viernes, 12 de abril de 2013

ENTREVISTA A PEDRO TROCHE



Alas para el héroe olvidado




Bajo los cielos del Chaco y de la España franquista, la figura romántica del aviador uruguayo Luis Tuya se agiganta en la memoria, pese al olvido injusto de sus compatriotas. Junto a Pedro Troche, autor de un libro que finalmente rescata el honor del primer piloto uruguayo muerto en combate, desenredamos su historia y los porqués de un olvido inmerecido.

Pedro Troche

"El ronco trepidar de tus motores vuela aún en el aire conmoviendo el presente, y su sonido próximo a extinguirse ya, va perdiéndose poco a poco rumbo al horizonte sagrado de la inmortalidad".
Luis Tuya, 1935

Bajo el resplandor rojo de los cielos de abril españoles, encendidos por los combates entre los aviones Heinkel franquistas y los Polikarpov de los republicanos, la figura de Luis Tuya emerge heroica y se precipita con temeridad hacia su muerte y un inmerecido olvido de la historia.

El héroe mercedario, un personaje romántico de esos que ya no entrega la aviación, participó como voluntario de dos de los eventos bélicos más importantes del Siglo XX como si fuera una suerte de aéreo "desfacedor de entuertos", hasta entregar su vida en la Guerra Civil Española y convertirse de esta forma en el primer piloto uruguayo muerto en combate.

Apasionado por el vuelo desde que viera de niño a un aviador que "tejía arabescos entre las nubes" del cielo de Mercedes, Tuya no abandonó sus sueños de piloto hasta obtener su brevet en Montevideo y completar luego su formación en Buenos Aires. Tuvo una actuación muy destacada en la Guerra del Chaco, el conflicto entre Paraguay y Bolivia que dejó cerca de 100.000 muertos, y poco después se enroló en las fuerzas republicanas en plena Guerra Civil Española.

Recordado como héroe en Paraguay, muerto por ostentar su coraje en los cielos ibéricos, fue extrañamente olvidado en Uruguay, donde solamente un viejo camino en Mercedes y una estatua privada que nadie identifica rinden honor a su nombre. Su memoria es justamente rescatada en "Alma de pájaro", un libro de Pedro Troche qu
Un Potez XXV, uno de los aviones usados por Luis
e reconstruye su historia a través de recortes de diario, testimonios y archivos bélicos. Las peripecias de Luis Tuya pudieron recomponerse también gracias a fragmentos de documentos escritos por interesados en la aeronáutica, que fueron rastreados por Troche en las bibliotecas de Montevideo y Asunción.

El autor del libro -mercedario también- es un apasionado de la aviación que ya dejó otro valioso legado en "Molinos de Viento", obra que cuenta las asombrosas aventuras de Julio Gil Méndez, un combatiente uruguayo en la Segunda Guerra Mundial cuya historia se entrelaza con la de Luis Tuya por obra del azar, muy dado a las vueltas de tuerca en los destinos de los hombres.

En conversación con Montevideo Portal, el autor intenta descifrar si Tuya fue relegado al olvido por la aeronáutica uruguaya por "comunista", reconstruye sus últimas horas de bravura en los aires y desentraña la personalidad del hombre detrás del héroe.

¿Cuál fue tu primer contacto con la historia de Luis Tuya?

Fue una de esas historias que uno escucha dentro de la familia, porque era conocido de mis abuelos. Mi madre había sido alumna de sus hermanas, y contaba que cuando era niña e iba a clases de piano en su casa, en una de las paredes había una hélice muy grande, que le llamaba siempre la atención. Fue un personaje del que escuchaba desde hace mucho pero del que sabía sólo generalidades.

¿Pero no como figura reconocida allí en Mercedes?

Se hizo un reconocimiento poco después de que él murió, un camino de la zona suburbana al que le pusieron su nombre, pero muy poca gente sabe que ese camino se llama Luis Tuya. Ni siquiera había indicadores durante mucho tiempo. Eso fue en los años '30 pero quedó luego en el olvido.

¿Qué fue lo que te llamó más la atención de la figura de Tuya?

