk
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