Hallaron en Luxor
la tumba de un
niño
de hace 3.550 años
El hallazgo del ataúd, que apareció cerca de las
tumbas de Djehuty y Hery, puede servir para arrojar luz sobre ese período poco
conocido del Antiguo Egipto.
Colocado en el suelo sin
protección, el ataúd apareció hace unos días intacto ante los ojos de los
expertos, que desde hace tres años exploran los alrededores de las tumbas de
Djehuty y Hery, dos altos dignatarios de la corte egipcia entre los años 1500 y
1450 a .C.
Los arqueólogos mostraron
su extrañeza por descubrir en ese lugar esta pieza de finales de la dinastía
XVII y anterior a la época de Hery.
A diferencia de otros
ataúdes, no se encontraba en las tumbas de la colina que domina esa zona de la
orilla occidental de Luxor, indicó José Manuel Galán, el jefe del equipo
español que hizo el descubrimiento, interesado ahora en encontrar los restos de
los padres del pequeño.
"Normalmente, los
niños se enterraban en cementerios familiares", sostiene el experto, que
investiga los misterios de la antigua necrópolis de Dra Abu el-Naga, sobre la
que se superpusieron otros entierros a lo largo del tiempo y que "se
salvó" de las excavaciones de egiptólogos en los siglos XIX y XX.
El ataúd descubierto, de
madera tallada y pintado de blanco, data del 1550 a .C., una época
"importante porque se conoce muy poco", según Galán.
Hace falta remontarse al
momento en el que Tebas (la actual Luxor) era una mera capital provincial, ya
que todavía Egipto estaba dividido en provincias a falta de una monarquía
central.
La expulsión de los hicsos
(gobernantes extranjeros) y la reconquista de Egipto por parte de los tebanos
hizo de esa ciudad la capital del reino, lo que marcó una transición hacia el
Imperio Nuevo faraónico que el mismo Hery vivió y en el que se enmarcan vestigios
como el citado cementerio de la dinastía XVII.
Ese camposanto ha
proporcionado a los arqueólogos capillas de adobe, pozos funerarios, figuras de
madera, textiles de lino con inscripciones y una serie de objetos a la que hay
que añadir el nuevo ataúd infantil.
Junto a esta pieza de
pequeño tamaño y libre de inscripciones, el equipo de arqueólogos descubrió una
colección de platos de cerámica y estatuas pequeñas de madera que representan a
personajes como Ahmose, considerado el primer rey de la dinastía XVIII, señaló
el encargado egipcio de Antigüedades de Luxor, Mansur Bureiq, en un comunicado.
Además, en esta zona debió
de ser enterrado un príncipe que podría ser Ahmose Sapair, cuyas huellas está
siguiendo la delegación española, explicó Galán, que detalló que por razones
desconocidas su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación y donde se
depositaban variadas ofrendas.
Dentro de un proyecto de
restauración y documentación, el equipo, dirigido por este investigador del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y patrocinado por la
empresa española Unión Fenosa, se encuentra limpiando el patio de la tumba de
Djehuty.
Este dignatario, que vivió
unos cincuenta años después de Hery, fue supervisor del tesoro y de los
artesanos de la reina Hatshepsut, una de las pocas mujeres que ocuparon el
poder en el Antiguo Egipto.
Desde 2002, el proyecto
explora los secretos de esa época faraónica. En 2011 se descubrió un depósito
con más de 80 figuras de barro, de 15 centímetros cada
una, y una antigüedad de 3.000 años, que pudieron pertenecer al ajuar funerario
de un sacerdote.
Extraído de:
http://www.diariodecultura.com.ar
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