Luis Tuya
Fue una suma de pequeños incidentes. Si bien no hay un hecho específico que me haya atraído, me despertaba curiosidad su historia. Lo que más me motivaba era saber cuándo había muerto, dónde y si existía una tumba. Con algunas fuentes, como una revista española con un artículo escrito por el hermano del aviador que derribó a Luis, o el libro de memorias del aviador estadounidense Frank Tinker, pude determinar algunos de estos datos, como el día y la hora de su muerte. Intentar descubrir eso fue sin dudas una motivación para escribir el libro.

¿Cómo se explica la pasión por la aviación y la aventura en Mercedes, teniendo en cuenta que fue cuna de Luis Tuya y Julio Gil Méndez, dos héroes fuera de fronteras?

Mi explicación para eso es que la distancia entre Mercedes y Buenos Aires es menor que la que hay entre Buenos Aires y Montevideo, y que cuando se inicia la aviación en el Río de la Plata el centro de la actividad siempre fue Buenos Aires. Allí se instalaron las primeras misiones de venta de aviones estadounidenses y europeos, que salían a recorrer en primer lugar los sitios que tenían cerca. Muy tempranamente en Mercedes hubo un contacto fluido con la aviación. El primer viaje de Luis, de hecho, es en un avión de la firma Curtiss en un vuelo promocional para difundir las máquinas. A él tocó subir en un avión biplaza, junto a un piloto bastante acróbata, lo que lo fascinó.

El libro deja entrever que la figura de Luis Tuya no fue reconocida en el país como se merecía a raíz de su filiación comunista. ¿Qué te llevó a concluir eso?

Es una especulación, basada principalmente en que hay aviadores en la historia oficial de la aeronáutica uruguaya que tienen nombres de bases aéreas, de aeropuertos. Él fue formado en la Escuela Militar Aeronáutica Uruguaya y fue el primer piloto formado en Uruguay que fallece en combate. Y se sabe claramente que las Fuerza Aérea Uruguaya tiene una posición ideológica bastante definida, que tampoco se ha modificado tanto: una figura como la de Tuya sería bastante polémica para la fuerza.



Spanish bombs

Tras haber tenido una valiente y destacada actuación defendiendo a Paraguay durante tres años, Tuya no quiso quedarse mucho tiempo de regreso en su Mercedes natal, que lo recibió con relativa indiferencia. Enterado de los abusos franquistas, su espíritu redentor lo enamoró de la causa republicana, "decidido a luchar en defensa de los intereses de los pueblos contras sus opresores".

Con dinero reunido por obreros gráficos anarquistas, movilizados por su afán de justicia y su ánimo aventurero, Luis Tuya consiguió la plata para viajar a España y enrolarse en la aviación republicana en Valencia. "Solamente quiero un avión. ¡Yo no cobro para defender la justicia!", supo exclamar ante la desconfianza de las autoridades, que lo confundieron con uno de los tantos mercenarios que participaron en los primeros meses del conflicto. Tuya, "un romántico barnizado de marxista", a juicio de Alberto Etchepare, corresponsal del diario El País en aquella guerra, demostró rápidamente su pericia aérea y fue trasladado a la escuadrilla de Polikarpov I-15 dirigida por el ruso Kosakov.

En aquella época, con un Uruguay que había reconocido como legítimo al gobierno de Franco mientras aún se desarrollaba la Guerra Civil Española, ¿cómo pudo haber sido tomada la participación de Luis?

Pude leer muchos diarios de la época de todo el espectro político, y uno se da cuenta que la Guerra Civil Española importaba mucho en Uruguay. Por un lado estaba la colectividad de inmigrantes españoles, a los que se puede sumar la herencia cultural hispánica, pero además existía el factor de que en Uruguay estábamos en dictadura, donde estaba prohibida la libre reunión. La actividad política a favor de la República española nucleaba gente y no era una causa que el gobierno pudiera prohibir, porque no era directa contra la dictadura local. Por ello, parte de esa efervescencia de apoyar a la República Española era una forma de luchar contra el régimen en Uruguay.

¿Es más conocido Tuya en Paraguay que en Uruguay?

En Paraguay cada vez que se escribe sobre la Guerra del Chaco en la parte aeronáutica se menciona a Tuya y a otro piloto uruguayo, Benito Sánchez Leyton, que sin dudas dejaron su marca. Tan así que cada uno tiene una calle en Asunción. Ambos dejaron su huella en la guerra.

