sábado, 14 de diciembre de 2013

ANTONI TAPIES: INNOVADOR DEL ARTE



Antoni Tapies nació en Barcelona el 13 de diciembre de 1923 y murió el 6 de febrero de 2012. A los veintidós años renunció a la carrera de derecho para dedicarse de lleno a la pintura, arte que abordó a través del collage (hojas de periódico, papel de estaño, cuerdas) y de pinturas terrosas que presentan grattages (raspaduras) y graffiti. En esta primera etapa de su vida crea, con otros artistas e intelectuales catalanes, el grupo «Dau al Set» (1948). Este movimiento ampara sus primeras exposiciones, que ya ponían de manifiesto su interés por el surrealismo.
Hacia 1949, renunciando a los efectos de la materia, se dedica a crear cuadros en los que predominan los tonos grises, aunque con interrupciones de importancia variable de colores vivos (verde, rojo), y en los que aparecen impresiones textiles, signos (semicírculos, triángulos) y letras deformadas. En 1954, después de impartir un curso de arte abstracto en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, da entrada de nuevo a la materia: trabaja los cuadros con argamasa (mezclando al óleo mármol pulverizado y usando pigmentos en polvo disueltos en látex) para reencontrar la tradición secular de un mundo fosilizado, de colorido desvaído, que en 1958 le valió el premio Carnegie.
Su etapa posterior a 1965 pertenece a la neofiguración y al arte pobre: arpilleras, objetos rústicos y objetos cotidianos se funden en una obra que llegó a alcanzar difusión universal (Materia gris en forma de sombrero, 1966; Tres sillas, 1967; Dos cruces, 1967). En la década de los setenta, sus «esculturas en el espacio» hacen que el objeto (maderas ensambladas, sillas, ropas, libros quemados), hasta entonces estampado en hueco o modelado en relieve en el espesor de la materia, se salga de la tela para inmovilizarlo en el espacio y darle una realidad más áspera. En este aspecto Tàpies comunica al arte pobre una carga emocional muy importante.
Su labor creadora fue acompañada, en los años setenta y ochenta, de textos teóricos (La práctica del arte, 1970; El arte contra la estética, 1974; Memoria personal, 1978; Por un arte moderno y progresista, 1985). En 1984 se crea en Barcelona la Fundación Tàpies, ubicada en un antiguo edificio obra del arquitecto Domènech y Montaner. Inaugurado en 1990, sus fondos, formados con la obra donada por Teresa y Antoni Tàpies, constituyen la más completa colección de las obras del pintor catalán.
Ese mismo año el artista fue nombrado académico de honor en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las artes y el Praemium Imperiale de pintura. Del resto de su producción cabe destacar los murales para la Expo'92, Embolcall (1994), inspirado de la guerra de Ruanda, y Cerimònia (1996).

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