sábado, 5 de marzo de 2011

Bicentenario


En busca de  “las raíces de la Patria vieja”
Aldo Difilippo


 “Busquemos las raíces de la vieja Patria” convocó el Presidente José Mujica en el final del discurso pronunciado en el paraje Asencio.  Al acto realizado en el Parque de “La Admirable Alarma”, lugar donde sucedió el primer grito de libertad en 1811 concurrió una importante comitiva, entre autoridades nacionales (diputados, senadores, ministros de los tres partidos), representantes de gobiernos extranjeros, autoridades policiales y militares y un importante marco de público. En la oportunidad hicieron uso de la palabra, además del Presidente Mujica, el Intendente de Soriano Guillermo Besozzi y el Ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich. Besozzi destacó en su oratoria a “esos gauchos anónimos” que a partir de su accionar “se ha ido forjando  esta patria libre. Convocando a la unidad entre los  diferentes actores políticos y sociales y que hechos como el que se celebran porque “a mí me da la impresión que a veces nos falta eso, dejar tanto las quejas y unir el esfuerzo”. Y que hechos como el que se está celebrando “nos tiene que servir para unirnos, para trabajar, para estar permanentemente pendientes para que al de al lado le vaya mejor. Para ver cómo hacemos para mejorar nuestro país”. En tanto el Ministro Ricardo Erlich, en representación de la Comisión Nacional de Patrimonio  expresó que estas celebraciones consisten en “una invitación a mirar la historia desde el mundo del hoy”.
El Presidente Mujica recordó  que el 2011 “va a ser un año de distintas celebraciones. Celebrarán los paisanos, las murgas, las organizaciones sociales; cada cual a su modo, cada cual por sus caminos. Las Fuerzas Armadas. Estarán todos. ¿Por qué? Porque esta gesta libertadora trajo otra cosa, levantó en esta parte del continente el pendón de la República, a partir de ahí dándonos cuenta o no, en tiempos de monarquía empezamos a ser República, y nuestra República en primer término fue gaucha, de a caballo. Y como decía Alberdi tal vez, la expresión posible de la democracia jugó en derredor de caudillos. Yo no los comprendí, eran vástagos de una democracia primitiva la única forma de poderse aglutinar. No le pidamos a los hombres del pasado cosas que fueron surgiendo después. Los hombres tenemos que medirlos en el contexto de su época y de su tiempo, y levantar el pendón republicano, que en aquella época era una causa desafiante. Por eso, creo que las naciones nunca son un proyecto terminado, son una construcción permanente. Tenemos la necesidad de mirar nuestro pasado desde nuestra perspectiva; la de hoy. Porque necesitamos herramientas para mirar el porvenir. La memoria histórica no es mirar un conjunto de fotos amarillas.  La memoria histórica es una recreación permanente porque el punto de vista de las generaciones va variando y las necesidades históricas por eso, también van variando y los pueblos necesitan verdades del pasado para construir caminos del porvenir. Nuestra historia ha sido rica en una construcción aparentemente imposible. Como dijo cierto mandatario tenemos la Constitución, y me refiero a Berro, tenemos la Constitución, ahora hay que afirmar el país; y vaya que costó. Y cuántas desavenencias, y cuántas veces tan pocos pudieron hacer tanto que conservaron la independencia, y forjaron definitivamente la independencia. Por eso compatriotas, bien humildemente, bien sencillamente, como son los arbolitos nativos en nuestra tierra, más bien chicos, fuertes, duros, de largo viaje, tenemos que sentirnos orgullosos de ser orientales, de no ofender a nadie pero sencillamente quisquillosos en la defensa de nuestra independencia y de nuestra libertad. Por eso afirmémosla, no es una retórica, es en tiempos de globalización en tiempos donde aceleradamente la humanidad está cambiando. En tiempos donde se crean unidades de carácter continental. En tiempos precisamente donde al parecer los acuerdos internacionales van podando una a una las prerrogativas de los viejos gobiernos nacionales. En tiempos en que las fronteras se hacen cada vez más permeables. En tiempos en que, inevitablemente le corresponde a nuestros muchachos entender el lenguaje digital y aprender a hablar inglés, para comunicarnos con el mundo; en ese tiempo, busquemos las raíces en la patria vieja”.



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