Susana Soca, una uruguaya que desafió su
época
¿Quién era esta
mujer?, ¿por qué han caído en el olvido, o lo que es peor, en la indiferencia,
su vida y sus aportes culturales y literarios? La respuesta viene de la mano de
Claudia Amengual, la autora de “Rara avis”, un ensayo que la rescata.
Fue retratada por
Pablo Picasso y Valentine Hugo. Onetti le dedicó “Juntacadáveres”. Borges le
escribió un bello poema en “El hacedor”. Victoria Ocampo la definió
magistralmente como “rara avis” en el homenaje póstumo que tantos intelectuales
del medio le rindieron ante su trágica muerte (1959).
A punto de salir una
reedición de “Rara avis. Vida y obra de Susana Soca”, el riguroso ensayo
publicado el año pasado, entrevistamos a la escritora Claudia Amengual.
Ensayo sobre una humanista
Explicas en el prólogo
de “Rara avis” que se trata de un ensayo y no de una biografía novelada o una
novela histórica. Siendo tú una escritora de novelas, ¿por qué elegiste este
camino?
Por momentos me sentí
como si tuviera puesto un chaleco de fuerza, porque en el ensayo la imaginación
está acotada y tienes que remitirte a los documentos. Mi elección tuvo que ver
con un proyecto de tesis de maestría que no he podido culminar y vivo como una
gran frustración, pero tenía reunido mucho material así que tomé la decisión de
escribir el ensayo. Yo tengo mis recelos frente a la ficción novelada porque
siento que de alguna manera se trampea al lector, que termina creyendo que es
verdad lo que se ficciona; hay que poner en boca de los personajes cosas que no
sabes si dijeron, lo cual me da bastante pudor.
¿Cómo podríamos
definir a Susana Soca, cómo poeta, ensayista, gestora cultural, mecenas? ¿Cuál
sería la faceta más destacada?
Creo que los poetas,
antes que nada, se definen como poetas y luego viene todo lo demás. Para mí fue
mejor ensayista que poeta, mecenas para bien de mucha gente como los escritores
Felisberto Hernández y Juan C. Onetti, pero también financió al bailarín ruso
Boris Kniaseff y su compañía y, por supuesto, gestora cultural porque dirigió
una revista literaria -primero en París, luego en Uruguay- y pagaba muy bien
las colaboraciones.
La has definido como
una humanista en el sentido renacentista del término.
Exactamente, una mujer
preocupada por las artes, la música, la cultura, por la religiosidad de una
manera curiosa, le gustaban mucho las culturas orientales, algo que está
reflejado en la revista “La Licorne” y tenía joyas relacionadas con esas
culturas.
El cliché de niña rica
“Rara avis” es como la
llama Victoria Ocampo, aunque no es la única que la define así. ¿Qué se quiere
decir con esto?
Muchos la
despreciaban. Jorge Luis Borges tenía una mirada muy particular sobre ella, a
pesar de que después le dedicó ese poema tan hermoso en “El hacedor”. El texto
de Victoria Ocampo es el que mejor la describe: competían pero no eran rivales.
Estamos hablando de
dos personalidades muy distintas.
Totalmente. Victoria
era una locomotora que arrasaba con todo y Susana era la discreción, una mujer
muy delicada, muy fina. Era rara avis por todos lados: hija única de un
matrimonio raro, un padre de origen humilde que llegó a ser uno de los
prohombres -el cuarto médico recibido en el país- y amasó una fortuna, una
madre de alcurnia, católica, portadora de dos apellidos -Blanco Acevedo- con
una gran diferencia no solo de clases sino de edad.
¿Podemos hablar de un
matrimonio por conveniencia?
No me atrevo a
afirmarlo. Sí sabemos que el doctor Soca detestaba el matrimonio y consideraba
a las mujeres como la perdición. Volvió de París, donde hizo otra vez la
carrera de médico, sin prestigio social y lo necesitaba para sus ambiciones
políticas. Pero más allá de conjeturas o interpretaciones, Susana fue criada en
ese caserón, con esa inmensa fortuna, para ser una señorita de sociedad, con
preceptores en su casa, viviendo entre París y Montevideo. Todos los relatos
coinciden en decir que era muy tímida pero de muy agradable de trato. Nunca se
promocionó a sí misma. Carlos Maggi la definió magníficamente: “Era fácil de
olvidar, pasaba como si nada”.
¿Poca autoestima?
