viernes, 15 de abril de 2011

OPINION

Actos patrios… ¿para qué?


Enzo Malán Castro (*)

En este tiempo de bicentenario y de actos patrios, recordaciones, placas y apelación a lo tradicional gauchesco… quizá deberíamos, pensando en el fututo, detenernos a pensar en los formatos de los actos patrios, desfiles, etc. Es decir, sirven a los fines que éstos persiguen.  
Una vez una maestra dijo que se había opuesto a que sus alumnos concurrieran a un desfile patrio. Ante esta aseveración otra maestra reaccionó diciendo “qué falta de patriotismo”. Seguramente la conversación entre las docentes siguió y cada cuál con sus argumentaciones, ambas válidas.
Es aquí donde quisiera hacer una primer reflexión. Me pregunto: ¿es real que el amor a la patria se cultive participando de cada vez más actos patrios? ¿Los alumnos de las escuelas y liceos que concurrieron al acto del 11 de abril, donde tuvieron que permanecer dos horas de pie en la plaza Independencia, se habrán ido con mayor patriotismo que quién no estuvo?
Creo que muchas veces se usa a los niños y docentes como decoración para estos actos pero no se piensa ni en ellos ni en favorecer ese amor a la patria. Si se pensara en ellos, no ocurrirían estas cosas. No es de ahora, ni de tal o cuál gobierno, donde los niños, a veces al sol, deben soportar la tediosa espera para salir al desfile o para escuchar discursos que no son apropiados pedagógicamente para sus edades.
Si se quiere tener un marco de público asegurado, bien se puede convocar a empleados públicos  de bancos, oficinas o empresas públicas, etc y dejar que los docentes cultiven el patriotismo didácticamente  en sus aulas.

La segunda reflexión
Las instituciones educativas recibieron en noviembre de 2011 la siguiente nota: “La Comisión Departamental del Bicentenario, realizará un reconocimiento a todos los participantes del 28 de febrero, entregándole (en acto público el día 11 de abril de 2011) a cada uno de ellos, un diploma y una medalla que los identificara como “Abanderados del Bicentenario”...
Pero oh! sorpresa,  los alumnos de las escuelas privadas y  de educación media no recibieron este reconocimiento. Más allá que personalmente discrepe con los “cuadros de honor” ya que para mi cualquier uruguayo es digno, si su conducta lo amerita, de llevar las banderas de nuestra patria, me parece que si se prometió debía de cumplirse. No parece serio que se invite, se divulgue “con bombos y platillos” y luego se le de a algunos y otros no. Imaginan el patriotismo que se habrá cultivado en un niño que le prometieron diploma y medalla, lo tuvieron dos horas parado, escuchando discursos de índole histórica… y cuando se reparten los reconocimientos debe volverse sin nada… ¿Por qué? A no sé … porque estás en el liceo o porque vas a un colegio privado… ¿discriminación? No creo. Si creo que quizá, sólo se ve a los escolares y liceales como marco decorativo y no se piensa que el acto lleva un fin supremo que se busca cultivar en las nuevas generaciones… y si se piensa se equivoca.
Como los festejos del Bicentenario van a seguir por algunos años creo que sería saludable y oportuno que las instituciones encargadas de estas festividades y actos patrios comiencen a generar propuestas que efectivamente “transmitan a las nuevas generaciones el sentimiento patriótico” y se eviten formatos que quizá sirvieron a una época ya superada.



(*) Maestro. Edil Departamental  (Partido Socialista, Frente Amplio)

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