Alas para el héroe olvidado
Bajo los cielos del Chaco
y de la España
franquista, la figura romántica del aviador uruguayo Luis Tuya se agiganta en
la memoria, pese al olvido injusto de sus compatriotas. Junto a Pedro Troche,
autor de un libro que finalmente rescata el honor del primer piloto uruguayo
muerto en combate, desenredamos su historia y los porqués de un olvido
inmerecido.
Pedro Troche |
"El ronco trepidar de
tus motores vuela aún en el aire conmoviendo el presente, y su sonido próximo a
extinguirse ya, va perdiéndose poco a poco rumbo al horizonte sagrado de la
inmortalidad".
Luis Tuya, 1935
Bajo el resplandor rojo de
los cielos de abril españoles, encendidos por los combates entre los aviones
Heinkel franquistas y los Polikarpov de los republicanos, la figura de Luis
Tuya emerge heroica y se precipita con temeridad hacia su muerte y un
inmerecido olvido de la historia.
El héroe mercedario, un
personaje romántico de esos que ya no entrega la aviación, participó como
voluntario de dos de los eventos bélicos más importantes del Siglo XX como si
fuera una suerte de aéreo "desfacedor de entuertos", hasta entregar
su vida en la Guerra
Civil Española y convertirse de esta forma en el primer
piloto uruguayo muerto en combate.
Apasionado por el vuelo
desde que viera de niño a un aviador que "tejía arabescos entre las
nubes" del cielo de Mercedes, Tuya no abandonó sus sueños de piloto hasta
obtener su brevet en Montevideo y completar luego su formación en Buenos Aires.
Tuvo una actuación muy destacada en la Guerra del Chaco, el conflicto entre Paraguay y
Bolivia que dejó cerca de 100.000 muertos, y poco después se enroló en las
fuerzas republicanas en plena Guerra Civil Española.
Recordado como héroe en
Paraguay, muerto por ostentar su coraje en los cielos ibéricos, fue
extrañamente olvidado en Uruguay, donde solamente un viejo camino en Mercedes y
una estatua privada que nadie identifica rinden honor a su nombre. Su memoria
es justamente rescatada en "Alma de pájaro", un libro de Pedro Troche
qu
e reconstruye su historia a través de recortes de diario, testimonios y
archivos bélicos. Las peripecias de Luis Tuya pudieron recomponerse también
gracias a fragmentos de documentos escritos por interesados en la aeronáutica,
que fueron rastreados por Troche en las bibliotecas de Montevideo y Asunción.
Un Potez XXV, uno de los aviones usados por Luis |
El autor del libro
-mercedario también- es un apasionado de la aviación que ya dejó otro valioso
legado en "Molinos de Viento", obra que cuenta las asombrosas
aventuras de Julio Gil Méndez, un combatiente uruguayo en la Segunda Guerra
Mundial cuya historia se entrelaza con la de Luis Tuya por obra del azar, muy
dado a las vueltas de tuerca en los destinos de los hombres.
En conversación con
Montevideo Portal, el autor intenta descifrar si Tuya fue relegado al olvido
por la aeronáutica uruguaya por "comunista", reconstruye sus últimas
horas de bravura en los aires y desentraña la personalidad del hombre detrás
del héroe.
¿Cuál fue tu primer
contacto con la historia de Luis Tuya?
Fue una de esas historias
que uno escucha dentro de la familia, porque era conocido de mis abuelos. Mi
madre había sido alumna de sus hermanas, y contaba que cuando era niña e iba a
clases de piano en su casa, en una de las paredes había una hélice muy grande,
que le llamaba siempre la atención. Fue un personaje del que escuchaba desde
hace mucho pero del que sabía sólo generalidades.
¿Pero no como figura
reconocida allí en Mercedes?
Se hizo un reconocimiento
poco después de que él murió, un camino de la zona suburbana al que le pusieron
su nombre, pero muy poca gente sabe que ese camino se llama Luis Tuya. Ni
siquiera había indicadores durante mucho tiempo. Eso fue en los años '30 pero
quedó luego en el olvido.
¿Qué fue lo que te llamó
más la atención de la figura de Tuya?
