EDITORIAL
Los museos como desafío
a la creatividad
Ángel Juárez Masares
Bajo el lema: "Museos en un
mundo cambiante. Nuevos retos, nuevas inspiraciones", se celebró el pasado
viernes 18 el “Día Internacional de los Museos”.
En este sentido, pudimos conocer a
través de la página del Ministerio de Educación y Cultura de nuestro país,
algunas actividades (no mas de cuatro) organizadas en ese contexto.
Pinacoteca del Museo "Eusebio Giménez": mucho acervo y pocas visitas. |
Como suele ocurrir frecuentemente, “el
día de…”, funciona como disparador para reflexionar sobre el tema hacia el cual
va dirigido. En este caso, creemos que los Museos uruguayos deberían tener una
dinámica que los haga atractivos los 365 días del año, comenzando por tener sus
puertas abiertas en un horario extendido, de manera que el público pueda
visitarlos aprovechando cualquier pausa en sus actividades laborales. Los
organismos estatales sin duda cuentan con personal técnico idóneo para pensar e
instrumentar las acciones que correspondan, pero que deberían estar centradas
básicamente, en revertir la idea que un Museo es “un depósito de cosas viejas”.
Se nos ocurre y lo manifestamos
atrevidamente, que quizá podrían realizarse cambios en la presentación de los
objetos expuestos. Naturalmente de aquellos que admitan ser movidos en virtud
de su estado y volumen. Otra de las alternativas podría ser el intercambio de
piezas entre museos, ya que la heterogeneidad de una sala le imprimiría un
interés que hoy suele diluirse en lo monotemático. Muchas veces entramos a un
Museo paleontológico (a modo de ejemplo) y al poco rato tenemos la impresión de
haber visto los mismos huesos.
Asunto no menor es la presencia
permanente de un guía que acompañe al visitante ilustrándolo sobre los objetos
expuestos, recordando que esto ocurre en el Museo de Gardel ubicado en Valle
Edén en el Departamento de Tacuarembó; lo vimos también en Paysandú, y algunos
años atrás en el Museo Casa de Marfetán en Santo Domingo Soriano.
La música y la luz en una Sala cuyos
objetos lo admitan serían elementos a tener en cuenta para “desolemnizar” los
ambientes, y las visitas periódicas de escolares y liceales –con compromisos
didácticos curriculares- harían que los Museos tengan un objetivo práctico que
vaya más allá de la exhibición o conservación de objetos.
Tampoco se debería dejar de trabajar
sobre la obra funeraria promoviendo visitas guiadas a los cementerios, donde
artistas notables –particularmente italianos- dejaron obras de inmenso valor
escultórico y arquitectónico.
Esperemos entonces que, “Museos en un
mundo cambiante. Nuevos retos, nuevas inspiraciones", se transforme muy
pronto en una realidad, y deje de ser un slogan que se pierda en la penumbra de
una sala con olor a moho.
Una de las tantas piezas que atesora el Museo Paleontológico "Alejandro C. Berro", de Mercedes. |
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