Sociedad Uruguaya de Actores reclama un Plan de Emergencia para la Cultura
¿Por qué no hablar de la indigente situación de los artistas? |
Agregando más adelante que “el gran retraso objetivo en que se encontraba y encuentra Uruguay en esta definición de políticas en esta materia hace que, a veces, al evaluarse la gestión oficial, se destaquen exclusivamente las carencias , que son muchas, dicho sea de paso, perdiéndose de vista que, aún en la ausencia de una discusión profunda a nivel Estado, la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura, ya desde el gobierno anterior viene desarrollando con acierto una serie de iniciativas y programas de fomento. Es justo reconocerlo. Y es desde este reconocimiento y en procura de avanzar hacia el diseño de los grandes lineamientos de políticas culturales, que pretendemos que se generan instancias para revisar acciones, mejorar el presupuesto y corregir problemas de funcionamiento que, a nuestro juicio, impiden alcanzar los objetivos necesarios”. Opinando que “es imposible desarrollar un programa de cultura adecuado si , en primer lugar no existe una correcta discusión que permita definir y planificar programas al servicio de las necesidades del país y segundo sin un presupuesto justo en función de ello. El actual está alrededor de 50 veces por debajo de las recomendaciones de la UNESCO. La ausencia de políticas sumada a esta última limitante hace que sea imposible visualizar un programa claro y muchísimo menos aún, la posibilidad de que, al menos a plazo, los artistas podamos vivir en algún momento de nuestra profesión”. Esta situación en opinión de SUA “hace inviable la formalización del funcionamiento de la propia Dirección Nacional de Cultura la que parecería estar sumida en un caos organizacional. Con concursos que tienen varias bases, con jurados que también son concursantes, con reglas poco claras para los concursantes quienes en algunos casos son legítimos y en otros no, sin que la DNC explique y comunique -con la claridad que requiere la función pública – los criterios utilizados en uno y otro caso, a qué se deben los errores ocurridos y sobretodo qué medidas se tomarán para evitarlos en el futuro y mejorar los procedimientos de acceso a fondos y premios. La impugnación de los certámenes “La voz de Sánchez” y el 54º Premio Nacional de Artes Visuales así como la premiación en los Fondos Concursables de trabajadores contratados por el MEC demuestra la vulnerabilidad y la falta de contralor y transparencia en el uso de los recursos públicos por parte de la DNC ”. Preguntándose: “¿No habrá que formalizar la estructura de funcionamiento de la DNC haciendo concursable cada puesto público que se deba llenar revisando la cadena de controles y las condiciones de los llamados? ¿No será hora de convocar a organizaciones, instituciones, gremiales y personalidades de la cultura y el gobierno a discutir un programa de acción que le permita al artista aspirar a vivir con dignidad de su trabajo? ¿No es urgente la creación de un Sistema Nacional de Trabajadores de la Cultura ?”. Opinando que como país “nos está faltando una reflexión a fondo sobre políticas culturales en la que también participemos los trabajadores de la cultura quienes somos los responsables, impulsores, subvencionadores de la gran mayoría de los hechos culturales que se producen. ¿Hasta cuándo debemos seguir escuchando de nuestras autoridades que se puede hacer arte con unos pocos pesos sabiendo que esto implica que el artista no sea considerado como trabajador con el desmedro que esto significa para la profesionalización del sector? De “mal agüero” nos resulta las declaraciones del Presidente de la República sobre que tirará a la papelera una posible Ley de Medios. Los trabajadores de la cultura aspiramos a que se garantice la producción y difusión de contenidos artísticos nacionales en los medios de comunicación como ineludible reconocimiento de las necesidades del país de difusión de sus propia Cultura”. Recordando que dentro de poco tiempo se cumplirán tres años de la aprobación de la Ley 18384 “Estatuto del artista y oficios conexos”, y “aún ningún trabajador de la cultura ha aportado por este estatuto al BPS. ¿Está teniendo en cuenta el Estado esta Ley al contratar artistas? ¿Está fiscalizando el Estado la aplicación de la Ley en el sector privado? ¿Hasta cuándo los trabajadores de la cultura seguiremos sin seguridad social? ¿Qué opinión tiene el MEC acerca de nuestro postergado ingreso al Consejo de Salarios? ¿Ni siquiera tenemos el derecho a una mesa de discusión y negociación? ¿Acaso la discusión sobre educación no incluye el sueldo de los maestros y la de la seguridad el sueldo de los policías? ¿Por qué no hablar de la indigente situación de los artistas? ¿Cómo se ubica el MEC en los discursos de formalización de los trabajadores y sus condiciones de trabajo propiciados por el MEF y el MTSS? ¿O cuando se habla de uruguayos se excluye a los artistas?”, concluye la
Sociedad Uruguaya de Actores.
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