Luis Tuya |
Fue una suma de pequeños
incidentes. Si bien no hay un hecho específico que me haya atraído, me
despertaba curiosidad su historia. Lo que más me motivaba era saber cuándo
había muerto, dónde y si existía una tumba. Con algunas fuentes, como una
revista española con un artículo escrito por el hermano del aviador que derribó
a Luis, o el libro de memorias del aviador estadounidense Frank Tinker, pude
determinar algunos de estos datos, como el día y la hora de su muerte. Intentar
descubrir eso fue sin dudas una motivación para escribir el libro.
¿Cómo se explica la pasión
por la aviación y la aventura en Mercedes, teniendo en cuenta que fue cuna de
Luis Tuya y Julio Gil Méndez, dos héroes fuera de fronteras?
Mi explicación para eso es
que la distancia entre Mercedes y Buenos Aires es menor que la que hay entre
Buenos Aires y Montevideo, y que cuando se inicia la aviación en el Río de la Plata el centro de la
actividad siempre fue Buenos Aires. Allí se instalaron las primeras misiones de
venta de aviones estadounidenses y europeos, que salían a recorrer en primer
lugar los sitios que tenían cerca. Muy tempranamente en Mercedes hubo un
contacto fluido con la aviación. El primer viaje de Luis, de hecho, es en un
avión de la firma Curtiss en un vuelo promocional para difundir las máquinas. A
él tocó subir en un avión biplaza, junto a un piloto bastante acróbata, lo que
lo fascinó.
El libro deja entrever que
la figura de Luis Tuya no fue reconocida en el país como se merecía a raíz de
su filiación comunista. ¿Qué te llevó a concluir eso?
Es una especulación,
basada principalmente en que hay aviadores en la historia oficial de la
aeronáutica uruguaya que tienen nombres de bases aéreas, de aeropuertos. Él fue
formado en la Escuela
Militar Aeronáutica Uruguaya y fue el primer piloto formado
en Uruguay que fallece en combate. Y se sabe claramente que las Fuerza Aérea
Uruguaya tiene una posición ideológica bastante definida, que tampoco se ha
modificado tanto: una figura como la de Tuya sería bastante polémica para la
fuerza.
Spanish bombs
Tras haber tenido una
valiente y destacada actuación defendiendo a Paraguay durante tres años, Tuya
no quiso quedarse mucho tiempo de regreso en su Mercedes natal, que lo recibió
con relativa indiferencia. Enterado de los abusos franquistas, su espíritu
redentor lo enamoró de la causa republicana, "decidido a luchar en defensa
de los intereses de los pueblos contras sus opresores".
Con dinero reunido por
obreros gráficos anarquistas, movilizados por su afán de justicia y su ánimo
aventurero, Luis Tuya consiguió la plata para viajar a España y enrolarse en la
aviación republicana en Valencia. "Solamente quiero un avión. ¡Yo no cobro
para defender la justicia!", supo exclamar ante la desconfianza de las
autoridades, que lo confundieron con uno de los tantos mercenarios que
participaron en los primeros meses del conflicto. Tuya, "un romántico
barnizado de marxista", a juicio de Alberto Etchepare, corresponsal del
diario El País en aquella guerra, demostró rápidamente su pericia aérea y fue trasladado
a la escuadrilla de Polikarpov I-15 dirigida por el ruso Kosakov.
En aquella época, con un
Uruguay que había reconocido como legítimo al gobierno de Franco mientras aún
se desarrollaba la Guerra
Civil Española, ¿cómo pudo haber sido tomada la participación
de Luis?
Pude leer muchos diarios
de la época de todo el espectro político, y uno se da cuenta que la Guerra Civil Española
importaba mucho en Uruguay. Por un lado estaba la colectividad de inmigrantes
españoles, a los que se puede sumar la herencia cultural hispánica, pero además
existía el factor de que en Uruguay estábamos en dictadura, donde estaba
prohibida la libre reunión. La actividad política a favor de la República española
nucleaba gente y no era una causa que el gobierno pudiera prohibir, porque no
era directa contra la dictadura local. Por ello, parte de esa efervescencia de
apoyar a la
República Española era una forma de luchar contra el régimen
en Uruguay.
¿Es más conocido Tuya en
Paraguay que en Uruguay?
En Paraguay cada vez que
se escribe sobre la Guerra
del Chaco en la parte aeronáutica se menciona a Tuya y a otro piloto uruguayo,
Benito Sánchez Leyton, que sin dudas dejaron su marca. Tan así que cada uno
tiene una calle en Asunción. Ambos dejaron su huella en la guerra.