Luis es retratado en el libro como un romántico, como un "desfacedor de entuertos". En el caso de la Guerra del Chaco, ¿cómo llega a inclinarse por Paraguay en una lucha entre dos países muy pobres?

La vinculación histórica de Uruguay y Paraguay es muy antigua, desde la independencia. Es tan antigua que cuando Paraguay entró en guerra, para mucha gente se trataba de un conflicto injusto, porque Bolivia era un país más poderoso, con más población, más rico, con un ejército mejor equipado. Tanto desde las provincias argentinas como de Uruguay mucha gente fue como voluntaria para defender a Paraguay. No había un apoyo abierto, no podía haberlo, pero desde ambos países hubo respaldo a Paraguay.

Lo condecoraron con la Cruz del Chaco y hay crónicas que cuentan de sus derribos de aviones enemigos. ¿Está contabilizado el aporte de Luis en esa guerra?

No es oficial, porque en Paraguay en algún momento se prendieron fuego los archivos de la Guerra del Chaco, al menos los de la parte aeronáutica. No existe un registro oficial, sino de testigos, por lo que sólo sumando las crónicas de otros aviadores se puede armar el itinerario a su cargo.

En el caso de la Guerra Civil Española, la participación de Luis fue mucho más breve. Las crónicas periodísticas de la época diferían sobre las circunstancias de su muerte. ¿Qué es lo que se sabe con certeza?

Se sabe la fecha y la hora porque hay dos testimonios (16 de abril de 1937, poco después de las 10:30). Las memorias del piloto estadounidense Frank Tinker, que estuvo en la misma escuadrilla (y que se suicida al volver a EEUU) cuentan el día y la hora en que cayó Tuya. Después hay un artículo de un historiador español, Jesús de Larrazábal, que casualmente es el hermano del aviador que derribó a Luis (Ángel Salas Larrazábal), que menciona el mismo día. En cuanto a las circunstancias, el relato de Salas describe que cuando la escuadrilla española (unos aviones biplaza Henkell 51) iba de regreso a su base, se cruza con unos aviones Polikarpov rusos de los republicanos. La franquista iba más alto, pero uno de los Polikarpov (el de Tuya) se lanza primero a atacarlos, y Salas, el jefe de la escuadrilla, lo intercepta y lo derriba.

Pero no fue posible probar las versiones de prensa de la época, que indicaban que Tuya había derribado varios aviones y se había inmolado luego con su aeronave...
Luis Tuya, cuarto contando desde la izquierda

No, eso es una historia linda y nos gustaría creerla, pero creo que es parte del folklore, de darle un toque más épico a su muerte. En el libro se aclara que otros pilotos sí prefirieron arrojar su avión contra el enemigo antes que caer. Es probable que otros periodistas hayan confundido las historias, porque un caso se dio al día siguiente de la caída de Tuya. Pero que su muerte no haya sido tan heroica no quita su valentía: él fue el primero en atacar al ver la escuadrilla.

En el libro surge la información de que Tuya podría haber derribado cuatro aeronaves en otros episodios bélicos en la Guerra Civil Española. ¿No hay registro oficial?

No, hay un testimonio al respecto (del periodista Alberto Etchepare), pero al igual que sucedió en Paraguay no quedaron registros que lo comprueben. En la Guerra Civil Española no quedaron los registros de la Aviación Republicana. Tuya participa en un bombardeo en Mallorca, según él mismo admite, pero no quedó claro su rol en ese episodio. Cuando él ingresa a la escuadrilla de Lacalle y luego la de Kosakov, era en momentos de la batalla de Guadalajara (uno de los episodios más importantes de la guerra), por lo que es posible que haya participado allí y que se hubieran producido entonces esos derribos de aviones sobre Madrid.





Azar de los azares

Aquella mañana de sábado, pocos días antes de la masacre de Guernica, los cielos primaverales de Teruel fueron testigos del momento en que el destino de Tuya se empeñó en cruzarlo con el de uno de los máximos ases de la aviación franquista. "Hace dos meses hacía honor con sus hazañas al nombre del heroico Partido Comunista Español, en cuyas filas se había alistado. Ahora lo hace con el recuerdo del sacrificio. Su foja de servicios y su muerte llenan una página de gloria. Había cumplido hazañas increíbles, había participado en veinte combates aéreos. Ya se sentía su nombre entre los ases de la República", lo recordaba en 1938 el periodista Cayetano Córdova Iturburu en el diario Justicia.

