HENRI MATISSE, EL COLOR EN SU MÁXIMA
EXPRESIÓN
Henri Matisse nació en Cateau Cambrésis,
el 31 de diciembre 1869 y murió en Niza el 3 de noviembre de 1954. Fue el máximo
representante del fauvismo. El 20 de marzo de 1906 se inauguraba en los grandes
invernaderos de Cours-la-Reine, en París, una nueva edición del Salón de la Sociedad de Artistas
Independientes. Aquella exposición supuso el primer gran éxito de Matisse y su
consagración como pintor y como cabeza visible de un nuevo movimiento. Los
lienzos del artista causaron sensación: de gesto espontáneo y color puro, su
obra daba las pautas de un estilo nuevo, lleno de vigor expresivo y que se
negaba a ser una mera imitación de la naturaleza. Destacaba entre sus pinturas
la ensoñación simbolista Lujo, calma y voluptuosidad, cuadro
adquirido por el también pintor francés Paul Signac, y cuyas gruesas y cortas
pinceladas de intenso color recuerdan precisamente la técnica divisionista
propia del mismo Signac; la tela estaba inspirada en los cuadros del que había
sido uno de los maestros de Matisse, Gustave Moreau.
Junto a los demás expositores, Matisse
formaba parte de un movimiento pictórico bautizado como fauves (fieras).
El nombre del movimiento se debe a Louis Vauxcelles, que en una de sus críticas
al Salón de Otoño de 1905 había definido una escultura de Albert Marquet como
"Donatello entre las fieras". La reacción de los fauvistas fue la más
violenta que se produce contra el arte académico desde los impresionistas. Influidos
por Gauguin y Van Gogh, concibieron los cuadros
de un modo muy distinto del tradicional, tal como hicieron ya los impresionistas.
Mediante el empleo agresivo de los colores puros querían poner de manifiesto
que la superficie de tela impregnada de pintura es una realidad autónoma e
independiente.
Henri Matisse cursó estudios de
jurisprudencia entre 1887 y 1888 en la Universidad de París, que se vieron interrumpidos
por una larga y grave enfermedad que lo retuvo en cama hacia 1890. Durante su
convalecencia empezó a pintar, y en 1891, ya recuperado, venció la oposición de
sus padres y abandonó la carrera de leyes para entrar en la Escuela Julian ,
donde se formó bajo la dirección de Bouguereau. En 1892 ingresó en el estudio
de Gustave Moreau, en la Escuela de Bellas Artes,
en el que permanecería cinco años y donde conoció a Rouault y a Manguin.
Asistió también a los cursos nocturnos de la Escuela de Artes Decorativas, en la que entabló
amistad con Marquet.
En 1898 viajó a Londres, animado por
Pissarro, y descubrió la obra de Joseph Turner. Las obras
producidas durante esos años, en los que interesó vivamente por la pintura
impresionista, son las conocidas como protofauvistas, por la
riqueza de su colorido y el grueso empaste; son fundamentalmente paisajes. De
vuelta a París, asiste durante algunos meses a las clases de Carrière, en cuyo
taller conoce a Derain y a Puy. Son años de apertura a nuevos horizontes:
descubre en estos momentos a Cézanne (le compra a Vollard
las Tres Bañistas), expone en el Salón de los Independientes de
1901 y conoce a Maurice de Vlaminck. Matisse
reconoció la obra de Vlaminck y Derain como cercana a la suya y en 1903
participó en el Salón de Otoño junto a Camoin, Derain y Manguin. En Lujo,
calma y voluptuosidad, cuadro que sería adquirido por Paul Signac, mostró su interés por
las teorías y técnicas del divisionismo, que muy pronto abandonaría en favor de
la exaltación del color y del sentimiento propio del fauvismo.