Luis es retratado en el
libro como un romántico, como un "desfacedor de entuertos". En el
caso de la Guerra
del Chaco, ¿cómo llega a inclinarse por Paraguay en una lucha entre dos países
muy pobres?
La vinculación histórica
de Uruguay y Paraguay es muy antigua, desde la independencia. Es tan antigua
que cuando Paraguay entró en guerra, para mucha gente se trataba de un
conflicto injusto, porque Bolivia era un país más poderoso, con más población,
más rico, con un ejército mejor equipado. Tanto desde las provincias argentinas
como de Uruguay mucha gente fue como voluntaria para defender a Paraguay. No
había un apoyo abierto, no podía haberlo, pero desde ambos países hubo respaldo
a Paraguay.
Lo condecoraron con la Cruz del Chaco y hay crónicas
que cuentan de sus derribos de aviones enemigos. ¿Está contabilizado el aporte
de Luis en esa guerra?
No es oficial, porque en
Paraguay en algún momento se prendieron fuego los archivos de la Guerra del Chaco, al menos
los de la parte aeronáutica. No existe un registro oficial, sino de testigos,
por lo que sólo sumando las crónicas de otros aviadores se puede armar el
itinerario a su cargo.
En el caso de la Guerra Civil
Española, la participación de Luis fue mucho más breve. Las crónicas
periodísticas de la época diferían sobre las circunstancias de su muerte. ¿Qué
es lo que se sabe con certeza?
Se sabe la fecha y la hora
porque hay dos testimonios (16 de abril de 1937, poco después de las 10:30).
Las memorias del piloto estadounidense Frank Tinker, que estuvo en la misma
escuadrilla (y que se suicida al volver a EEUU) cuentan el día y la hora en que
cayó Tuya. Después hay un artículo de un historiador español, Jesús de
Larrazábal, que casualmente es el hermano del aviador que derribó a Luis (Ángel
Salas Larrazábal), que menciona el mismo día. En cuanto a las circunstancias,
el relato de Salas describe que cuando la escuadrilla española (unos aviones
biplaza Henkell 51) iba de regreso a su base, se cruza con unos aviones
Polikarpov rusos de los republicanos. La franquista iba más alto, pero uno de
los Polikarpov (el de Tuya) se lanza primero a atacarlos, y Salas, el jefe de
la escuadrilla, lo intercepta y lo derriba.
Pero no fue posible probar
las versiones de prensa de la época, que indicaban que Tuya había derribado
varios aviones y se había inmolado luego con su aeronave...
Luis Tuya, cuarto contando desde la izquierda |
No, eso es una historia
linda y nos gustaría creerla, pero creo que es parte del folklore, de darle un
toque más épico a su muerte. En el libro se aclara que otros pilotos sí
prefirieron arrojar su avión contra el enemigo antes que caer. Es probable que
otros periodistas hayan confundido las historias, porque un caso se dio al día
siguiente de la caída de Tuya. Pero que su muerte no haya sido tan heroica no
quita su valentía: él fue el primero en atacar al ver la escuadrilla.
En el libro surge la
información de que Tuya podría haber derribado cuatro aeronaves en otros
episodios bélicos en la
Guerra Civil Española. ¿No hay registro oficial?
No, hay un testimonio al
respecto (del periodista Alberto Etchepare), pero al igual que sucedió en
Paraguay no quedaron registros que lo comprueben. En la Guerra Civil Española
no quedaron los registros de la Aviación Republicana.
Tuya participa en un bombardeo en Mallorca, según él mismo admite, pero no
quedó claro su rol en ese episodio. Cuando él ingresa a la escuadrilla de
Lacalle y luego la de Kosakov, era en momentos de la batalla de Guadalajara
(uno de los episodios más importantes de la guerra), por lo que es posible que
haya participado allí y que se hubieran producido entonces esos derribos de
aviones sobre Madrid.
Azar de los azares
Aquella mañana de sábado,
pocos días antes de la masacre de Guernica, los cielos primaverales de Teruel
fueron testigos del momento en que el destino de Tuya se empeñó en cruzarlo con
el de uno de los máximos ases de la aviación franquista. "Hace dos meses
hacía honor con sus hazañas al nombre del heroico Partido Comunista Español, en
cuyas filas se había alistado. Ahora lo hace con el recuerdo del sacrificio. Su
foja de servicios y su muerte llenan una página de gloria. Había cumplido
hazañas increíbles, había participado en veinte combates aéreos. Ya se sentía
su nombre entre los ases de la
República ", lo recordaba en 1938 el periodista Cayetano
Córdova Iturburu en el diario Justicia.
