Aldo
Roque Difilippo
Decidimos reunirnos para,
café de por medio, tratar de definir
cómo se escribe un cuento, porque todos nos han conmovido y sobre todo nos han
demostrado que el oficio del cuentista es mucho más riguroso de lo que
aparenta.
Como moderador llevaba apuntado en una libreta una serie de
preguntas, pero a decir verdad solamente pude hacer una, ya que si bien todos los panelistas coincidían en
los temas medulares, comenzaron a hablar casi al unísono y el pretendido
intercambio de opiniones se volvió por momentos confuso.
Mientras Hemingway dejó enfriar su
café esperando una copa que nunca le llegó, y Quiroga se alisaba la barba con
la palma de la mano sin atreverse a preguntar nada a sus idolatrados Poe y Maupassant, Cortázar
lleno un cenicero en medio de un ambiente espeso de humo que hizo que don Mario
apenas si esbozara una respuesta para irse con los pulmones sofocados. A un
costado de la mesa, Rulfo y Onetti se miraron por largo rato sin decir palabra,
salvo intercambiaron un “¿qué tal Juan?”, despreocupados del debate, porque
según dijo Rulo “no sé por que me salen las cosas tan crudas y descarnadas, yo
creo que no están bien hervidas en mi cabeza”.
Lo que sigue es la transcripción
textual de ese truncado debate.
¿Cómo se
escribe un cuento?

-“Yo creo que un gran cuento es un cuento que logra a la vez redondez
formal y apertura hacia el futuro” (Carlos Fuentes, mexicano, 1928).

Tratemos de centrarnos en tema…
-“Saber
comenzar un cuento es tan importante como saber terminarlo”. (Juan Bosch,
dominicano, 1909-2001)

-“La
mayoría de los autores se sientan a escribir sin ningún plan fijado, confiando
en la inspiración del momento; en consecuencia no es de asombrarse que la
mayoría de los libros no tenga ningún valor. La pluma nunca debería tocar el
papel, hasta que se establezca al menos
un propósito general bien digerido. En
la ficción, el dénouement o desenlace, en toda otra composición el efecto que
se pretende, debería considerarse y disponerse de modo definido, antes de
escribir la primera palabra; y entonces no debería escribirse ninguna palabra
que no tienda, o no forme parte de la frase que tienda al desarrollo del
déouement, o a fortalecer el efecto. Donde la trama forma parte de un interés
en vista, no pueden tenerse demasiados preconsideraciones. La trama es algo que
se comprende de un modo muy imperfecto, y nunca ha sido
definida como corrección. Muchas personas la consideraban como una mera
complejidad anecdótica. En su acepción más rigurosa, es aquello de lo que no
puede quitarse ningún átomo componente,
y en lo cuan ningún átomo componente puede desplazarse, sin arruinar la totalidad; y aunque pueden
construirse una trama suficientemente buena,
sin prestar atención al rigor absoluto de esta definición, ésta sigue
siendo aún así la definición que el artista auténtico debiera tener siempre en
cuenta, y siempre esforzarse por conseguir en sus obras”. (Edgar Allan Poe,
norteamericano, 1809-1849)

-“Si un
escritor deja de observar a su alrededor, está muerto. Pero no tiene que
observar conscientemente ni pensar en
la forma en que eso le va a ser útil. Tal vez eso se puede hacer al
principio. Pero después, todo lo que ve
pasa a la gran reserva de cosas que sabe
que ha visto. Yo siempre trato de escribir siguiendo el principio del iceberg.
Hay siete octavos de iceberg bajo el
agua por cada parte que se muestra sobre la superficie. Cualquier cosa que uno
sabe y puede eliminar, refuerza el iceberg. Lo que vale es lo que no se
muestra. Pero si un escritor omite algo porque no lo sabe, aparece un agujero
en su historia”. (Ernest Hemingway, norteamericano 1899-1961)
-“Creo
que para “producir” no hay que razonar mucho. Pero hay que “ver” mucho y
meditar en o que se ha visto. “Ver”, ahí está todo. Y ver correctamente.
Entiendo por ver correctamente, ver con los propios ojos y no con los ojos de
los maestros” (Guy de Maupassant, francés, 18950-1893)
-“O las
que se sienten como vividas. Alguien decía que a menudo intentamos escribir
sobre nuestro futuro y terminamos siempre escribiendo sobre nuestro pasado. Y
es verdad. Aunque no se trate de
referencias. Nunca la cosa es tan personal”. (Julio C. Da Rosa, uruguayo,
1920-2001)
-“Yo creo
que narrar es involucrar. Si vos sabés involucrar a la mayor cantidad de gente, tu narración va a ser perdurable. Ese sería mi primer consejo,
y luego: escribirlo todo rápidamente, para que no se escape nada de lo esencial
(…) Después de escribirlo viene la corrección. El procesamiento, diríamos, es
ulterior. Es un proceso de perfección,
de mejoramiento, de utilización de palabras con auxilio de los diccionarios, y
esto si lleva mucho tiempo”. (Juan José
Manauta, argentino, 1919)
-“Sea
cual sea lo que queremos decir, existe una sola palabra para expresarlo, un
verbo para animarlo y un adjetivo para calificarlo. Por lo tanto, es preciso
buscar, hasta descubrirlos, esa palabra, ese verbo y ese adjetivo, y no
contentarse nunca con algo aproximado, no recurrir jamás a la superchería,
aunque sean afortunadas, a equilibrios lingüísticos para evitar la dificultad”. (Guy de Maupassant)
-“Lo que
yo hago es transformar un poco, según mi gusto personal, mis sueños, obsesiones
y perversiones, las cosas de la realidad que son siempre más fabulosas que las
fábulas”.
(Augusto Roa Bastos, paraguayo, 1917-2005)

-“Yo
estoy seguro de lo que digo, porque lo he inventado desde el principio hasta el
fin”.
(Bernardo Kordon, argentino, 1915-2002)
Creo que
debemos volver a la pregunta: ¿Cómo debe escribirse un cuento?

-“Cuando
escribo confío plenamente en que el lector añadirá los elementos subjetivos que
están faltando en el cuento”. (Antón Chejov)
-“La cualidad que un artista debe poseer es la objetividad al juzgar su
obra, más la honradez y el valor de no engañarse al respecto”. (William Faulkner,
norteamericano, 1897-1962)
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