Su obra Madame Matisse (tambien
llamada Retrato de la raya verde) causó, a pesar de sus reducidas
dimensiones, un gran impacto en el Salón de 1905 por la sabia saturación de los
colores chillones. Matisse utilizó aquí el color en todas sus posibilidades
expresivas. En 1906 expuso de nuevo con el grupo de los Fauves (Manguin,
Marquet, Puy, Derain, Van Dongen, Rouault) en el Salón de Otoño y realizó su
primer viaje a África, donde le impresionaron los trabajos de arte popular,
sobre todo los tejidos y las cerámicas. De ese año es su Naturaleza muerta
con tapete rojo. En 1907, por medio de Gertrud Stein, conoció al español Pablo Picasso y realizó su
primer viaje a Italia.
En 1908, ilusionado por transmitir sus
ideas a los artistas más jóvenes, abrió una academia que sólo mantendría hasta
1911 y realizó su primera exposición individual en Nueva York, en la galería de
Alfred Stieglitz. También en 1908 pintó su famosa obra Armonía en rojo.
También conocido como Mesa de postres, Mesa servida o La
habitación roja, el lienzo presenta un comedor burgués con una mesa en la
que una camarera ultima los detalles previos de un ágape. El pintor ya había
realizado una obra sobre el mismo tema una década antes, pero con resultados
muy diferentes.
Alejada de composiciones
convencionales, Armonía en rojo, que debe su título al color
imperante en la escena, ofrece un aspe
cto más cercano al decorativismo de los
tapices. El interés por la perspectiva y la sensación de realidad han dado paso
a una imagen plana, colmada de arabescos orientalizantes; el interior está
decorado con un arabesco que se refleja en las formas del paisaje visto a
través de la ventana. Sin embargo, la mesa (que se confunde al fusionarse
cromáticamente con la pared) conserva los mismos fruteros e idénticas botellas
de obras anteriores. Esta escena doméstica, alegremente intimista, es uno de
los iconos más difundidos del fauvismo.
En 1909 recibe del coleccionista ruso
Schukin el encargo de pintar dos grandes paneles: La danza y La
música. La primera versión de La danza (1909) preanuncia
el que sería su gran trabajo ya en plena madurez (los grandes murales del mismo
título realizados hacia 1932-33) y puede ser interpretada como una demostración
anticubista de cómo las figuras pueden unirse a través del arabesco y de los
intensos contrastes de color contra el fondo abstracto. Las fuentes de este
mural son variadas, desde las figuras de los vasos griegos a las imágenes
greco-romanas de las Tres Gracias. Los colores puros y llamativos de tonos
oscuros cubren las zonas nítidamente dibujadas, aspecto este último que Matisse
toma de la pintura de Cézanne.
La composición posee un ritmo vivo, al
servicio del cual se han deformado artificiosamente las figuras, se ha
sacrificado la descripción espacial y se han reducido a tres los colores
presentes. A pesar de su inequívoco figurativismo, la imagen parece querer
desprenderse de todo aquello que juzga superfluo para la representación del
movimiento. Los cinco personajes representados forman, según Matisse, "un
corro que parece volar sobre la colina", mientras bailan una danza
provenzal. La versión definitiva deLa danza (realizada al año
siguiente, en 1910) presenta una viveza cromática muy superior a la de la
primera versión.
En 1910 realizó una amplia muestra
individual en París, en la galería Bernheim-Jeune, y viajó con Marquet a Munich
para visitar la exposición de arte islámico. En 1911 se trasladó a Moscú para
instalar los paneles en casa de Schukin y conoció los iconos y las artes
decorativas bizantinas, que pasarían a ser un elemento esencial en su repertorio
estilístico. Es claro ejemplo de ello El estudio rojo, en el que
destaca la simplicidad del colorido. La superficie del cuadro es mate y plana y
representa el estudio del artista, esta vez sin el artista y sin modelo,
solamente con cuadros y algunos otros objetos.
Poco después viajó a Marruecos con
Camoin y Marquet; pasó en el Norte de África los veranos de 1911-12 y 1912-13.
