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54 AÑOS DE LA MUERTE DE ERNEST HEMINGWAY
Ernest
Miller Hemingway nació en Oak Park el 21 de julio de 1899 y murió
en Ketchum el 2 de julio de 1961. Narrador estadounidense cuya obra,
considerada ya clásica en la literatura del siglo XX, ha ejercido
una notable influencia tanto por la sobriedad de su estilo como por
los elementos trágicos y el retrato de una época que representa.
Recibió el premio Nobel en 1954.
Ya
se había iniciado en el periodismo cuando se alistó como voluntario
en la Primera Guerra Mundial, como conductor de ambulancias, hasta
que fue herido de gravedad. De vuelta a Estados Unidos retomó el
periodismo hasta que se trasladó a París, donde alternó con las
vanguardias y conoció a E. Pound, Pablo Picasso, J. Joyce y G.
Stein, entre otros. Participó en la Guerra Civil Española y en la
Segunda Guerra Mundial como corresponsal, experiencias que luego
incorporaría a sus relatos y novelas.
Él
mismo declaró que su labor como periodista lo había influido
incluso estéticamente, pues lo obligó a escribir frases directas,
cortas y duras, excluyendo todo lo que no fuera significativo. Su
propio periodismo, por otra parte, también influyó en el reportaje
y las crónicas de los corresponsales futuros.
Entre
sus primeros libros se encuentran Tres relatos y diez
poemas (1923), En nuestro tiempo (1924)
y Hombres sin mujeres (1927), que incluye el
antológico cuento "Los asesinos". Ya en este cuento es
visible el estilo de narrar que lo haría famoso y maestro de varias
generaciones. El relato se sustenta en diálogos cortos que van
creando un suspense invisible, como si lo que sucediera estuviera
oculto o velado por la realidad. El autor explicaba su técnica con
el modelo del témpano de hielo, que oculta la mayor parte de su
materia bajo el agua, dejando visible sólo una pequeña parte a la
luz del día.
Otros
cuentos de parecida factura también son antológicos, como "Un
lugar limpio y bien iluminado", "La breve vida feliz de
Francis Macomber", "Las nieves del Kilimanjaro",
"Colinas como elefantes blancos", "Un gato bajo la
lluvia" y muchos más. En algunas de sus mejores historias hay
un vago elemento simbólico sobre el que gira el relato, como una
metáfora que se desarrolla en el plano de la realidad.
La
mayor parte de su obra plantea a un héroe enfrentado a la muerte y
que cumple una suerte de código de honor; de ahí que sean matones,
toreros, boxeadores, soldados, cazadores y otros seres sometidos a
presión. Tal vez su obra debe ser comprendida como una especie de
romanticismo moderno, que aúna el sentido del honor, la acción, el
amor, el escepticismo y la nostalgia como sus vectores principales.
Sus relatos inauguran un nuevo tipo de "realismo" que,
aunque tiene sus raíces en el cuento norteamericano del siglo XIX,
lo transforma hacia una cotidianidad dura y a la vez poética, que
influiría en grandes narradores posteriores como R. Carver.
Uno
de los personajes de Hemingway expresa: "El hombre puede ser
destruido, pero no derrotado". Y uno de sus críticos corrobora:
"Es un código que relaciona al hombre con la muerte, que le
enseña cómo morir, ya que la vida es una tragedia. Pero sus héroes
no aman mórbidamente la muerte, sino que constituyen una exaltación
solitaria de la vida, y a veces sus muertes constituyen la
salvaguarda de otras vidas". A este tipo de héroe suele
contraponer Hemingway una especie de antihéroe, como su conocido
personaje Nick Adams, basado en su propia juventud, y que hilvana
buena parte de los relatos como una línea casi novelesca.
Sus
novelas tal vez sean más populares aunque menos perfectas
estilísticamente que los cuentos. Sin embargo, Fiesta (1926)
puede ser considerada una excepción; en ella se cuenta la historia
de un grupo de norteamericanos y británicos, integrantes de la
llamada "generación perdida", que vagan sin rumbo fijo por
España y Francia. En 1929 publicó Adiós a las armas,
historia sentimental y bélica que se desarrolla en Italia durante la
guerra. En Tener y no tener (1937), condena las
injusticias económicas y sociales. En 1940 publicó Por
quién doblan las campanas, basada en la Guerra Civil española.
Esta obra fue un éxito de ventas y se llevó a la pantalla.
En
1952 dio a conocer El viejo y el mar, que tiene como
protagonista a un modesto pescador de La Habana, donde vivió y
escribió durante muchos años enfrentado a la naturaleza. Algunos
críticos han visto en este texto la culminación de su obra, porque
en él confluyen el humanismo y la economía artística; otros, sin
embargo, opinan que éste no es el mejor Hemingway, por una cierta
pretensión didáctica. Hacia el final de una vida aventurera,
cansado y enfermo, se suicidó como lo haría alguno de sus
personajes, disparándose con una escopeta de caza. Para muchos, es
uno de los escasos autores míticos de la literatura contemporánea.
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