Magallanes
y la circunnavegación
de la tierra
El 27 de
abril de 1521, el navegante portugués al servicio de España Fernando de
Magallanes fue muerto por los indígenas de Filipinas. Había salido de Sevilla
rumbo a América del Sur el 10 de agosto de 1519 intentando circunnavegar el
mundo. Fue el primero en descubrir el paso entre los océanos Atlántico y
Pacífico, por el estrecho que lleva su nombre, pero no logró concretar la
hazaña de dar la vuelta al mundo.
Sin
embargo, su expedición, tras su muerte comandada por el navegante español Juan
Sebastián Elcano, lograría el 6 de septiembre de 1522 concretar la primera
circunnavegación del planeta y demostrar que la tierra era redonda, ya que
navegando siempre en la misma dirección, se había llegado al punto de partida.
Fuente:
Genaro Cavestany, El centenario de Magallanes, Sanlúcar de Barrameda,
Tipografía Domenech, 1915, págs.18-20.
Magallanes
salió del puerto de Sanlúcar de Barrameda, resuelto a hallar el anhelado paso
entre los dos mares, y lo halló después de las infructuosas tentativas de sus
múltiples predecesores, y sin utilizar el resultado de los trabajos, inútiles,
pero meritorios, de aquellos. Con conocimiento incompleto, pero muy aproximado
a la realidad, de la topografía del Continente americano, comprendió, o
presintió, que el deseado paso estaría al Sur, pero no tanto como en realidad
estaba. Aquel viaje era interminable.
Después
de haber recorrido las inmensas costas, ya conocidas, del Brasil y las apenas
surcadas de la Argentina
hasta un poco más al Mediodía del gran estuario del Plata, costeó la Patagonia , región
inmensa no navegada aún, y en el paso, que pudo presumir ensenada o río, como
tantos otros que hasta entonces habían hecho concebir la comunicación anhelada
entre los dos mares, en la mitad del día de Todos los Santos del memorable año
1520, sus ojos contemplaron las bravas olas del irrisoriamente llamado Pacífico
mar, que vinieron a demostrarle que Dios había premiado sus anhelos,
contrariedades y peligros, y que la comunicación entre el Pacífico y el
Atlántico era un hecho consumado, sin cuya realización el descubrimiento de
Colón no tenía la importancia que desde aquel momento adquiriera.
Magallanes
no dio por terminada su obra como en realidad pudo hacerlo, volviendo a España
a dar cuenta de su descubrimiento y a recoger el premio de su denodada
expedición, dejando a otros que la completasen dando la vuelta al mundo. El
mismo quiso acabarla y puso rumbo a su nave en dirección del ambicionado
Occidente, hasta entonces Oriente, proponiéndose volver al puerto del que había
salido por el camino opuesto, cuando aún, descubierto el Nuevo Mundo y el
Pacífico, se dudaba por muchos sabios y teólogos la verdad presentida por
otros, e intentada demostrar por Colón de la esferoidad de la Tierra.
¡Empresa
grandiosa y sin precedente que debe ser considerada para la época en que se
realizó digna de un Titán!
En la
isla de Luzón halló gloriosa muerte Magallanes combatiendo contra los naturales
del país. Otro esforzado caudillo, su segundo, Sebastián Elcano, guió entonces
la expedición a su término, entrando a los tres años de su salida en el mismo
puerto de su partida, por el camino opuesto, siendo el primero que circunnavegó
nuestro planeta, por lo cual Carlos V, al ennoblecerle, le dio por divisa:
“Primus circundedistis me.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario