Detalles nunca
vistos del 'ojo que todo lo ve'
* El telescopio VISTA capta nuevas imágenes de la Nebulosa de la Hélice.
* Captada en luz infrarroja, revela nuevos detalles del
objeto estelar.
Es una de las nebulosas más espectaculares del universo.
Un extraño objeto que se asemeja a un ojo que todo lo ve en el espacio. El
telescopio VISTA del ESO ha capturado una nueva imagen de la Nebulosa de la Hélice. Esta imagen,
tomada en luz infrarroja, revela nuevos detalles que pasaban desapercibidos en
las anteriores fotografías.
En la nueva fotografía del que en ocasiones se ha llamado
'El ojo del Universo' o 'El ojo de gato', se abre en todo su esplendor. Se
pueden apreciar filamentos de gas frío además de verse a través de su
"iris" un bello fondo de estrellas y galaxias.
Según informa el Observatorio Europeo Austral, este
extraño objeto se formó cuando una estrella como el Sol se encontraba en las
últimas etapas de su vida. La estrella fue soltando lentamente capas de gas que
fueron formando la nebulosa. Esta estrella caliente, que actualmente se
encuentra en proceso de evolución para convertirse en una enana blanca, es el
tenue punto azul que puede verse en el centro de la imagen.
El anillo principal de la Nebulosa de la Hélice tiene un tamaño de
unos dos años luz, aproximadamente la mitad de la distancia entre el Sol y su
estrella más cercana. Sin embargo, el material de la nebulosa se expande desde
la estrella hasta una distancia de, al menos, cuatro años luz. En la imagen son
las manchas rojas que pueden verse en la mayor parte de la fotografía.
El gas molecular se acumula en filamentos que irradian
desde el centro.
El potente telescopio también ha detectado un
impresionante conjunto de estrellas y galaxias de fondo.
La luz infrarroja muestra también cómo se organiza el gas
molecular, más frío. El material se acumula en filamentos que irradian desde el
centro y toda la visión se asemeja a un despliegue de fuegos artificiales en el
cielo.
Aunque puedan parecer pequeños, esos filamentos de
hidrógeno molecular, conocidos como nudos cometarios, son aproximadamente del
tamaño de nuestro Sistema Solar.
Las moléculas que contiene son capaces de sobrevivir a las
radiaciones de altas energías de la luz que emana de la estrella moribunda
precisamente porque se condensan en esos nudos, que a su vez son protegidos por
el polvo y el gas molecular.
Extraído de: www.rtve.es
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