Cuando la vida se torna una trágica novela
JUAN CARLOS
ONETTI
Juan Carlos Onetti nació
en Montevideo en 1908, y murió en Madrid
el 30 de mayo de 1994. Novelista uruguayo, considerado no sólo el escritor más
importante que ha dado la literatura de su país, sino uno de los máximos
creadores de la narrativa en lengua castellana del siglo XX.
Hijo segundo de un
funcionario de aduanas descendiente de emigrados irlandeses (ONetty, parece
haber sido el apellido original) y de una brasileña que pertenecía a una
familia de hacendados gaúchos, desertó de los estudios de derecho a mitad de la
carrer
a, y desde la temprana adolescencia frecuentó las redacciones de
periódicos y revistas de ambas márgenes del Río de
Secretario de redacción
del mítico semanario Marcha, donde firmaba sus críticas y colaboraciones con el
popular seudónimo de Periquito el Aguador, asiduo del diario La Prensa y de la revista Vea
y Lea, y encargado posteriormente de la sucursal rioplatense de la agencia
Reuter, vivió un cuarto de siglo entre ambas capitales, de cuya síntesis
surgiría la fantasmal Santa María donde transcurren sus principales ficciones
(y algo más tarde Lavanda, resumen o boceto de la Banda Oriental ).
Afincado en Montevideo,
entre 1955 y 1975 fue director de bibliotecas municipales del distrito
montevideano y luego integrante de la junta directiva de la Comedia Nacional ,
hasta que en el último de los citados años fue acusado de actividades
subversivas por la dictadura que gobernaba su país, y eligió el exilio
madrileño que ya no abandonaría hasta su muerte. En Uruguay había obtenido el
Premio Nacional de Literatura, en 1962, y en España se le concedió el
Cervantes, en 1980, y un año antes el de la Crítica por Dejemos hablar al viento,
votado por los especialistas en forma unánime como el mejor libro de habla
española publicado durante 1979. Después de sus primeros relatos (ganó un concurso
del género, convocado por el diario La Prensa , de Buenos Aires, en 1934) se inició en la
novela con El pozo (1939), que los críticos han considerado el
más claro antecedente hispánico de la llamada literatura existencialista,
difundida por Sartre y Camus, que dominaría como tendencia, durante el decenio
siguiente, la narrativa occidental. Tras ella escribió Tiempo de abrazar (1940), Tierra
de nadie (1941), Para esta noche (1943), Los
adioses (1954) y Para una tumba sin nombre (1959),
además de las sucesivas colecciones de cuentos Un sueño realizado (1951), La
cara de la desgracia (1960), El infierno tan temido(1962)
y Tan triste como ella (1963).
Pero el pasaje a la
madurez y la absoluta autonomía de una obra que aportab
a no sólo un lenguaje
inédito en la narrativa hispánica, sino un universo conjetural por el que los
personajes y las secuencias transitaban de un libro a otro, enriqueciendo en
forma creciente el conjunto, se produjo con la escritura de La vida
breve (1950), su primera obra maestra, que tendría posterior
continuidad en otros dos títulos igualmente magistrales: El astillero (1961)
y Juntacadáveres (1967), que constituyen la llamada
"trilogía de Santa María", por transcurrir las tres novelas en la
misma ciudad imaginaria, y ser habitadas por los mismos personajes que se van
cediendo el protagonismo de las páginas de una a las de las otras, sin dejar
por ello de ser cada una de ellas obras cerradas y autosuficientes en sí
mismas.
Los temas y la atmósfera
que van configurando la producción de Onetti son comunes y sórdidos: la
soledad, la prostitución, la rutina, el dinero. La vida breve (entre
las mencionadas) es por su exasperado realismo una auténtica obra maestra:
relata el desdoblamiento de un ser tímido y sin aliento, José María Braussen,
que se inventa otro yo, José María Arce, personaje violento que planea un
crimen. En ella se da la fundación de Santa María, una ciudad mítica y ficticia
(como Macondo, de García Márquez, y Comala de Rulfo), de indeterminado
emplazamiento rioplatense, escenario de todo el ciclo narrativo.
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