ANDRÉ BRETÓN, Y LA IDEA DEL SURREALISMO
POLÍTICO
André Breton nació en Tinchebray,
Francia, el 19 de febrero de1896 y murió en París el 28 de setiembre de 1966).
Participó durante tres años en el movimiento dadaísta, al tiempo que
investigaba el automatismo psíquico a partir de las teorías de Charcot y Freud
sobre el inconsciente, que había descubierto durante sus estudios de medicina.
Por último, en 1924, rompió con Tristán Tzara, acusándole de conservadurismo, y
escribió el texto fundacional de un nuevo movimiento, el Manifiesto del
surrealismo.
Con una prosa casi poética y un estilo
emotivo y exaltado, postulaba la existencia de una realidad superior a la que
sería posible acceder poniendo en contacto dos mundos, la vigilia y el sueño,
que tradicionalmente se habían mantenido separados. Reivindicaba la liberación
del mundo del subconsciente y con ello una nueva forma de pensar que terminara
con la dictadura exclusiva de la lógica y la moral.
El nuevo grupo surrealista nació con un
fuerte componente sectario, promovido en gran parte por el propio Breton, quien
desde la «ortodoxia» surrealista denunció numerosas «desviaciones», la menor de
las cuales no fue, sin embargo, su propio intento de politizar el movimiento a
raíz de su afiliación al Partido Comunista (1927). El Segundo
Manifiesto surrealista (1930) responde a la voluntad de insertar el
surrealismo en unas coordenadas políticas y revolucionarias, lo que provocó
grandes disensiones en el grupo.
Sin embargo, en 1935, Breton rompió con
el Partido Comunista y viajó a México, donde su relación con Trotski le llevó a
redactar un tercer manifiesto en 1941. Entre sus obras destaca la novela Nadja(1928),
a la que siguieron otras, como La inmaculada concepción (1930)
o Los vasos comunicantes (1932). En 1946 regresó a su país y
fundó nuevas revistas surrealistas, al tiempo que mostraba su oposición al
realismo imperante en literatura y en especial a Albert Camus.
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