viernes, 16 de marzo de 2012

El determinismo Geológico
Chile y su riqueza mineral


Prof. Mónica del Carmen Carbone

La riqueza minera de Chile  es la consecuencia de  procesos geológicos de varios millones de años, en donde las grandes fuerzas internas y externas del planeta moldearon al país y dieron forma a las cordilleras  de la Costa y la de los Andes.
En Chile no existen  rocas de la primera edades del planeta, si pre-Paleozoicas en algunas áreas y, en  mucho menor cantidad,  sedimentos de la era Paleozoica en algunas porciones de la cordillera de la Costa en la provincia de Antofagasta y un poco al interior de Tocopilla. El país no existía hasta finales de la edad Primaria y grandes sectores del territorio estaban ocupadas por el mar, del que emergían como islas las formaciones Precámbricas y Paleozoicas antes mencionadas.
El Chile actual es resultado de las grandes fuerzas internas y externas del planeta, que moldearon el país y dieron forma a las cordilleras  de la Costa y la de los Andes, a las planicies litorales y a la depresión central.
En el Mesozoico, parte de lo que actualmente es Chile, era una gran depresión submarina, el geosinclinal andino, en el cual se acumulaban sedimentos provenientes  de la erosión de los relieves  del continente de Gondwana. En el extremo austral del territorio existía el geosinclinal de Magallanes, aunque ambos procesos no estuvieron relacionados.
A fines del Mesozoico, comienza la orogénesis andina, el plegamiento de los sedimentos anteriormente acumulados, los que, junto con los grandes espesores de materiales volcánicos, constituyen hoy lo que llamamos formación porfìrica. Al mismo tiempo se producían grandes erupciones de magma desde el interior de la tierra, los que en general conforman lo que se denomina batolito de la diorita andina. Este conjunto de rocas plutónicas se encuentra distribuido a lo largo y ancho de todo el país, tanto en la forma de serranías o cumbres aisladas, como constituyendo importantes cordones de una y otra cordillera hasta el Cabo de Hornos. Con la elevación del batolito la masa continental sudamericana se configura definitivamente. La mayor parte de los yacimientos mineros están dentro de él o se produjeron en las rocas del techo del batolito.
En el terciario ocurren otros acontecimientos. Una serie de perturbaciones, especialmente movimientos de ascenso y descenso de bloques de la corteza, que provocaron avances y retrocesos del mar, que afectaron profundamente a grandes sectores de la costa chilena, dando origen a la formación de los mantos de carbón de la región de Arauco y de toda la región del sur hasta Magallanes. En el norte del país, se produce la salida a la superficie de enormes cantidades de materiales magmáticos  por grandes grietas abiertas en la corteza (formando mantos con espesores de hasta 1.500 metros); ellos conforman lo que se denomina formación Liparitica en la Puna de Atacama. Finalmente, se producen muy fuertes movimientos de fallas que delimitan los tres rasgos del relieve chileno: la cordillera de los Andes, la cordillera de la Costa, elevada hasta la actual altura y la faja intermedia, que, hundiéndose, pasa a constituir la depresión central.
El Cuaternario es  una etapa de gran actividad volcánica y tectónica, con una fuerte glaciación. Los movimientos de ascenso y descenso dan los rasgos particulares que conforman al país; producen la formación decisiva de la depresión central, se conforma el plano de falla en la cordillera costera en la región del norte del país y origina el hundimiento de la fosa de Atacama; finalmente se producen hundimientos parciales de bloques costaneros, los que generaron trasgresiones marinas hacia el interior de los valles. Luego, un nuevo movimiento ascendente del litoral deja al descubierto eses sedimentos marinos y una serie de planicies marinas  emergen dando así forma y estructura a la línea de la costa. El vulcanismo en este periodo es de menor importancia que en el Terciario, pero  acompaña a la depresión tectónica.
Se produjeron cuatro  avances de los hielos desde la alta cordillera hacia partes más bajas del país, contribuyendo al desgaste de los relieves andinos, a una renovación de la erosión en algunas formas ya antiguas de la cordillera y al relleno de las partes bajas debido al arrastre de grandes cantidades de sedimentos morrénicos, principalmente de tipo volcánico; estos materiales se depositaron en la depresión central, dando origen así a la mayor parte del actual país, especialmente en la mitad sur del mismo, en donde  detuvieron las aguas de la desglaciación, para formar los lagos que existen. Los hielos mismos desgastaron la cordillera, disminuyendo la altura de la misma, formando dentro de ella amplios valles y dieron  inicio a los actuales ríos, beneficiando al país, ya que las cargas de aluviones proporcionaron los materiales necesarios para la formación de los ricos y fértiles suelos del Valle Central chileno.

Fuentes:
* Geología del Cuaternario  y Geomorfología de Ameríca del Sur – M. Chalmers Clapperton.
* América del Sur – E. W.Shanahan.
* Geomorfología- Max Derraux.

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