Probablemente, era muy
insegura. Sin embargo, tenía empuje para emprender y hacer todo lo que hizo,
pero por haber dejado tantos espacios en sombra privilegió la creación de
leyendas. Vivió muy mal el exceso de fortuna que poseía.
¿Crees que perduran
los prejuicios en torno a su figura hasta el día de hoy?
Creo que sí… los
uruguayos admiramos la bonanza y el éxito de los extranjeros, pero con los
nacionales nos cuesta mucho.
Intimidad velada
Sus poesías fueron
publicadas póstumamente. Ella estaba trabajando en eso cuando murió. ¿Por qué
crees que demoró tanto en decidirse a publicarla?
Yo hago un análisis
crítico de su poética. Tiene algunos versos muy buenos pero es muy irregular.
Creo que ella sentía eso, le faltaba lograr una mayor madurez poética.
Es muy hermética.
Increíblemente
hermética, hay poemas que no tenés por dónde entrarle. No le dio tiempo para
hacer una gran obra; ahora desde el punto de vista literario, sus ensayos son
notables, ahí está la intelectual poderosa que había en ella.
¿Cómo era la relación
con su madre? Porque siempre vivió con ella.
Durante mucho tiempo hubo
una leyenda negra sobre la mamá: que era una matrona castradora, bla bla.
Susana viajaba mucho, lo cual ahora no llama la atención pero en aquella época
una mujer sola viajando, yendo a la Unión Soviética en plena cortina de
hierro…Era una mujer mucho más libre que Victoria Ocampo, por ejemplo, zafó del
mandato del matrimonio y de los hijos.
Le atribuyeron varios
romances.
Bueno, con el escritor
(ruso) Boris Pasternak ni siquiera tenemos la certeza de que se haya reunido.
Sabemos que Henri Michaux quiso seducirla. El gran déficit que tiene este libro
es que le faltan cartas escritas por Susana. Yo tengo la esperanza de que
aparezca más material.
La revista literaria
Susana Soca fundó una
revista que primero dirigió en París y luego en Montevideo. ¿Cómo puede
evaluarse culturalmente el aporte de “La Licorne” y “Entregas de la Licorne”?
Es una revista muy
lujosa. Escribía buena parte de la intelectualidad del medio, europeos,
argentinos como Borges, Bioy Casares… En la etapa parisina salieron nada más
que tres ejemplares; acá en Montevideo salen diez números, uno más luego de su
muerte y la cierran porque la revista era Susana, no solo porque la financiaba
íntegramente sino porque era su alma. Si la comparás con “Sur” (la revista que
dirigía Victoria Ocampo) que estuvo más de medio siglo recorriendo toda América
Latina, tuvo poca influencia pero no es para nada insignificante. Como todo lo
que está muy bien hecho es una especie de joya, quien tenga la colección
completa tiene un diamante en bruto.
¿Está la colección
completa en la Biblioteca Nacional?
La verdad es que no lo
sé, a mí me costó conseguirla, comprar un ejemplar puede llegar a salir unos
cuantos dólares. Tuve la suerte de que me regalaran algunos números.
¿Qué pasaba con la
revista en el momento mismo en que salía? ¿Cómo era su recepción? porque
Onetti, por ejemplo, habla de un clima “anti Licorne”.
La revista salió entre
el 53 y el 60. Ya tenías a la generación del 45 tallando fuerte, muy crítica,
muy dura. No es que hayan atacado a Susana, pero les era muy indiferente. Si
Susana no se hubiera acercado a Onetti para publicarle un cuento, seguramente él
hubiera seguido pensado que era una “millonaria snob” como él mismo lo cuenta.
Culturalmente la
influencia francesa en Susana es muy fuerte.
Era el Uruguay de
matriz francófila, aquel Uruguay de la época de Batlle y Ordóñez y de la
escuela pública vareliana. Todo eso cambió después de la segunda guerra
mundial, el inglés se volvió el idioma de la democracia y la libertad.
No hay que olvidar que
Susana estaba viviendo con su madre en París cuando estalló la guerra y se
quedan soportando la ocupación.
Sí, viven ahí por más
de diez años, hasta 1948. Como muchos parisinos, quedaron atrapadas seguramente
pensando que los nazis no iban a llegar hasta la ciudad. Luego de la guerra fue
agregada cultural; pienso que amaba París y que acá en Montevideo se sentía un
poco asfixiada por el ambiente provinciano y conservador.
Extraído de:
http://www.republica.com.uy/
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