LUCA
DELLA ROBBIA, Y UNA OBRA DIGNA DE CONOCER
Según Giorgio
Vasari, Luca nació en el año 1388 en la casa de sus antepasados que
se encontraba debajo de la iglesia de San Bernabé en Florencia. Fue educado,
conforme a las costumbres de la época, hasta que aprendió no solo a leer, sino
también a escribir y contar, como se solía hacer en casi todas las casa
florentinas, por sus propios medios. Su padre le colocó, enseguida, para que
aprendiera el oficio, en casa del orfebre Leonardo, hijo de Giovanni,
considerado, por entonces en Florencia, como el mejor maestro en este arte.
Nacido
en el seno de una familia de tintoreros (robbia
significa "granza" en toscano, y esta palabra designa a una planta utilizada para teñir), empezó como escultor de mármol y estudió la escultura antigua. Luca Della Robbia realizó la Tribuna de los Cantores, en la Catedral de Florencia (1431), bajorrelieve muy importante que tenía que emplazarse encima de la puerta de la sacristía. La terminó hacia 1438-1439.
En
1446, Luca y su hermano Marco, compraron una gran casa para instalar un taller
y un horno. En 1448 murió Marco dejando a cargo de Luca a sus seis sobrinos,
entre los cuales destaca Andrea della Robbia que fue el más
conocido. Andrea se hizo cargo de la Botega (taller) a la
muerte de su tío, y sus cinco hermanos trabajaron con él. El más célebre es el
tercer hijo: Giovanni. Después, el taller dejaría de funcionar.
No
tan avanzado en las tendencias del Renacimiento formuladas
por Brunelleschi, Masaccio, Donatello,
etc., Luca Della Robbia es un escultor cuya sobriedad clara de los planos y los
ritmos, la serenidad clásica de los rostros, las formas simples y la
sensibilidad de la luz estarán siempre presentes en su obra. Buscó la fórmula
para de conservar sus obras de barro cocido, que el sobrino del artista y los
hijos de éste continuaron con esta misma técnica.
Una
de las últimas esculturas del repertorio de Giovanni Della Robbia
titulada Visitar a los enfermos (una de las siete obras de
caridad, según el catecismo católico) datada en 1525-1529, se puede contemplar
en el Hospital del Ceppo de Pistote.
La
producción familiar fue muy prolífica y se exportó a toda Europa. Comprende
frisos y retablos, emblemas de corporaciones o armas aristocráticas, retratos
de la Virgen María o de santos, para la devoción privada. Las obras de los
Della Robbia se caracterizan por su gracia, el brillante colorido del esmalte
—especialmente el blanco y el azul—, la finura del modelo y la frescura del
diseño. Su estilo se reconoce fácilmente.
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