LA GUERRA DEL PARAGUAY-
UN HOLOCAUSTO INFAME
6ª. NOTA
Juan Carlos Di Nicola
MOTIVOS DE LA GUERRA
Entre
los motivos esgrimidos por los aliados para justificar la guerra, se hablaba
del armamento o la militarización del “Atila de América” como se quería
ridiculizar a Solano López.
El
armamento paraguayo se fundamentaba en lo que tenían en el momento, ya que
debido al bloqueo impuesto por los aliados, nunca llegaron las adquisiciones
solicitadas a Europa por Paraguay. Es entonces, que por ejemplo si hablamos de
los cuerpos de infantería, contaban como armas, a los obsoletos…”fusiles de
chispa, de ánima lisa y bala esférica, cuya acción era casi ineficaz por su
extremada lentitud y por otros mil inconvenientes”.-
Cándido López. Pintor Guerra del Paraguay
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Dice
Jorge Rubiani: “ Para tener una idea de
las dificultades que ofrecía este armamento, debe hacerse notar que el fusil de
chispa pesaba unas 4 kilos, medía un metro y cuarenta centímetros de largo,
disparaba con escasa precisión un proyectil esférico de plomo a un blanco que
no estuviera a mayor distancia que unos 60 u 80 metros. El poner a punto el
arma para el disparo implicaba unos 12 pasos u operaciones diferentes.”.-
Si
nos detenemos en ver la Marina de Guerra paraguaya del momento, veremos la
precariedad de su poderío bélico. Fracasadas las adquisiciones realizadas en
los astilleros de Francia y el Reino Unido, el Paraguay no contaba nada más,
que con un buque “armado para la guerra” el Tacuary adquirido en 1854, los
demás eran buques mercantes sin ninguna condición bélica.-
En
la batalla de Riacuelo el 11 de junio de 1865, fue destruida toda la fuerza
naval paraguaya.
“…la
armada de la tan mentada “potencia militar” puesta fuera de combate en un solo
día, en una sola batalla y ni bien comenzada la guerra” dice Rubiani.
En
relación a la artillería y a la vetustez de alguna de sus piezas dice el
historiador Eduardo Acevedo: “ …hubiera podido transformarse en un museo,
tal era la diversidad y la antigüedad de alguna de sus piezas. Entre los
materiales capturados en Curuzú figuraba un cañón que tenía grabados el nombre
de Felipe IV y el año: 1664”.-
No
era por lo tanto un poderío que pudiese hacer pensar en una preponderancia de
ese país, menos aún, cuando se iban a enfrentar a ejércitos mejor armados y que
contaban con una mayor disciplina militar, y un elevado número de hombres entre
sus filas.-
Se
destacarían sí su bravura, su temple, y la capacidad de sacrificio que siempre
pusieron de manifiesto en cada una de las batallas.-
Sabiéndose
inferiores en armamento y sin la posibilidad de su renovación, el ejército
paraguayo tuvo que usar todo su ingenio para sobrellevar, por lo menos en
parte, estas condicionantes negativas. El moderno armamento que esperaban desde
Europa fue bloqueado y nunca llegó a destino.
Por
ejemplo para la fabricación del fulminante, se extraía el salitre”…de la sal de
la orina del personal de la tropa que orinaban en grandes tachos que
permanecían al sol para que evaporara el líquido”.-
Se
inventaron rifles, bombas de humo, incendiarias y de iluminación, se utilizaron
ollas y armas ya destruidas para
municiones de cañones, se usaron campanas de las iglesias para ser
fundidas y construir cañones; ante la
desaparición de su flota naval, usaron los “brulotes”, “barco cargado de materiales combustibles e inflamables que se dirigían
sobre los buques enemigos para incendiarlos.-
Con
todo lo que hemos visto, es indudable que el argumento del armamento, fue solo
un pretexto más, para llevar a cabo el ataque al Paraguay por las fuerzas
unidas de Argentina Brasil y Uruguay. Por supuesto que cada uno de estos países
además, tenía objetivos particulares en la guerra.
Pero
tampoco podemos circunscribirnos a estas distintas motivaciones de los países
intervinientes, ni alcanza con analizar los distintos intereses; este conflicto
hay que analizarlo también, como un acontecimiento histórico más amplio: el
desarrollo del imperialismo de las potencias europeas, a mediados
del siglo XX.-
Inglaterra
siempre estará a la vanguardia de esta operación, tratando de conquistar nuevos
mercados, y conseguir puntos neurálgicos para ampliar las rutas comerciales.-
Francia,
España, Alemania e Italia, más tarde los Estados Unidos de América, fueron
también ejemplos en la competencia por lograr nuevos mercados. Los ejemplos de
intervenciones armadas en varios lugares del mundo, abundan; Santo Domingo,
Perú, México, etc. en América, Singapur en 1819, Islas Malvinas en 1833,
Hong-Kong en 1841, la colonización de Nueva Zelandia y de Australia, fueron
alguno de los jalones de un proceso expansionista, es en este marco que se
produce la Guerra contra el Paraguay.-
Como
ya vimos en notas pasadas, Paraguay había logrado avances económicos que lo
ubicaban como ejemplo en América; no debía ni un centavo al exterior, construía
su futuro sin inversiones extranjeras, sin empréstitos de la banca inglesa.-
Estos
hechos inquietaban sobremanera al Imperio Inglés que quería abrir el mercado
del Paraguay, lo que le resultaba sumamente trabajoso; temía además que este
país, resultara un ejemplo que se pudiera irradiar peligrosamente entre sus
vecinos.
A
Inglaterra le importaba sobre todas las cosas, mantener un statu quo en el Plata, ya
que mantenía un vínculo comercial muy estrecho con Argentina, Brasil y Uruguay,
teniendo estos países enormes deudas con Inglaterra a causa de empréstitos, que
sumados ascendían a un total de 61:500.000 libras: la región tendría que
mantenerse lo más tranquila posible para no provocar ninguna fractura a sus
intereses económicos.-
Se
las ingenió igual, para que otros hicieran la guerra contra el Paraguay, y resultar ser la más beneficiada
de todos; una vez concluida la misma,
seguirá cobrando los enormes intereses por los préstamos que tuvo que hacer a
los aliados, que quedaron comprometidos económicamente, por largos años.
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