Del primer verano data Jardín marroquí, una composición casi
abstracta de verdes y rosas. El estallido de la Primera Guerra
Mundial provocó el traslado del pintor y su familia (se había casado en 1898
con Amélie Parayre, con quien tenía dos hijos) a Collioure, donde conoció a
Juan Gris. En 1916 pasó el invierno en Niza por primera vez. La placidez y el
lujo de la Costa Azul
resultaron ser muy de su agrado y decidió pasar allí la mayor parte del tiempo.
Comenzó así en su obra una etapa de intimismo, con interiores, desnudos,
odaliscas y naturalezas muertas como temas predominantes.
En 1925 realiza un nuevo viaje a Italia;
su estilo se hace mas robusto, como muestra Figura decorativa sobre un
fondo ornamental (1926), que es considerada la obra culminante de la
preocupación de Matisse por el desnudo en un decorado oriental: la figura se
presenta esquemática y monumental. Por esos años su prestigio y su éxito eran
ya universales: en 1927 obtuvo el premio del Carnegie International de
Pittsburg, vendió prácticamente todos los cuadros de su exposición en la Dudensing Gallery
en Nueva York, y entre 1929 y 1933 se organizaron exposiciones retrospectivas
de su obra en Berlín, Basilea, Nueva York y París. Data de estos años Odalisca
con pantalones grises, donde retoma la temática orientalista fuera del
lugar de origen, en el estudio de París.
En 1940, tras la derrota francesa,
Matisse pensó en emigrar a Brasil, pero finalmente retornó a Niza; en 1941
sufrió una grave enfermedad intestinal; tras su recuperación, retomó el trabajo
con renovadas fuerzas. En 1944 su mujer fue arrestada y su hija deportada;
Matisse se volcó en su arte. Al finalizar la guerra, expuso con Picasso en el
Victoria and Albert Museum de Londres; después presentó una gran retrospectiva
en el Salón de Otoño de París. Entre 1948 y 1950 trabajó en la decoración de la Capilla del Rosario de
Vence (donde residía desde 1944). Se publicó luego Jazz, una
colección de reproducciones de los famosos papiers découpés (papeles
recortados), acompañados de un texto poético del propio Matisse. La obra más
ambiciosa hecha con papeles recortados es La piscina (1952),
donde las figuras están distorsionadas para crear el efecto de hallarse bajo el
agua.
En los últimos años de su vida, que pasó
en Niza, los reconocimientos a su trabajo fueron incesantes: el Museo de
Lucerna organiza su primera gran exposición antológica, con más de trescientas obras;
recibe el premio de la Bienal
de Venecia (1950); se inaugura una retrospectiva en el Museo Nacional de Tokio
(1951) y en el Museo de Arte de San Francisco (1952), y se abre un museo
dedicado a su obra en su ciudad natal. Murió el 3 de Noviembre de 1954 en Niza,
a la edad de ochenta y cinco años.
Aunque Matisse sea conocido
fundamentalmente como pintor, fue también un excelente escultor y dibujante. A
lo largo de su dilatada carrera recibió las influencias de las sucesivas
corrientes (Neoclasicismo, Realismo, Impresionismo y Neoimpresionismo), que
supo transformar en un lenguaje moderno. Los maestros a los que más estudió
fueron Poussin, Chardin, Watteau, Courbet, Manet y Cézanne. Su posición
histórica como iniciador del Fauvismo no debe oscurecer sus logros personales
al margen de un movimiento que, en realidad, duró poco y no tuvo programa. Su
rival en magnitud e influencia fue Picasso, con quien mantuvo una distanciada
relación de amistad y respeto durante muchos años. Los temas principales de su
pintura fueron la naturaleza muerta, el paisaje, el desnudo femenino y su
propio entorno (el estudio).
No hay comentarios:
Publicar un comentario