sábado, 31 de marzo de 2012

Cuando HUM BRAL
pisó las tablas   

Ángel Juárez Masares




Quizá nunca existan dos mundos tan diferentes como los que divide el telón de un teatro.
De un lado, los actores ya “metidos” en sus personajes;  iluminador y sonidista repasando por última vez el libreto, y los apuntadores en su lugar.
Del otro lado, el público expectante.

La Revista Cultural HUM BRAL daba sus primeros pasos, cuando un grupo de gente amante del teatro decidió juntarse para dar forma a la “Cia. Teatral Hum Bral”. Contar con la Dirección de Wilson Armas Castro, significó un aporte invaluable en virtud de su experiencia y conocimiento del tema. De las varias obras que se pusieron en escena, quizá la mas recordada sea “El Crack se muere”, sobre textos del escritor y periodista Florencio Vázquez. La misma contaba la historia de un boxeador que –proveniente de la mas absoluta pobreza- había logrado disputar un título mundial en Europa. Ya casi anciano y vencido por el alcohol, solía frecuentar un bar Montevideano ubicado en la esquina de San José y Yí, donde aburría los parroquianos con anécdotas de sus triunfos, que mezclaba con recuerdos de la guerra en la que –aseguraba- había participado junto a los franceses. El hombre quebrado solía dormirse sobre una mesa con un vaso de vino en la mano y canturreando “La Marsellesa”.
Esta obra fue estrenada en Mercedes con buena respuesta de la gente, y luego llevada a la Sala Carlos Brussa en Montevideo.
Cierto tiempo después, algunas ausencias por razones particulares de integrantes del elenco, mas las dificultades naturales para sostener un grupo de teatro en el interior del país, motivaron la desaparición del mismo, y mas tarde, de la Revista Cultural Experimental HUM BRAL. Sin embargo fue aquella una etapa que dejó de gratísimos recuerdos; “aglutinar” -como aún hoy le agrada decir a Wilson- un grupo numeroso de personas en torno a una actividad tan laboriosa como es el teatro (en realidad iba a decir desgastante) no es tarea para nada fácil, y solo puede ser comprendida a cabalidad por quien haya pasado por esa experiencia.
A mas de veinte años de aquel suceso, aún suelen caer de algún libro viejas fotos, y  –como esta vez- una se ellas nos motiva a compartir estas historias con nuestros lectores.



Día Mundial del Teatro

Luis Birriel y Wilson Armas (Monje)
en "El Escorial". Teatro del Pueblo, 1957.
El Día Mundial del Teatro fue creado en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro (ITI). Se celebra anualmente el 27 de marzo por los Centros ITI y la comunidad teatral internacional. Varios eventos teatrales nacionales e internacionales son organizados para conmemorar esta ocasión. Uno de los más importantes es la circulación del Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro a través del cual, por invitación del ITI, una figura de talla mundial comparte sus reflexiones sobre el tema de Teatro y una Cultura de Paz. El primer Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro fue escrito por Jean Cocteau (Francia) en 1962. Primero fue en Helsinki, y luego en Viena, en el 9º Congreso Mundial del ITI en junio de 1961 que el Presidente Arvi Kivimaa propuso en nombre del Centro Finlandés del Instituto Internacional de Teatro que un Día Mundial del Teatro sea instituido. La propuesta, respaldada por los centros escandinavos, se realizó por aclamación. Desde entonces, cada año el 27 de marzo (fecha de la apertura de 1962 del "Teatro de las Naciones" temporada en París), el Día Mundial del Teatro se celebra en muchas y variadas formas por los Centros Nacionales del ITI de los cuales en la actualidad hay casi 100 en todo el mundo. Cada año, una figura sobresaliente en el teatro o una persona excepcional en corazón y espíritu de otro campo, es invitada a compartir sus reflexiones sobre el teatro y la armonía internacional. Lo que se conoce como el Mensaje Internacional se traduce en más de 20 idiomas, leído por decenas de miles de espectadores antes de las presentaciones en teatros de todo el mundo.

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