viernes, 12 de abril de 2013


Exhumados restos de Pablo Neruda para determinar causas 
de su muerte





Los restos reposaban en la casa-museo de Neruda en Isla Negra.
Según la versión oficial, Neruda falleció de cáncer de próstata. No obstante, su exchofer, Manuel Araya, sembró la duda en 2011 al declarar a un medio mexicano que murió por una inyección letal que le aplicaron mientras estaba internado en una Clínica de Santiago.
Peritos del Servicio Médico Legal (SML) de Chile concretaron este lunes la exhumación de los restos del reconocido poeta chilena Pablo Neruda, como parte de una investigación judicial que pretende constatar si el fallecimiento del artista, el 23 de septiembre de 1973, fue causado por efectos del cáncer que padecía o fue obra de un asesinato planeado por la dictadura de Ausgusto Pinochet (1973-1990), instalada pocos días antes en el país.

El retiro de los restos se realizó en la casa-museo del Premio Nobel de Literatura 1971, ubicada en Isla Negra, localidad del litoral central de Chile, provincia de San Antonio, de la comuna de El Quisco.


La agencia de noticias argentina Télam destacó que el ataúd del poeta estaba en perfecto estado, aunque se temía lo contrario por el efecto de la humedad y el salitre del mar,, Sin embargo, tanto su féretro como el de su esposa, Matilde Urrutia, estaban protegidos por paredes de concreto.

Los trabajos comenzaron a las 08H15 locales (11.15 GMT) del lunes, en presencia del juez Mario Carroza, peritos chilenos e internacionales, el abogado de derechos humanos Eduardo Contreras, el diputado y presidente del Partido Comunista Chileno, Guillermo Teillier; y familiares del poeta.

El juez Carroza precisó que ya exhumados los restos, ahora “se harán todas las pericias que sean necesarias para establecer la causa de la muerte”. Incluso, aclaró que de ser necesario se enviarán los restos del poeta al extranjero para un mejor resultado.

Terminadas las labores pertinentes de los peritos, los familiares del Premio Nobel de Literatura, cuyo verdadero nombre fue Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, se mostraron tranquilos y expectantes a los resultados que arrojen los estudios.

Paola Reyes, sobrina del poeta, admitió que “el envenenamiento siempre fue tema familiar, pero durante la dictadura nadie de la familia quería decir que eran parientes. Durante mucho tiempo fue tema tabú”.

Rodolfo Reyes Muñoz, sobrino de Neruda, 
estuvo en la exhumación.
Por su parte, el director del SLM, Patricio Bustos, destacó que cumplieron con todas las medidas establecidas para el caso, con el fin de evitar que haya alguna clase de contaminación o alteración en los resultados de los análisis.

Explicó que la presencia de los familiares tuvo por objetivo comprobar la identidad de Neruda. En ese sentido, el abogado Contreras aseguró que “estamos contentos de que se haya hecho la exhumación, porque ningún tribunal hubiese considerado nuestra querella si no existieran claras y legítimas dudas de que hubo intervención de terceros en su muerte”.


Muerte sospechosa

Según la versión oficial, el poeta falleció de un cáncer de próstata. No obstante, su exchofer, Manuel Araya, sembró la duda en 2011 al declarar a un medio mexicano que Neruda murió por una inyección letal que le aplicaron mientras estaba internado en la Clínica Santa María de Santiago de Chile, días antes de partir hacia México, donde pensaba exiliarse tras al golpe comandado por Pinochet.

Araya relató que sus sospechas se basan en que el 23 de septiembre de 1973 Neruda llegó a Isla Negra con una fiebre enorme. “Luego de ir a la clínica dijo que le habían puesto una inyección en el estómago y que se sentía muy mal”, comentó.

Al consultarle por qué tardó casi 40 años en hacer públicas sus sospechas sobre la muerte del poeta, expresó que “nadie en Chile quería tomar esta denuncia, ni los gobiernos de la concertación”.

“Era necesario investigar esta muerte a fondo, porque hay tantos crímenes en Chile que aún no se investigan, que éste será una lección para el resto del país, para que todos los que tenemos seres queridos desaparecidos podamos reclamar y exigirle a la justicia que actúe”, expresó Araya.

A la sospecha de muerte por envenenamiento se suman las contradicciones entre la prensa de la época y el certificado de defunción de la clínica. Mientras este expone que la muerte habría sido a causa de una caquexia (desnutrición) producto del cáncer, las versiones de prensa hablaban de un infarto provocado por un calmante que le inyectaron.




Fotos: EFE

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