Sin embargo, aquellos años
fueron de incertidumbre para la familia de Tuya. Corrieron muchas versiones
contradictorias sobre la suerte de Luis, a tal punto de que muchos amigos y
allegados alentaron durante mucho tiempo la esperanza de que estuviera vivo. La
carta oficial confirmando su muerte nunca llegó, pero los caprichos del azar,
una vez más, lograron que años después llegara una sorpresa para sus seres
queridos.
No fue posible hallar una
tumba de Luis ni se sabe dónde están sus restos, pero sin embargo sí llegan a
Uruguay algunos de sus objetos personales en una forma muy extraña.
Es muy curioso eso. Yo
tengo una hipótesis en la que está de acuerdo un historiador español que
consulté al respecto. Los objetos de Tuya llegan a Uruguay gracias a Julio Gil
Méndez, aviador uruguayo en la Segunda Guerra Mundial. El aviador que le dio a
Gil Méndez un reloj y un anillo de Luis, Jiménez Marañón, se los dio en
Londres, siendo parte de las Fuerzas Francesas Libres. Muchos aviadores
republicanos como él pudieron cruzar a Francia para salvarse de la persecución
franquista, pero allí fueron puestos en campos de concentración y tratados como
prisioneros, no estaban como refugiados. Él logró escaparse y marchar a
Inglaterra, uniéndose a las fuerzas de De Gaulle para luchar contra Hitler, lo
que era una manera de luchar contra Franco. En Londres, Gil Méndez, también
mercedario, lo conoce y recibe los objetos.
Lo curioso es que cuando
Jiménez Marañón entra en la guerra española Tuya ya había muerto, pero algunos
integrantes de la escuadrilla de Luis compartieron más tarde escuadrilla con
Marañón, donde él fue jefe. Es probable que les dieran esos objetos con la
intención de que los hicieran llegar a los familiares de Luis. Y Gil Méndez da
unas vueltas increíbles durante la Segunda Guerra , desde África a Italia, todo el
tiempo con el reloj y el anillo de Tuya. Pudo mantener la promesa que le hizo
al español de que iba a entregarlos a sus familiares, y es lo primero que hace
cuando llega a Mercedes tras la Segunda Guerra. Hay que imaginar la emoción de
esa familia, que no supo ni recibió nada de Tuya durante años, y que ni
siquiera estaba segura de que Luis estuviera muerto.
La historia del aviador
que derriba a Luis también merece una mención, porque tiene un papel importante
incluso tras la muerte de Franco.
Salas Larrazábal llegó a
tener cargos muy importantes en el gobierno franquista, e incluso cuando se
produce la sucesión de poder de Franco al Rey Juan Carlos, él es quien entrega
el poder. Formó parte de la famosa Escuadrilla Azul de Franco, enviada a Hitler
para que combatiera en la invasión a la Unión Soviética.
Este piloto sobrevivió y derribó varios aviones soviéticos. Fue ascendiendo
luego y llegó a ser agregado militar y embajador. Es decir, Tuya se enfrentó a
uno de los ases de la Guerra
(ases son los que derriban más de cinco aviones): Luis fue su sexto derribo y
sólo en la Guerra
Española registró 17. Tuvo mucha mala suerte de enfrentarse a
él.
Luis Tuya |
¿Qué puede reconstruirse
de la personalidad de Luis en base a los testimonios de otros y de su propia
historia?
Yo provengo del mismo
lugar, por lo que entiendo esas ganas de querer irse, de volar, de conocer el
mundo. No hay muchas descripciones de él, pero por lo que se conoce era una
persona muy noble, generosa, idealista. Parte de su personalidad está marcada
por el momento en que se niega a recibir plata por luchar en la Guerra Civil
Española, aclarando que no era ningún mercenario. Ganaba casi diez veces menos
que los que ganaban los pilotos estadounidenses, por ejemplo. Es un personaje
romántico. En esa época la aviación estaba idealizada, no tenía ese vínculo tan
tecnológico y controlado que le ha hecho perder ese halo. La aviación era ir a
lo desconocido.
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