Sin embargo, aquellos años fueron de incertidumbre para la familia de Tuya. Corrieron muchas versiones contradictorias sobre la suerte de Luis, a tal punto de que muchos amigos y allegados alentaron durante mucho tiempo la esperanza de que estuviera vivo. La carta oficial confirmando su muerte nunca llegó, pero los caprichos del azar, una vez más, lograron que años después llegara una sorpresa para sus seres queridos.

No fue posible hallar una tumba de Luis ni se sabe dónde están sus restos, pero sin embargo sí llegan a Uruguay algunos de sus objetos personales en una forma muy extraña.

Es muy curioso eso. Yo tengo una hipótesis en la que está de acuerdo un historiador español que consulté al respecto. Los objetos de Tuya llegan a Uruguay gracias a Julio Gil Méndez, aviador uruguayo en la Segunda Guerra Mundial. El aviador que le dio a Gil Méndez un reloj y un anillo de Luis, Jiménez Marañón, se los dio en Londres, siendo parte de las Fuerzas Francesas Libres. Muchos aviadores republicanos como él pudieron cruzar a Francia para salvarse de la persecución franquista, pero allí fueron puestos en campos de concentración y tratados como prisioneros, no estaban como refugiados. Él logró escaparse y marchar a Inglaterra, uniéndose a las fuerzas de De Gaulle para luchar contra Hitler, lo que era una manera de luchar contra Franco. En Londres, Gil Méndez, también mercedario, lo conoce y recibe los objetos.

Lo curioso es que cuando Jiménez Marañón entra en la guerra española Tuya ya había muerto, pero algunos integrantes de la escuadrilla de Luis compartieron más tarde escuadrilla con Marañón, donde él fue jefe. Es probable que les dieran esos objetos con la intención de que los hicieran llegar a los familiares de Luis. Y Gil Méndez da unas vueltas increíbles durante la Segunda Guerra, desde África a Italia, todo el tiempo con el reloj y el anillo de Tuya. Pudo mantener la promesa que le hizo al español de que iba a entregarlos a sus familiares, y es lo primero que hace cuando llega a Mercedes tras la Segunda Guerra. Hay que imaginar la emoción de esa familia, que no supo ni recibió nada de Tuya durante años, y que ni siquiera estaba segura de que Luis estuviera muerto.

La historia del aviador que derriba a Luis también merece una mención, porque tiene un papel importante incluso tras la muerte de Franco.

Salas Larrazábal llegó a tener cargos muy importantes en el gobierno franquista, e incluso cuando se produce la sucesión de poder de Franco al Rey Juan Carlos, él es quien entrega el poder. Formó parte de la famosa Escuadrilla Azul de Franco, enviada a Hitler para que combatiera en la invasión a la Unión Soviética. Este piloto sobrevivió y derribó varios aviones soviéticos. Fue ascendiendo luego y llegó a ser agregado militar y embajador. Es decir, Tuya se enfrentó a uno de los ases de la Guerra (ases son los que derriban más de cinco aviones): Luis fue su sexto derribo y sólo en la Guerra Española registró 17. Tuvo mucha mala suerte de enfrentarse a él.
Luis Tuya

¿Qué puede reconstruirse de la personalidad de Luis en base a los testimonios de otros y de su propia historia?

Yo provengo del mismo lugar, por lo que entiendo esas ganas de querer irse, de volar, de conocer el mundo. No hay muchas descripciones de él, pero por lo que se conoce era una persona muy noble, generosa, idealista. Parte de su personalidad está marcada por el momento en que se niega a recibir plata por luchar en la Guerra Civil Española, aclarando que no era ningún mercenario. Ganaba casi diez veces menos que los que ganaban los pilotos estadounidenses, por ejemplo. Es un personaje romántico. En esa época la aviación estaba idealizada, no tenía ese vínculo tan tecnológico y controlado que le ha hecho perder ese halo. La aviación era ir a lo desconocido.


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